La Comisión Cuatripartita de la Actividad de Pesca de Altura ha conformado una mesa de trabajo a nivel regional, a partir de la cual se han realizado reuniones para la elaboración del Manual y discutir otros temas de interés sugeridos por los actores en la Ciudad de Mar del Plata.
Distintas entidades vinculadas al sector fueron las que participaron junto a la SRT para la confección, tal el caso del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos, el Sindicato de Conductores Navales de la República Argentina y el Centro de Patrones, Oficiales Fluviales, de Pesca y de Cabotaje Marítimo de Mar del Plata, desde el ámbito de los trabajadores.
Por el sector empresario participaron el Consejo de Empresas Pesqueras Argentinas, la Cámara de la Industria Pesquera Argentina, la Cámara de Armadores de Poteros Argentinos y la Cámara de Armadores de Pesqueros y Congeladores de la Argentina.
Mientras que en representación de las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo, participó la Unión de Aseguradoras de Riesgos del Trabajo.
Asimismo, colaboraron en el trabajo la Escuela Nacional de Pesca de Mar del Plata, la Prefectura Naval Argentina, participando en algunas reuniones la Cámara Argentina de Armadores de Buques Pesqueros de Altura.
El documento está organizado en ocho apartados y un anexo, donde explica que el tipo de buque determina diferentes modos de exposición a los riesgos en el trabajo, como así también la modalidad de pesca.
Este Manual de Buenas Prácticas es continuidad de uno anterior, abocado a buques tangoneros, teniendo el de reciente difusión como eje a los buques poteros, partiendo de la base que ambos tipos de buques presentan diferencias en las condiciones de trabajo, aunque también similitudes.
Describe el Manual que la pesca de altura conforma una de las actividades de mayor riesgo de sufrir accidentes de trabajo a nivel mundial, lo cual puede ser explicado por varios factores, entre los que se encuentra las condiciones de los buques, la inclemencia climática y la fatiga.
En nuestro país se observan datos que acompañan esa acentuación. Considerando el CIIU de la actividad “Pesca y elaboración de productos marinos realizada a bordo de buques procesadores”, (ya sea tangoneros como poteros), arroja un índice de incidencia de 85.2, mientras que el promedio de todas las actividades reunidas presenta aproximadamente la mitad, 37.1 –datos de 2022.
Esta situación puede explicarse por el modo de realizar el trabajo a bordo (actividades donde se ejerce carga física y en continuo movimiento) conjuntamente con la diagramación de la jornada de trabajo en espacios aislados, alejados de la costa y de tierra firme por un período de varios días.
Cada puesto de trabajo presenta exposiciones diferentes, no obstante “la única exposición común a estos grupos tiene lugar durante su estancia a bordo del buque y es el movimiento constante, tanto mientras trabajan como cuando descansan”.
En tal sentido, los trabajadores permanecen en situación de trabajo, es decir, a disposición del empleador por un período prolongado, lo que incrementa la posibilidad de accidentes de trabajo y enfermedades laborales, debido a riesgos originados en la organización del trabajo (la extensión de la jornada laboral, la modalidad salarial y el ritmo de trabajo).
Uno de los apartados del descriptivo documento, está especificado sobre el “Perfil de Riesgos Laborales del Sector”, donde se detalla que el sector pesquero de flota roja (buques de altura, de importantes dimensiones) presenta condiciones de trabajo relacionadas con el tipo de especies y la modalidad de extracción de las mismas.
Las consecuencias de los accidentes pueden leerse a partir de dos indicadores: la cantidad de días que generan las bajas y las secuelas incapacitantes. En el primer caso, el promedio de días caídos en la actividad de la pesca es 62.1 mientras que para el resto de las mismas es 33.1 días.
En lo que atañe a las Incapacidades Laborales Permanentes (ILP) que generan los accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, en este recorte laboral se supera (19.2%) al resto de las actividades (11.6%).
En relación a las partes del cuerpo donde mayor impactan los accidentes de trabajo, se observa que lideran los registros de notificación del Sistema de Riesgos del Trabajo, “dedos de las manos” en un 24%, seguido de “rodilla” en un 15.3%.
El Manual tiene como antecedentes uno de similares características realizado por esta mesa cuatripartita en Puerto Madryn para buques tangoneros, donde colaboró en el trabajo la Universidad Tecnológica Nacional, en convenio con la SRT, en la evaluación de exposiciones físicas y recomendaciones.
Otro de los trabajos precedentes es la encuesta sobre Condiciones y Medio Ambiente de Trabajo, a los trabajadores pesqueros embarcados en la actividad, que se realizó en 2015 en los puertos de Mar del Plata y Puerto Madryn.
Los relatos previos obtenidos de los actores sociales vinculados a la actividad, permitieron preparar este último estudio. Asimismo, el Manual de Buenas Prácticas, contempla las directrices emanadas del Convenio 188 sobre el trabajo en la pesca de la Organización Internacional del Trabajo, cuya entrada en vigor fue en noviembre del año 2017 (ratificado en nuestro país en 2011).
El temario incluye la Simbología para la identificación de riesgos, flujograma de buque potero, descripción del proceso –análisis del flujograma-, trabajos en cubierta, marinero; trabajo en planta, descripción general de la planta y los puestos de la misma, procesador-clasificador, tunelero, empacador, bodeguero, otros puestos de trabajo; operador de puente – capitán; maquinista, cocinero, alimentación y agua potable; camarotes, incendio, capacitación y familiarización acorde al Manual del Sistema de Gestión de Seguridad de la compañía; atención sanitaria, elementos de protección personal, consumo problemático de sustancias; factores de la organización del trabajo; y Anexo: Evaluación de Riesgos Laborales.
Agradecemos a la Superintendencia de Riesgos del Trabajo por el documento.