El sector pesquero argentino se arrastra, golpeado por una tormenta de problemas que pareciera no tener fin. Es como si cada uno de los males se hubiera dado cita para ver hasta d贸nde pueden hundir a una industria cuyo estandarte era el trabajo, la pujanza, y el dinamismo de perfilar la reinversi贸n con impacto directo en la Industria Naval.
La presi贸n fiscal es la soga que aprieta y no suelta; los impuestos, los escandalosos derechos de exportaci贸n aplicados a productos con un fuerte costo industrial (no como la soja, que es directo, pero a la semilla), las cargas provinciales, los aranceles de ingreso a mercados internacionales, todos metiendo la mano, todos llev谩ndose algo. Las empresas no tienen m谩s remedio que aflojar el bolsillo y ver c贸mo se les escapa el aire que costo muchos a帽os poder juntar. Como si desde el gobierno estar铆a bien ver la devoluci贸n de utilidades que enjuagan el verdadero esp铆ritu de las libertades de los individuos y sus empresas, algo que antes del 10 de diciembre hubiese sido un sacrilegio lo aplicaran figuras libertarias.
El costo laboral en d贸lares, mientras tanto, crece sin detenerse. El peso se desploma a una tasa much铆simo menor que la del IPC, formando inflacion en dolares a pasto con la agravante perdida de competitividad del sector que ofrece en el circuito mundial m谩s de 95% de sus productos, pero adem谩s, los salarios siguen su marcha inflacionaria.
Para las compa帽铆as que dependen de mercados extranjeros, es un castigo adicional. Tienen que competir afuera, con costos inflados adentro. El margen, ese peque帽o respiro, se convierte en un suspiro cada vez m谩s d茅bil. Las rentabilidades desaparecieron.
Y los gremios, los sindicatos, son otro frente abierto. No es que las demandas sean nuevas, pero cada conflicto se vuelve una trinchera, un bloqueo, una demora. Los barcos parados, las f谩bricas detenidas. Los costos suben, la producci贸n se frena y la reputaci贸n se arrastra por el suelo en mercados que no esperan, que simplemente buscaron otros proveedores, que poseen mayor mercader铆a, disponible todo el a帽o y a menor precio como el caso del langostino. Claro, de menor calidad..!, pero cuando el bolsillo es flaco, el sabor y textura es relativo, puede esperar.
El panorama internacional que siempre fue el salvavidas de la actividad, lejos de ser la soluci贸n hoy se vuelve una roca. Los precios de los productos pesqueros caen por un tobog谩n, arrastrados por una demanda global que se enfr铆a. Los mercados clave se ralentizan, y la competencia desde otras latitudes hace lo suyo.
Pa铆ses con costos m谩s bajos y menos impuestos se llevan lo que pueden, han avanzado incluso en convenios bilaterales de reciprocidad, accedieron a tratados de libre comercio, han eliminado barreras arancelarias, los gobiernos han trabajado. En Argentina, -quien arengaba y amenazaba a castigar ciudadanos en medio del mayor encierro de la historia de la humanidad, estaban de fiesta nada menos que en el sill贸n de Rivadavia- y ahora desean dar c谩tedra a las empresas argentinas, que hoy, son impulsadas para seguir en el juego, ajustarse a vender barato. Y vender barato es vender perdiendo, es quedarse sin nada. Este es el panorama.
La rentabilidad se evapor贸. Lo que antes era un negocio con m谩rgenes ajustados, ahora es un campo minado. Los n煤meros ya no cierran y muchos empiezan a pensar en apagar las luces. Se recortan sueldos, no hay nuevas aperturas de puestos de trabajo, algunas empresas comienzan a endeudarse a tasas mas altas que lo que producen en medio de una caida de demanda generalizada en mercado interno y externo.
Las empresas que aguantan lo hacen a duras penas, esperando que algo cambie, que alguna se帽al venga del gobierno o del mercado. Sin embargo, lo 煤nico que parece seguro es que esto no se arregla solo y es m谩s probable que ceda el sector estatal que el privado que no esta dispuesto a rifar una vida de trabajo en pos de una futura elecci贸n intermedia del 2025.
La historia es la misma de siempre: una combinaci贸n letal de decisiones erradas, factores externos incontrolables y una estructura que hace agua por todos lados. El sector pesquero es solo otro ejemplo de c贸mo las cosas se pueden ir al diablo cuando todos los planetas se alinean para mal.
El rescate, si es que existe, necesitar铆a ser amplio: menos impuestos, menos costos en d贸lares, menos conflictos y m谩s cabeza para entender que competir afuera no es solo un n煤mero, sino que dependen de un Tipo de Cambio, casi como el paso de una h茅lice, para que transfiera la potencia del motor al medio y no genere espuma sino acci贸n, movimiento, potencia y velocidad. Pero mientras tanto, la realidad es que cada d铆a se hace m谩s dif铆cil mantenerse a flote en un mar cada vez m谩s oscuro.
