El panorama se tornó complejo. La Secretaría de Pesca de la Provincia del Chubut, con la firma del propio secretario, Dr. Andrés P.Arbeletche, ayer por la mañana había en función de proteger el recurso langostino en tallas 3-L4 y menores cuya captura se estaba dando al sur del paralelo 43°30´S, decidió implementar mediante la Resolución SP 2/25 una veda temporal desde las primeras horas de ayer, extensiva hasta el 14 de enero.
Después de corroborar que, también en la zona norte del paralelo 43°S, la existencia de ejemplares L3-L4 y juveniles menores, minutos pasadas las 15:00 horas, emitió una nueva resolución que suspende temporalmente la autorización para el despacho de todas las embarcaciones dedicadas a la pesca de langostino patagónico en aguas de jurisdicción provincial. La medida, que entró en vigor hoy, 8 de enero de 2025 a las 00:00 horas, se mantendrá hasta el 14 de enero de 2025 a las 00:00 horas, con la reanudación de la actividad sin necesidad de un nuevo acto administrativo.
La decisión se toma en el marco de la Ley IX N° 157 y la Ley Federal de Pesca N° 24.922, que otorgan a la Secretaría de Pesca la facultad de implementar vedas y suspensiones precautorias para la conservación de los recursos pesqueros. La medida busca preservar el recurso de langostino, evitar la sobrepesca, reducir el esfuerzo pesquero no beneficioso y garantizar la sustentabilidad del recurso en el largo plazo.
En su resolución, la Secretaría de Pesca subraya que la suspensión responde a la necesidad de realizar un control estricto sobre las capturas, dado el incremento observado en la presencia de tallas pequeñas en la zona habilitada para la pesca al norte del paralelo 43º 40” LS. El principio de congruencia, basado en la observación de los mismos patrones de captura en distintas áreas de pesca, ha llevado a la aplicación de las mismas restricciones en la toda la Zona de Esfuerzo Pesquero Restringido (ZEPR), para garantizar una gestión coherente de la pesquería.
Asimismo, la resolución destaca que la medida se toma bajo un enfoque precautorio, alineado con criterios internacionales sobre la ordenación de pesquerías, en los que se busca evitar impactos negativos a largo plazo sobre los recursos marinos. Con ello, se establece una pausa biológica para permitir la recuperación y sostenibilidad del recurso de langostino.
La medida afecta a todas las embarcaciones operando en la ZEPR con el objetivo de captura de langostino, y la reanudación de las actividades pesqueras está prevista para el 14 de enero de 2025, a partir de las 00:00 horas. La resolución fue notificada a la Prefectura Naval Argentina para su cumplimiento y control.
Sin dudas, la suspicacia de algunos participantes quedó de manifiesto inmediatamente, si bien es un estentóreo comentario recordar que los langostinos no crecerán lo suficiente en 8 días, para pasar de L4 a L2, es clara la idea que pueda ingresar alguna cohorte de mejor talla, aun cuando después de capturar más de 55.000 toneladas desde el comienzo de la zafra el 1 de noviembre pasado, y producto de una escasa demanda y caída sustancial de precios en las tallas L2 y L3 (esta última con fuerza) dejando al descubierto dos temas que despertaran un profundo análisis y tendrán, sin dudas, consecuencias inmediatas:
1).- La capacidad de absorción de plantas frigoríficas para sostener un volumen de capturas creciente y una marcada caída en ventas, aumentando estrepitosamente los stocks.
2).- Ante la falta de ventas, aumentos de stock, costos violentos al alza, y casi desaparición de rentabilidades en todos los segmentos desde la industria primaria extractiva, hasta la exportadora; más la fuerte presión de demandas gremiales y la obscena presión tributaria; todo el complejo se torna peligrosamente crujiente y al borde de la cesación de pagos, en algunos casos. Y el problema no es la capacidad de frío, sino la solvencia económica para sostener un modelo que absorbe materia prima pero no vende con la misma intensidad afectando la capacidad financiera de la matriz manufacturera exportadora.
Podría ser esta una medida que en el fondo de aire a todo el complejo langostinero, que ya muestra mayor sensatez desde lo biológico que desde lo operativo de los participantes del sector, quienes muchas veces toman decisiones sin tener el grado de capacitación, idoneidad y conocimiento para temas que saltan por arriba lo estrictamente laboral cuando los márgenes son tan ajustados y bordeando lo deficitario.
Este tipo de medidas se enmarca dentro de las políticas pesqueras que buscan regular y preservar los recursos marinos, garantizando que las actividades pesqueras sean sostenibles y no pongan en riesgo el equilibrio ecológico de las zonas afectadas.