En un giro de eventos digno de una telenovela mejicana, el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) se encuentra en una maraña de desacuerdos y confusiones, todo por el Acta Acuerdo firmada ayer en la madrugada de Trelew, que parece haber sido firmada, -según la propia dirigencia- en un ambiente, al menos, inconsulto.
Raúl Omar Durdos, Secretario General del SOMU, ha tomado la delantera enviando una CARTA DOCUMENTO que podría considerarse un guión para un thriller sindical, donde llegó tan tarde que lo terminó exponiendo.
Según Durdos, se ha enterado por «medios periodísticos» (gracias), de la existencia del ACTA firmada ayer, 24 de octubre, creada -a su decir-, “entre gallos y medianoche”.
Este documento, rubricado por los delegados del SOMU Chubut Ramón Vera, Cristian Colin y Daniel Cisterna, ha sido declarado como ilegítimo por Durdos, quien sostiene que los tres referentes del gremialismo de Chubut no tienen la capacidad jurídica necesaria para representar al sindicato y que quedó escrita expresamente como que » carecen de capacidad jurídica y de facultades estatutarias para la representación legal de esta Organización «, según se desprende de la propia CD.
En un arrebato de indignación, descalificó el acuerdo, afirmando que “en ninguna forma ratificará la misma”, como si la ausencia de su firma pudiera hacer desaparecer los compromisos salariales que ya están en marcha y han generado el inicio de las actividades en la flota amarilla a instancias de una nueva prospección para el domingo venidero.
Mientras tanto, el empresariado anunció que la “única oferta” de $1,200 por kilogramo de langostino, cifra que ha sido recibida con más escepticismo que entusiasmo por parte de los pocos marineros vinculados al más recalcitrante círculo acérrimo opositor al trabajo.
En medio de este cóctel de confusión y reclamos, que llego cerca de las 10:30 de ayer, los marineros no se han hecho esperar, acusando a la cúpula de la central obrera de la marinería de haber llegado tarde a la pelea, ya que el acta en cuestión ya fue homologada a primera hora del día de ayer, exactamente a las 08:00hs.
Durdos, en un esfuerzo por mantener la calma en medio de la tormenta, ha notificado a la CAFACH y a todas las cámaras empresarias con las que tiene Convenios Colectivos de Trabajo en ejercicio, que cualquier pago realizado por las empresas será considerado como “a cuenta de futuros convenios”. Suena casi poético, si no fuera porque los marineros ya están esperando esos futuros convenios desde hace meses con la calculadora en mano, haciendo números sobre una media de un barco que pueda capturar 48.000 cajas de langostino en la temporada 2024-2025 (históricamente los fresqueros de punta descargan más de 56.000 unidades), sus haberes rondarían sumas de consideración por un sacrificado trabajo de 4 meses.
En este mar de confusiones, Durdos asegura que el conflicto no encontrará solución mientras no se cumplan los compromisos previos y se asegure una “recomposición salarial digna”. Mientras tanto, los tres delegados que, según él, carecen de autoridad, parecen haber pasado por alto la importancia del diálogo, ese pilar fundamental de cualquier acuerdo colectivo.
En resumen, lo que podría haber sido una discusión constructiva se ha convertido en un espectáculo poco serio, donde los verdaderos protagonistas —los marineros que se dedican a trabajar— siguen esperando respuestas y soluciones pero ya sobre los primeros trabajos que ayer se vio en el convulsionado muelle de Rawson, donde armadores, marinería ya embarcada y trabajadores en general, alistaban aparejos de pesca para dar inicio a la esperada zafra de langostino en aguas bajo jurisdicción de la provincia de Chubut, árbol motor del trabajo en el mayor complejo langostinero del mundo, que dio lugar al desarrollo de grandes ciudades estereotipadas como cuna de langostino salvaje y natural argentino; o tal vez… ¿será que nace un nuevo SI.MA.PE. al sur del paralelo 43..?
Buenas pesca para todos.!