En medio de este berenjenal, la cuotificaci贸n de la especie mas importante del caladero argentino, la merluza y, quiz谩 la m谩s onerosa la merluza negra que, adem谩s de marcar un hito de renovaci贸n, fija y asienta formas hacia lo pr贸ximo que irremediablemente busca llegar a paso redoblado, que es la cuotificaci贸n de langostino, en momentos m谩s que cr铆ticos, como todo lector conoce.
Oportunamente, 鈥淒if铆cil鈥︹; titular铆a el extinto peri贸dico sensacionalista, 鈥Cr铆tica鈥 que cerrara en los primeros a帽os de la d茅cada del 鈥60. Agregar铆a, adem谩s, un escenario complejo, inmerso en muchos intereses particulares de grupos empresarios, en su mayor铆a for谩neos, expectantes por c贸mo se pueda desenvolver est谩 anunciada cuotificaci贸n que tiene vistas de definirse para fines de septiembre.
La ca贸tico es definir un escenario para los pr贸ximos 15 a帽os transitando momentos donde las empresas est谩n debajo de frentes casi incontrolables y externos a sus propias decisiones que son impuestos por el entorno interno, (Tipo de Cambio, presi贸n tributaria, Derechos de Exportaciones, aranceles, costos indexados de mano de obra e insumos) y externos (falta de demanda y precios deteriorados en m铆nimos de los 煤ltimos a帽os, imposibilidad de vender, aumento de stocks).
En este marco, una cuotificaci贸n que demanda mayores costos por Canon/regal铆as y posiblemente una reactualizaci贸n de derechos de extracci贸n (DUE); cuando el ambiente comienza a mostrar las primeras fisuras, como el caso de Gaveteco, y otras que preanuncian una compleja situaci贸n social en caso que desde las altas esferas sostengan variables en forma cuasi artificial e id茅nticas que el modelo tan criticado anterior al 10 de diciembre pasado. Es que poco ha cambiado, y si realmente ha cambiado algo es hacia un sincericidio que ya muestra las primeras v铆ctimas, los trabajadores. Aquellos que no tienen reservas para paliar una situaci贸n adversa que podr铆a ser el principio de males mayores, mientras desde el Estado, se apunta a un esquema recaudatorio con una preexistente desinformaci贸n del periodismo, acerca del sector, prejuzgando o suponiendo escenarios muy distintos de la realidad que se transita.
Es l贸gico que cada participante conoce esta situaci贸n, no hace falta escribirla ni leerla, se siente todos los d铆as, cada vez que el empresario recibe medio kilo de facturas a autorizar su pago; pero mientras cada uno en forma separada -a lo Tupac Amaru- tironea del sistema, el mismo se despedaza.
Lo lamentable es que desde las distintas C谩maras inmiscuidas m谩s en intentar buscar consensos entre sus asociados que exteriorizando la situaci贸n real dram谩tica tanto a la opini贸n p煤blica, como el periodismo y principalmente el Estado, sostiene una idea acabada muy err贸nea de una actividad que supo ser brillante pero que hoy est谩 poniendo de sus reservas para sostenerse.
La pregunta es 驴hasta cu谩ndo?, y la respuesta es una pelea entre un Presidente que sostiene artificialmente el Tipo de Cambio en un modelo ortodoxo de ajuste que apunt贸 a destruir la demanda incluso sobreprotegiendo la industria nacional, (as铆 baja y controla la inflaci贸n), en cambio de dar condiciones claras de una apertura a mayor oferta de bienes y servicios que le permitan al consumidor elegir a menor precio producto de una mayor cantidad de participantes oferentes en libre competencia; que escuchar las voces del FMI que le indican lo peligroso de caer nuevamente en un Tipo de Cambio relativo extremadamente bajo, y por eso jam谩s llegar谩n los u$s 15.000 millones que se necesitan para sincerar la econom铆a y derrumbar el cepo. Al momento el modelo es m谩s de lo mismo, y como tal, la pelea es entre quien sostiene del gobierno escuchando las fuerzas del cielo y quien sabe que, entre la empresa y el gobierno, los gobiernos pasan, las empresas quedan.
La fase es terminal, y los tiempos se aceleran. El mayor complejo manufacturero argentino, el de la merluza, por ahora no estalla, porque m谩s de 50 buques operan en el langostino, a la vuelta, la situaci贸n podr铆a ser otra, en una lucha desesperada para cuotificar r谩pidamente, antes que el escenario se sit煤e en un entorno m谩s ca贸tico e impredecible, mientras tanto, los stocks aumentan, los cheques empiezan a ser analizados y las fechas de pago cada d铆a m谩s alejadas, como compitiendo a ver quien queda afuera en esta macabra situaci贸n.






