La industria naval empujada por una actividad pesquera que a pesar de los embates de la situación imperante en lo económico, y de los impedimentos en el acceso de insumos importados para la industria, suma dos nuevas embarcaciones en un mismo fin de semana.
Los hechos demuestran el empuje de una actividad que apuesta a la inversión, a la renovación de la flota y por sobre todo al trabajo, en vistas a los próximos 30 años haciendo chico cualquier cuestionamiento eventual por imprevistos o por situaciones macroeconómicas adversas.
HAEFENG 881
En el Astillero Naval Federico Contessi y Cia. en la ciudad de Mar del PLata, con la presencia del Subsecretario de Pesca y Acuicultura de la Nación, Dr. Carlos Damian Liberman, dejó en claro que “La actividad pesquera es una actividad inclusiva, que incorpora a miles de argentinos y argentinas al empleo formal y también genera divisas”.
Minutos antes, el Presidente del Astillero, Sr. Domingo Contessi, remarcó » No solamente hay que hacer, sino que hay que hacerlo bien...«.
Así, se botó al buque pesquero número 144 para ese constructor, se trata de una serie de 6 buques para la firma Arbumasa Pesca Austral SA, cuyos capitales son de origen extranjero, que apuestan a la renovación de su flota de fresqueros. El turno del cuarto buque de seis, fue a las 09:36hs de hoy para el BP Huafeng 881, un fresquero multipropósito de diseño, construcción y mano de obra marplatense, cuyas características la expresábamos días atrás cuando en la recorrida habitual por las gradas del Astillero, su Jefe de diseño, el Ing. Leandro Goñi nos adelantó el diseño y construcción del mismo. Ver Nota.
NATANAEL II
Al mismo tiempo, a escasos 120km más al sur de nuestra ciudad, seguramente con menos prensa, pero no con menos pasión, perseverancia y trabajo, desde las gradas del Astillero Aloncar SA, a orillas del Río Quequén, se botó el Buque Pesquero Artesanal de la flota de Chubut, Natanael II cuyo armador es el empresario Claudio Manriquez, quien junto a autoridades locales y el mismo diseñador y constructor, Ing. Naval Hugo Obregozo, manifestaron emotivas palabras de agradecimiento a presentes y a todos quienes, de alguna manera colaboraron para la construcción de esta embarcación. Cabe mencionar, que desde el inicio de la puesta de quilla del mismo pesquero, todo el desarrollo y diseño hasta la mismísima construcción fue mano de obra local, Argentina, por cuanto queda en evidencia el propio rebalse de la actividad pesquera hacia la industria naval.
El buque en cuestión, de novedoso diseño, aunque es el cuarto botado por el astillero, es de proa invertida, lo que le da mayor estabilidad, menor fricción y resistencia a las líneas de agua y mayor capacidad de carga en tan solo 9.90 metros de eslora. Un buque comodo, versatil, de maniobra simple pero con una bodega cuya capacidad queda acorde a los nuevos límites de la autoridad pesquera de la provincia de Chubut. Hoy, una de las flotas de mayor rentabilidad dentro de la pesquería de langostino en aguas provinciales, debido al fuerte equilibrio entre las prestaciones y capacidades del mismo, en función de los costos operativos. Cuenta con cómodas instalaciones para cinco tripulantes y una visión desde el puente de 360°, lo que le permite una gran operatividad en plenas maniobras de pesca.
El acto de botadura contó con la presencia de distintas autoridades y personalidades destacadas, incluyendo al propietario del buque, Claudio Manriquez, el titular del Astillero ALONCAR SA, Ing.Naval Hugo Obregozo, el presidente del Consorcio de Gestión del Puerto Quequén, Jorge Álvaro, y la Secretaria de Transporte de la Nación, Jimena López, entre otros.
Con la botadura del Natanael II, el Astillero Aloncar suma un nuevo logro en su trayectoria, consolidándose como una de las empresas líderes en la construcción y reparación de embarcaciones de pesca en la región.
Desde ambos astilleros, el factor común fue resaltar en esta ocasión, «fue un día de fiesta para la industria naval y pesquera», por cuanto estos buques son herramientas de trabajo para iniciar una larga y fructuosa cadena de labor, desde la actividad primaria extractiva, hasta el producto terminado, generando trabajo, mano de obra y la posibilidad futura de reconvertir una actividad primaria generadora de materia prima, en el primer eslabón de la industria alimenticia con productos nutritivos para la incorporación de proteínas saludables de origen marino, natural y salvaje con destino consumo del mercado local e internacional.