Una de las especies más cotizadas a nivel internacional y que viene sosteniendo un crecimiento paulatino es la centolla (Lhitodes santolla), por ello se ha iniciado una nueva campaña de exploración.
La campaña de exploración de un nuevo sector de concentración de centolla comenzó el último sábado a través del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero y se lleva a cabo a bordo del buque pesquero comercial “Chiyo Maru nro. 3”.
La embarcación, construida en 1987 navega bajo bandera argentina y tiene puerto de asiento en Ushuaia, cuenta con una eslora de 56 metros y una manga de 9, con un calado de 3,49 m contando con 28 tripulantes.
La encargada de la campaña es la Dra. Carla Firpo quien es jefa de Científica del Instituto quien ya participó en otras acciones de similares características, a quien acompaña la Ingeniera Cecilia Mauna como parte del personal científico-técnico, ambas con vasta experiencia en la materia, ya que ambas investigadoras forman parte del Programa Pesquería de Crustáceos Bentónicos del INIDEP.
En los 18 días que dure la campaña se tienen previstos 33 lances de pesca en el Efectivo del Área Central entre los paralelos 42º de LS y 44º30’ de LS y 59-64º de LO.
Se busca a través de esta campaña determinar la distribución en el espacio, la estructura de longitudes, abundancia relativa y estado general de las distintas fracciones presentes de centolla, detectando nuevas zonas para determinar la importancia que tiene conocer la dinámica del recurso centolla y considerar firmemente su potencial pesquero para poder dirigir el esfuerzo pesquero sobre nuevos sectores.
Vale destacar que la embarcación y había participado de otra campaña –a fines del año 2020- junto a otros cinco buques, (en esa ocasión también participaron los buques congeladores centolleros “Dukat”, “Talismán”, “Atlantic Express”, “Tango I” y “Tango II”, aunque en esa ocasión se utilizó el rango latitudinal desde 48° a 54°30’LS que comprende las jurisdicciones de Santa Cruz, Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.
En esta ocasión serán menos los lances que en la anterior campaña (se habían realizado 111 lances usando líneas de pesca con 100 trampas), ya que la realiza solo una embarcación, pero de todos menos por la extensión de esta campaña serán importantes también en cantidad.
La centolla argentina hoy en día puede llegar a pagarse hasta 30 mil dólares la tonelada –claro está que el precio promedio es de 18 mil- más allá de la marcada brecha cambiaria lo que podría generar una merma en el precio real, aunque aun así y con las dificultades que puede generar el pescar tan al sur del país, es un producto que también genera muy buena mano de obra.
Esta especie, que en los últimos días consiguió su certificación, tiene la particularidad que al ser pescada, los lances se suben prácticamente sin fauna acompañante, lo que hace que se pueda conseguir una pesca sustentable, teniendo en cuenta que las capturas se llevan a cabo a través de líneas con trampas, es decir, un arte selectivo y de muy bajo impacto sobre el medio ambiente.
La explicación a esto es que el uso de esas trampas, incluyen anillos para permitir el escape de juveniles y de hembras, destacándose que la pesca se realiza exclusivamente de ejemplares machos adultos, devolviéndose el resto de los ejemplares vivos al mar.
La certificación que mencionamos y que se logró días atrás está concentrada mayormente en la plataforma argentina y se refiere al Área Central, donde se incluye el Golfo San Jorge en las jurisdicciones de las provincias del Chubut y de Santa Cruz, incluyendo también aguas de jurisdicción nacional.