Luego del dramático momento vivido en su domicilio, el empresario pesquero chubutense Raúl Cereseto dialogó con PESCARE y contó lo sucedido.
Cereseto, junto a otros empresarios pesqueros de Rawson, denunciaron no hace mucho tiempo a dirigentes del gremio del SUPA Chubut, con quienes tienen un conflicto prácticamente desde que asumió la nueva conducción del gremio, a los cuales le han radicado denuncias por extorsión.
Tal como lo marcamos en la víspera, a poco de conocerse la noticia, desde esta Editorial repudiamos éste y todo tipo de actos de violencia a través de nuestra nota Escalada de violencia en Rawson. Incendian camioneta del Empresario Raúl Cereseto.
En principio preguntarle cómo se encuentra su familia.
La familia un poco abrumada, la verdad es que fue un momento muy shockeante, mi mujer salió a los gritos de la casa, mi hijo (de 14 años) que gritaba “fuego, fuego”. Él fue el que se dio cuenta que algo se estaba prendiendo fuego, yo ya estaba descansando. Todo bastante abrumador.
Nosotros escuchamos un ruido, le pedimos que vaya a mirar, porque no veíamos nada raro y después entró corriendo a la casa gritando ¡fuego, fuego! Sinceramente lo primero que pensé fue “me prendieron fuego la camioneta”, fue lo primero que sentí, y después hablando con mi mujer me lo confirmó. Es como que esperaba que podía pasar un ataque así.
¿A qué le puede atribuir semejante ataque?
A mí no me gusta mediatizar la cuestión judicial, porque me parece que termina yendo para un lado o para el otro y no lo hace bien a nadie, pero sí te digo en términos objetivos, el jueves es la audiencia de apertura de investigación de los dirigentes del SUPA.
No tengo elementos para vincular el hecho con eso, pero tampoco los tengo para desvincularlo, pero sí te digo que es una semana muy agitada, porque evidentemente se enteraron de lo que nosotros denunciamos y la fiscal, para abrir una investigación, encontró los elementos de sobra, dice, para hacerlo. Por eso está la audiencia, y claramente en la audiencia de apertura de investigación, puede solicitar medidas o no. Yo no lo sé y ellos tampoco, pero los fantasmas están todos.
¿Esto se lo puede atribuir a algún tipo de mafia como decimos habitualmente? Porque algo casual no fue, están las imágenes, esto fue algo direccionado. ¿Qué piensa conociendo a la sociedad trelewense?
No sé si la palabra es mafia, lo que te diría es, y creo que en el video se ve claramente, que no andaban por la calle prendiendo fuego vehículos, fueron directamente a mi casa y fueron directamente a mí camioneta, no fueron a la de mi mujer. Había dos camionetas, la mía y la de mi mujer.
Sí creo que fue direccionado, sí creo que fue para darme un mensaje y yo, personalmente no puedo desvincularlo con la causa de extorsión.
Tampoco tengo elementos para hacerlo, pero lo que siento, es eso, que va por ahí. Lo que no me animo a decirte es ni quien ni por que.
¿Hizo usted mismo la denuncia o la justicia actuó de oficio?
En el momento que vemos la situación le pedí a mi mujer que tome el celular, yo encendí la manguera pero intenté en vano apagar el fuego, mientras ella llamaba primero a la policía y después a los bomberos. Primero llegó un patrullero y a los pocos minutos los bomberos.
Una camioneta de ese estilo es muy inflamable, por el combustible, la pintura, el caucho de las cubiertas, no había nada para hacer…
¿La vivienda sufrió daños?
En un momento me asusté, porque ya estaba agarrando los árboles, pero como la camioneta estaba en la vereda, me dio un poco de ventaja, pero el fuego podría haber entrado a la casa, sí. Ese era mi verdadero estrés, que el fuego no alcanzara la casa.
Por cómo lo describe y porque su hijo se dio cuenta rápidamente, no terminó en una tragedia si hubiese sucedido todo un poco más tarde (fue a la medianoche).
Tranquilamente podría haber sido una tragedia, mucho más grave. Si nos tomaba durmiendo hubiese sido trágico, porque saltaban los pedazos de caucho de las cubiertas encendidos, por suerte pegaban en los portones y no agarraron fuego. Podría haber pasado cualquier cosa.
¿Tiene miedo por su familia? ¿Por usted?
Te diría que sí con las reservas del caso. Tengo miedo por mi familia. Si vos me decís si tengo miedo de seguir haciendo lo que estoy haciendo, no. Sí, tengo miedo de lo que puedan hacer estos pibes, sí. Porque no es que me agarraron la camioneta en el trabajo, en el puerto, en un estacionamiento, fueron directamente hasta mi casa. Cruzaron todos los límites y hay cosas que no se hacen.
Me parece que la familia es el límite. Me cantaron “jaque” con la familia y eso a mí me enciende todas las alarmas. Pero miedo a continuar con lo que estoy haciendo, no, no tengo.
Todo un relato que bien calzaría a algún capítulo de El Marginal si es que no fuese parte de la realidad que vive Rawson y que algunos delincuentes buscan por medio de la violencia inducir un cambio de actitud que jamás, -y lo saben-, lo lograrán por medio del diálogo y la persuasión. No tienen esa capacidad.
No tienen esos hábitos que son atributos de educación, cultura, formación e instrucción de gente de bien. Ya en 1938, en La Guajira, Colombia, donde empezó a cantar versos sobre lo acontecido con (a) Moralito, dando origen a parte de lo que se convertiría en la canción La gota fría; Emiliano Zuleta Baquero, entre sus estrofas dice » Que cultura, que cultura va a tener, un indio uyumeca como Lorenzo Morales. Qué cultura va a tener, si nació en los cardonales…»; vaya paralelismo, y sí, es evidente, quienes han hecho de una disputa de criterios por una paritaria o tan solo por una diferencia de apreciación en las formas de trabajo y su remuneración, es evidente, nacieron en los cardonales…