Los conflictos en varios puertos, ciudades y provincias van tornando la actividad inviable por momentos y por segmentos de flota. Todo parece acomodarse según propias pretensiones.
En una discusión de larga data que lleva varios ribetes impensados y cada día con posiciones mas encontradas pero que todo se resume en valederos razonamientos de ambas partes entre cámara y gremio. En el fondo la situación no da para más. Los gremios, no solamente SOMU, venían barrenando con precios al alza e inflación galopante. El cambio de gobierno y lo que a prima facie parece un cambio de modelo, llevó a que lo firmado era de imposible cumplimiento. «Está escrito«, aducen desde el gremio, incluso con razón, y es más, cuando acercan la calculadora hasta los números pueden dar la derecha.
El mercado internacional, los precios, la falta de demanda, e incluso por qué no decirlo, lo que aún hoy se paga por el kilo de langostino fresco en los muelles quedó tan fuera de contexto y exagerado que a pesar de ello no admiten un solo centavo de carga sin pérdida directa a una rentabilidad que se tornó deficitaria. Ni hablar las plantas procesadoras, donde cada librepensador acomoda sus valores como más le conviene.
En este contexto, la cuerda cede por el hilo mas delgado y los problemas llegan rápidamente contra un freno de mano impuesto desde el bolsillo del consumidor en lugares tan distantes como el sudeste asiático, Europa del Este, España y otros sofisticados mercados de consumo que hoy compiten con el camarón de cultivo Vannamei aunque le pese a un lobbista que pensó que no habría incidencia por tratarse de un producto salvaje y natural (en fin…).
El sistema aun hoy resiste por dos razones, primero ese plus por sobre un determinado valor que se negocia con Tipo de Cambio blue, el otro, mal que pese, la falta de control en los muelles de los principales puertos que absorben las más de 50.000 toneladas descargadas principalmente en Madryn, Comodoro Rivadavia, Deseado y Mar del Plata entre otros, que ampliamente supera los 17 kilos por cajita. Lo saben todos, pero pocos se animan a decirlo.
Esas dos variables hacen que el langostino sea la desesperación de la pesca, de hecho, todos se quejan, pero ninguno para un solo barco y hasta muchas veces por cuestiones de rigor de PNA cuando se demora una zarpada 5 horas, el malestar se hace notar de inmediato. A decir verdad, si con el langostino se pierde tanto dinero, no se explica como aún no hay buques parados.
Y se podria ser mas extenso aun, hay mas de una docena de barcos sin permiso de pesca nacional de la especie que están pescando en aguas nacionales. Es decir, se vulnera la Ley sin ningún tipo de escrúpulo, por pescar. Digamos todo.
Con este prefacio, y bajo el mandato de su Secretario General, Raúl Omar Durdos, y con la participación de los representantes Angel Juan Navarro, David Ramírez y José Valderrama, junto con los Delegados del Puerto de Rawson, Andrés Vera y Cristian Collin, y Mariano Moreno del Centro de Patrones, ha llevado a cabo una serie de reuniones durante la última semana con empresarios y autoridades del gobierno provincial de Chubut.
El objetivo primordial de estas reuniones ha sido abordar el incumplimiento de los acuerdos firmados con la CAFACh, en el marco de la Secretaría de Trabajo Provincial.
«Es esencial subrayar que los acuerdos alcanzados en las paritarias deben ser respetados en su totalidad «, manifestó un referente gremial a la salida de una de las tantas reuniones el pasado lunes.
El cumplimiento de estos acuerdos es fundamental para el correcto funcionamiento del sector pesquero. La falta de cumplimiento podría provocar una grave disrupción social y la pérdida de garantías básicas en un sector motor de la economía regional de Chubut, que genera miles de empleos genuinos directos e indirectos a numerosas familias.
Acta de Acuerdo Firmada en Noviembre 2023
En noviembre de 2023, tras intensas negociaciones en la Secretaría de Trabajo, se firmó un Acta de Acuerdo entre el SOMU y la CAFACh, que regula la actividad en el Puerto de Rawson. Este acuerdo estipuló una recomposición salarial basada en el precio del kilo de langostino. Según el acuerdo, el valor del kilo, que en ese momento era de $360,56, debía ajustarse considerando la inflación acumulada desde abril hasta septiembre de 2023, resultando en un nuevo precio de $600,20.
Además, el acuerdo estableció que, a partir de enero de 2024, el precio del kilogramo de langostino se ajustaría en función de la inflación acumulada durante los meses de octubre, noviembre y diciembre de 2023, fijando el precio en $918 por kilogramo, con ajuste mensual conforme a la inflación.
No obstante, en la actualidad, la Cámara Pesquera, en representación de las empresas, ha expresado su incapacidad para aplicar estos ajustes inflacionarios. Las empresas alegan que no pueden abonar los valores acordados y que los salarios de los marineros ya son excesivos, sin contabilizar maquinistas y capitanes. Esta postura se manifiesta claramente en el rechazo a dolarizar los precios y aplicar los ajustes inflacionarios previstos.
Reacciones y medidas
La Secretaría de Pesca, en colaboración con los Delegados del Puerto de Rawson, ha transmitido a los empresarios y al gobierno provincial la imperiosa necesidad de cumplir con el acuerdo firmado. Se ha argumentado que, al igual que en años anteriores, es necesario aplicar el porcentaje de inflación mensual para evitar la pérdida del poder adquisitivo de los salarios.
El sistema de pago actual contempla que los costos asociados a cada viaje pesquero—incluidos combustible, insumos, víveres y canon—se abonen contra boletas actualizadas, además de un descuento del 19%. » Esto implica que, mientras los pescadores deben asumir los aumentos de costos conforme a la inflación, las empresas parecen reacias a ajustar los salarios de manera proporcional «, dijo ofuscado y de mala manera un gremialista al teléfono ayer a la noche ante la solicitud de información de nuestra periodista.
La Secretaría de Pesca manifiesta su total apoyo a los representantes de Rawson en su defensa del poder adquisitivo salarial y en su solicitud de la aplicación de ajustes inflacionarios. La realidad es que tanto los costos de producción como los precios de los insumos están sujetos a variaciones constantes, y es fundamental que los salarios reflejen estas realidades económicas para mantener la estabilidad y la equidad en el sector pesquero, pero lo que aun no se han dado cuenta es que en la cadena, quien ajusta al alza es el IPC y quien lo hace a la baja es el mercado.
En el medio, se han volatilizado rentabilidades que una parte menos escrupulosa, suple con cajitas por sobre los 20kg. y sobrevive con esa parte en B; mientras otros, con estructuras de casas centrales en otras latitudes, a veces -según conveniencia- se sobre o sub factura mientras creen que aun acá se permuta por espejitos de colores.