El ARA Almirante Irízar, el emblemático rompehielos de la Armada Argentina, completó con éxito la primera fase operativa de la Campaña Antártica de Verano 2024/2025 (CAV). Tras una navegación de 10.600 kilómetros, el buque desempeñó un papel clave en el reabastecimiento de las Bases Antárticas argentinas y en el apoyo a proyectos científicos en el continente blanco.
Durante 45 días de operaciones, el ARA Almirante Irízar brindó apoyo logístico a diversas bases, incluyendo la Base Antártica Carlini y las Bases Antárticas Conjuntas (BAC), como Esperanza, Petrel, Marambio, Brown, Primavera, Cámara y Orcadas. En estas estaciones, el rompehielos entregó material científico, combustibles, lubricantes, víveres, materiales de construcción y carga general, detalló la Armada Argentina.
Además, el rompehielos realizó encuentros operativos en el Mar de la Flota con el aviso ARA Puerto Argentino, al que se le reabasteció de agua potable y combustible, y al que se le transfirió personal y carga para la reapertura de la Base Antártica Decepción. También trabajó en conjunto con el ARA Bahía Agradable, que se encuentra realizando la Patrulla Antártica Naval Combinada junto a la Armada de Chile. Este aviso prestó apoyo logístico para el traslado de materiales a la Base Antártica Cámara desde Ushuaia.
Más allá de las tareas logísticas, el ARA Almirante Irízar desempeñó una función crucial en la ciencia, gracias a sus laboratorios a bordo. Durante esta fase, se llevaron a cabo investigaciones científicas en apoyo a los proyectos que la Dirección Nacional del Antártico (DNA) y el Instituto Antártico Argentino desarrollan en la región.
El Comandante del ARA Almirante Irízar, Capitán de Navío Sebastián Musa, destacó las dificultades que enfrentaron durante esta etapa, mencionando las condiciones climáticas extremas y el estado atípico del hielo, con bases cuyas bahías aún estaban congeladas y con grandes témpanos y escombros de hielo en las cercanías. No obstante, el comandante enfatizó que, a pesar de estos desafíos, se cumplió con todos los objetivos propuestos por el Comando Conjunto Antártico (COCOANTAR), completando con éxito los trabajos de reaprovisionamiento, el repliegue y el despliegue de personal en las bases.
«En la Antártida no hay días ni horarios para operar. Solo la férrea voluntad de nuestra gente se enfrenta a las condiciones extremas de este continente«, subrayó el Capitán Musa, quien también destacó la experiencia y profesionalismo de la tripulación, fundamental para el éxito de la misión.
Con la culminación de esta primera fase, el ARA Almirante Irízar se dirigirá hacia Buenos Aires para alistarse para la segunda fase de la campaña, que comenzará en febrero. En esta nueva etapa, el rompehielos continuará con el reaprovisionamiento de insumos y carga a las bases, con la Base Antártica Belgrano II como uno de los destinos principales.
Además, el Sea King que acompañó al rompehielos durante esta fase será enviado a la Base Aeronaval Comandante Espora para realizar trabajos de inspección y mantenimiento, asegurando su operatividad para la siguiente etapa operativa.
Con estos avances, Argentina refuerza su presencia en la Antártida, contribuyendo tanto a las necesidades logísticas de las bases como a la investigación científica que se realiza en uno de los entornos más desafiantes del planeta.