En Rawson, el Sindicato de Trabajadores de Industrias de la Alimentación (STIA) de Chubut, a través de su Secretario General, Luis Núñez, ha elevado una seria denuncia junto a Mariano Moreno, Secretario General del Centro de Patrones de Pesca.
La causa principal es el incumplimiento de los acuerdos salariales firmados en 2023 por las empresas agrupadas en la Cámara de la Flota Amarilla de Chubut (CAFACH), lo que ha generado una creciente preocupación en el sector pesquero.
La raíz del conflicto surge de la falta de cumplimiento de los convenios salariales establecidos para 2023, los cuales eran clave para asegurar la estabilidad económica de los trabajadores del sector pesquero. Según Moreno, “a pesar de los esfuerzos para dialogar y alcanzar un entendimiento con las empresas, las negociaciones no han progresado”. Durante una reciente visita a la región, se había planificado una reunión con autoridades gubernamentales y representantes empresariales, pero la ausencia de las empresas fue interpretada como una “señal de mala fe y falta de compromiso para resolver el conflicto”.
Mariano Moreno dejó claro que el Centro de Patrones de Pesca no busca interrumpir la próxima zafra provincial con medidas de fuerza. Por el contrario, subrayó la importancia de encontrar una solución que permita mantener la actividad pesquera sin afectar el normal desarrollo de las operaciones. Sin embargo, denunció la falta de responsabilidad de las empresas y la inacción del gobierno provincial en la mediación de esta problemática.
El principal objetivo del diálogo con el gobierno y las empresas es asegurar que los trabajadores puedan continuar con sus labores de manera justa, respetando los acuerdos alcanzados previamente. Moreno hizo hincapié en que las organizaciones sindicales están trabajando para evitar conflictos mayores que puedan perjudicar tanto a la producción pesquera como a los trabajadores.
En este contexto de creciente tensión, la próxima semana será fundamental, ya que está programada una nueva reunión entre representantes sindicales. El encuentro tiene como finalidad elaborar una estrategia conjunta que defienda los derechos y el bienestar de los trabajadores del sector, en el marco del equilibrio de lo que las armadores puedan pagar como consecuencia de precios deprimidos y evaporación de rentabilidades del sector pesquero. La falta de avances hasta el momento ha generado incertidumbre, pero los sindicatos mantienen la esperanza de encontrar una solución favorable que garantice el cumplimiento de los compromisos salariales pactados.
La frustración expresada por los sindicatos no es más que el eco de una lucha que busca justicia y respeto hacia los trabajadores. La ausencia de las empresas en las mesas de diálogo no solo posterga la solución, sino que amplía la brecha entre quienes producen la riqueza del sector y quienes toman las decisiones que impactan en sus vidas.
Es urgente que las partes involucradas, especialmente las empresas y las autoridades provinciales, asuman la responsabilidad de asegurar un escenario laboral justo, donde los compromisos se respeten y los trabajadores no deban cargar con la incertidumbre de un futuro incierto, algo que por estos días y desde hace meses es imposible evitar. Nadie tiene nada asegurado, pues el equilibrio de las empresas se funda en la rentabilidad, que al haber desaparecido, toda la cadena -incluso la de proveedores- deberán bajar pretensiones, el negocio no da; y cuando no da el número, no da para ningún eslabón de la actividad, algo que parece desde los gremios no aceptar, y por eso más de 11 meses en conflicto.
También hay que destacar que detrás de cada convenio incumplido, hay familias que esperan respuestas y soluciones, y merecen que su esfuerzo sea valorado y reconocido, a veces las Cámaras empresarias, por continuar trabajando posdatan los problemas, no los solucionan, y tarde o temprano afloran los problemas. Esa es la situación actual que no ha cambiado desde la firma a fines de octubre del año pasado, asumiendo compromisos con escenarios mal previstos. Hoy los resultados.
La esperanza reside en el diálogo y en la capacidad de las partes para llegar a un acuerdo que no solo asegure la continuidad de la actividad pesquera, sino que restituya la confianza y el bienestar de los trabajadores, quienes son el verdadero motor de la industria. Este momento es clave para reafirmar el compromiso con la equidad y construir un futuro donde el trabajo y el respeto vayan de la mano con una calculadora simplemente para poder demostrar que lo firmado es imposible de pagar y quien se haya equivocado, pague su error.