Duros conceptos del empresario Fernando Álvarez Castellano contra la anterior gestión política pesquera. Estuvo en Mar del Plata para dar inicio a la construcción de dos barcos en el astillero SPI. Sin dudas, junto a Antonio Solimeno y Jose Moscuzza referente histórico de la pesca en Argentina, hombre de peso en cada palabra y compromiso en cada acción.
El presidente del Grupo Conarpesa Continental Armadores de Pesca S.A. asistió a la colocación de las tradicionales monedas en sendas quillas de los dos barcos que construirá el astillero Servicios Portuarios Integrados en el puerto de Mar del Plata, donde en su discurso acusó a funcionarios de la gestión anterior de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura de «coimeros».
No dejó de sorprender a los presentes el discurso del empresario español, quien además de mostrarse satisfecho por lo simbólico del acto, le apuntó a la gestión del Dr. Carlos Liberman y del Dr. Julián Suárez al frente de la Subsecretaría de Pesca y de la Dirección Nacional de Coordinación y Fiscalización Pesquera, con quienes mantiene un conflicto de larga data.
Luego de agradecer la presencia de los sindicatos vinculados al sector pesquero y naval y con pocos funcionarios públicos presentes, Álvarez Castellano, tras dialogar con varios medios de comunicación, expresó entre varios conceptos:
“Tengo varios amigos en Mar del Plata aunque digan que estamos peleados los patagónicos con los marplatenses, no es así, al menos no en mi caso. Para mí sigue siendo un orgullo seguir reinvirtiendo en la Argentina. Llevo treinta años, creo que lo he demostrado desde que llegué con una mano adelante y otra detrás. Este es el inicio de dos y si Dios quiere van a seguir otros seis barcos más. Esa es la idea, es el proyecto”, anunció el empresario ibérico.
El presidente de Conarpesa manifestó además en el acto que: “en estos últimos cuatro años, con la anterior gestión encabezada por el Sr. Liberman y Suárez todo fue trabas. No nos dejaron crecer nada, todos los proyectos los aparcaron. Si queríamos algo teníamos que pagar una coima. No me duele decirlo, siempre lo he dicho. Saben ustedes que soy claro. A lo mejor este es un momento que tendría que ser de satisfacción. Para mi persona sí lo es, porque estar cuatro años callados, sin poder hacer nada, sin poder crecer, viendo entrar barcos de todos los colores con permisos legales e ilegales y callado y quedado y diciéndole a nuestra gente ‘ya nos tocará, ya nos llegará nuestro momento’. Parece que llegó nuestro momento. Espero que con la nueva administración con la Subsecretaría a cargo del Sr. Cazorla y su gente, volvamos a que la gente que quiere invertir se la ayude, se la apoye y se la anime a hacerlo”.
Ya en el tramo final, Álvarez Castellano dijo a los presentes: “Veníamos a la vanguardia, pero cuatro años parados y ver a los demás cómo pudieron crecer y hacer cosas y nosotros no pudimos, te das cuenta que es mucho tiempo. Todavía me queda cuerda para rato, tengo nuevos socios en España, gente de cuarenta y tantos, son los que nos van a jubilar pero estos últimos años los voy a ayudar a volver a poner a Conarpesa en el lugar que merece y en el ser la empresa pionera y una empresa pionera en la Argentina, todo por su comportamiento y su cuidado en el recurso que siempre hemos estado de acuerdo con ello. Esperemos que estos dos barcos sean el inicio de muchos más. Tengo muchos más anuncios para este año, se van a sorprender. No van a saber de dónde viene tanto dinero para invertir, pero cuando la gente quiere y apuesta el dinero aparece. Creo que este país se merece que todos empujemos para adelante. Espero verlos en muchos más actos este año”, concluyó el empresario dejando la puerta abierta a nuevos anuncios.
Las embarcaciones llevan los nombres de “J. Barreiro” y “S. Tenorio”, en homenaje a quienes fueran presidente y fundador de la empresa Conarpesa respectivamente. Tienen una eslora de 20 metros, con algo más de 70 metros de bodega, para lo cual la empresa con capitales españoles realizará una inversión de algo más de 8 millones de dólares.
Previo a la soldadura de las monedas en cada una de las quillas, que simbolizan la construcción de la nave sobre ellas, la que fue realizada por los dos soldadores aprendices más jóvenes para realizar la tarea, que recayó en las manos de David Silva y Damián del Castillo, la presidenta del astillero SPI, Sandra Cipolla pronunció un discurso alentador y esperanzador luego del anuncio de Álvarez Castellano.
“Fuerte, pero gracias (dirigiéndose a Álvarez Castellano) porque ese ‘input’ que pusiste en el discurso está puesto en esto. Obvio me motivan ‘los seis’ te tomo la palabra, ‘la dimos’, me dice. Es un día muy particular, la respuesta de ellos para nosotros significa el comienzo. Cuando uno tiene que encontrar la punta del ovillo es a través de algo y ese algo para nosotros en la industria naval es una puesta de quilla. Es el inicio de la construcción, de una construcción de un círculo virtuoso que realmente genera, por lo menos a mí, pasión, porque empieza con una persona, con una idea, con un armador que nos convoca”, dijo Cipolla.
