La C谩mara de Diputados de la Naci贸n ha presentado un Proyecto de Resoluci贸n en el que expresa su profunda preocupaci贸n por las declaraciones de miembros del Gobierno Nacional sobre una eventual desregulaci贸n de la Marina Mercante. El documento, firmado por varios legisladores, advierte sobre los riesgos de repetir pol铆ticas que en el pasado provocaron el debilitamiento de la industria naval argentina y la p茅rdida de empleos.
Seg煤n el texto, las pol铆ticas de desregulaci贸n aplicadas en la d茅cada de 1990, especialmente el Decreto 1772/91, resultaron contraproducentes. Dicho decreto favoreci贸 la desaparici贸n de buques de ultramar argentinos y redujo la cantidad de embarcaciones dedicadas al transporte fluvial y mar铆timo bajo bandera nacional. Los diputados se帽alan que, de una flota que supo contar con m谩s de 60 buques en la Empresa L铆neas Mar铆timas Argentinas (E.L.M.A.), el pa铆s pas贸 a no tener ninguna embarcaci贸n propia en el tr谩fico internacional.
En 2004, el Decreto 1010/04 derog贸 el decreto de los a帽os 90 y reafirm贸 la importancia de la protecci贸n de la industria nacional con la Ley 27.419 de Desarrollo de la Marina Mercante. Sin embargo, seg煤n trascendidos, el Ministerio de Desregulaci贸n y Transformaci贸n del Estado estar铆a impulsando un nuevo decreto con medidas similares a las del pasado, lo que ha generado alerta en el sector.
Entre las preocupaciones mencionadas en el proyecto, se destacan la posible equiparaci贸n de las condiciones laborales de los marinos argentinos con las de tripulaciones extranjeras, la flexibilizaci贸n de contratos de embarque y la exclusi贸n de la normativa laboral nacional. Asimismo, se menciona la intenci贸n de declarar al transporte mar铆timo y fluvial como servicio esencial, lo que restringir铆a el derecho a huelga y obligar铆a a mantener un 75% del servicio operativo en caso de conflicto.
El documento tambi茅n alerta sobre la posibilidad de que los buques argentinos operen bajo matr铆cula extranjera sin perder beneficios ni acceso al mercado interno. Adem谩s, se permitir铆a la contrataci贸n libre de tripulaciones, desvinculando a las bolsas de trabajo sindicales, la eliminaci贸n del requisito de contratar tripulaciones argentinas, habilitando la incorporaci贸n de personal extranjero si se argumenta la falta de trabajadores nacionales calificados.
En este contexto, han surgido nuevas versiones sobre el contenido del decreto en preparaci贸n. Entre los cambios m谩s significativos, se prev茅 que embarcaciones extranjeras puedan operar en aguas argentinas hasta 180 d铆as, con la opci贸n de renovar este per铆odo. La iniciativa busca eliminar restricciones en el cabotaje y permitir que empresas internacionales ingresen al mercado local en igualdad de condiciones con los armadores nacionales.
Adem谩s, los propietarios de buques podr铆an optar por inscribir sus embarcaciones en registros extranjeros sin que esto implique una exportaci贸n, salvo en el caso de los barcos pesqueros.
Los firmantes del proyecto consideran que estas medidas representan una amenaza para la soberan铆a mar铆tima del pa铆s y para el empleo en el sector. Seg煤n argumentan, el 95% del comercio argentino se realiza por v铆a acu谩tica, por lo que resulta esencial mantener una flota nacional operativa con tripulaciones argentinas.
Desde el 谩mbito sindical se advierte que esta iniciativa podr铆a derivar en la p茅rdida de miles de empleos, ya que los armadores nacionales se ver铆an en desventaja frente a compa帽铆as extranjeras con menores costos operativos. La incertidumbre crece, adem谩s, por la falta de un debate p煤blico transparente, ya que las medidas estar铆an siendo discutidas de manera reservada con ciertos sectores empresariales y administradores portuarios.
Sectores cr铆ticos de esta posible reforma afirman que la historia reciente demuestra los efectos negativos de pol铆ticas similares implementadas en los a帽os 90. En aquel entonces, la desregulaci贸n promet铆a atraer inversiones y fortalecer la industria, pero en la pr谩ctica debilit贸 la Marina Mercante Nacional y redujo dr谩sticamente la cantidad de buques bajo bandera argentina.
Mientras el oficialismo sostiene que estos cambios buscan modernizar el sector y mejorar la competitividad, referentes de la industria y organismos internacionales alertan sobre los riesgos de permitir una migraci贸n masiva de embarcaciones a registros off-shore. Incluso, pa铆ses como Estados Unidos avanzan en la direcci贸n opuesta, impulsando legislaciones para fortalecer sus flotas nacionales y fomentar la construcci贸n naval local.
El debate sobre el futuro de la Marina Mercante Nacional est谩 abierto, y la preocupaci贸n expresada por los diputados refleja la incertidumbre que genera la posibilidad de nuevas reformas en el sector. La industria naval y los trabajadores aguardan definiciones mientras se intensifican las discusiones sobre el impacto que podr铆an tener estas medidas en la econom铆a y el empleo.