“Este un simple acto de la construcción de un barco y eso empieza a tomar forma a través de los ingenieros los ingenieras, los técnicos, la ilusión de esto, de siempre ir por más y efectivamente como Fernando decía, que las inversiones se pongan en valor, que esto que nosotros hacemos, el sector empresario, que es hacer las inversiones de riesgo, estén siempre en forma permanente puestas en valor y en la industria naval, la única forma de ponerlas en valor este tipo de naves, las gradas que vimos, es solo la construcción de barcos nuevos, porque como hablamos hoy con Horacio (Tettamanti) nosotros no podemos construir nunca buques usados, por lo tanto necesitamos a los trabajadores”, instó la presidenta del astillero, haciendo alusión a algo que hoy volvió a comentarse: la posibilidad de importar nuevamente buques usados.
“Necesitamos a la UTN, que vele por esto, que vele por la construcción nueva en la Argentina – quiero buscar la palabra exacta para no sonar combativa-, enseñemos a los jóvenes que tenemos que defender y amar lo que hacemos, que no podemos nunca comparar lo que hacemos acá o lo que hacen los astilleros de Mar del Plata, o los que hacen los astilleros de Argentina con buques usados porque los camiones no se comparan con camiones usados, entonces eso tenemos que dar, una gran batalla que se nos viene, que es cultural”, continuó Cipolla en la misma línea de pensamiento.
“Tenemos que hacer docencia me dijeron hoy. Yo a veces me niego a la docencia, porque hemos hablado tanto y hemos defendido tanto la industria que me resulta a veces difícil volver a empezar, pero necesito convocar a todos estos jóvenes que están atrás (en alusión a los trabajadores del astillero que participaron del acto), que el sustento de empresarios como Fernando, para seguir velando por las construcciones aquí en la Argentina, construcciones de barcos argentinos, construidos por argentinos. Tenemos que poner en valor, en mucho valor, con mucho amor, con mucha pasión, batallamos hace muchos años que dicen que nuestra materia gris se va, hoy tenemos una oportunidad, hoy Conarpesa nos estamos una dando oportunidad de que nosotros, esa materia gris, nos quede acá, pero no es suficiente para la industria naval que tiene que defender conceptualmente la producción nacional y la industria nacional, y sobre todo la naval, aquella que además es virtuosa, porque estos barcos además que van a generar un proceso constructivo industrial productivo en sí mismo, es un bien de capital, que Conarpesa le va a agregar valor a través de la pesca y el empleo que hace en la zona. Y además vamos a tener la suerte de repararlos nosotros”, conminó la presidenta de SPI al empresario entre risas.
“Desde mi más profundo deseo de seguir luchando por nuestra industria, por nuestra empresa, y sobre todo con los jóvenes, con el departamento de ingeniería, que le propusimos una innovación sobre las líneas de este barco, y lo aceptó. Nos ayudaron a pensar un barco con líneas diferentes. Se puso todo un andamiaje a favor del desarrollo de la producción. Estamos comprometidos con nuestra industria y nuestros clientes. Entendemos las necesidades de absolutamente todas las partes. Lo que no vamos a dejar ni en lo que vamos a claudicar es en la defensa de nuestros ingenieros, ingenieras, de nuestros trabajadores, y sobre todo de nuestros clientes, que son nuestra razón de ser. Disfrutemos esta puesta de quilla de dos barcos de construcción nacional nuevos. Nosotros no haremos ni permitiremos nunca buques usados, así que muchísimas gracias y a disfrutar”, concluyó Sandra Cipolla con total claridad en sus conceptos.
Por supuesto que la nota no son las fuertes declaraciones que hizo Álvarez, sino la importancia de la continuidad y persistencia en la vocación de seguir creciendo con la renovación de la flota, principalmente con inversiones cercanas a los $7.000M en un astillero marplatense, lo que en principio y rápidamente se traduce en trabajo directo y por rebalse hacia otros sectores, como el metalúrgico, hidráulico, neumático, eléctrico, carpintero naval, frío y tantos otros proveedores de materias primas para la concreción de una nave de estas características. Más inversión, más desarrollo y más trabajo para manos de obra de marplatenses, que desde la industria naval y pesquera, mitigan los tristes índices a los que ha llegado la sociedad después de décadas de desincentivo y falta de compromiso por parte de los gobiernos reinantes.
La actividad privada nuevamente se destaca para hacer que el Coliseo de la Pesca vuelva a creer en su propia capacidad junto a empresarios del tenor y convicción del Sr. Fernando Alvarez Castellano, que no solo aporta en la construcción naval sino en todo el complejo procesador exportador de langostino de los últimos 50 años en el país.
Valores que la sociedad debe considerar a la hora de lo que produce un empresario en el ambiente laboral y social argentino.