Los puertos son vitales para el comercio global y la economía, y su eficiencia depende del dragado regular para mantener los canales y áreas de maniobra operativas.
El dragado regular es esencial para la funcionalidad, seguridad y competitividad de los puertos, apoyando tanto el comercio global como la economía local y contribuyendo a la protección ambiental. Es crucial que las autoridades y gobiernos prioricen y financien estas actividades.
En tal sentido, el proceso de dragado en el puerto Antonio Morán de Comodoro Rivadavia ha dado inicio, y las expectativas apuntan a que la obra podría concluir incluso antes de lo previsto. La draga ecológica de succión por arrastre Ortelius, reconocida por su potencia y por cumplir con los más estrictos estándares medioambientales, como lo es la Fase V de la Unión Europea y las normas Tier III de la Organización Marítima Internacional (OMI); perteneciente a la Compañía Sud Americana de Dragados, ha iniciado la tarea de extracción de sedimentos del recinto portuario. Esta intervención, de envergadura, implica la remoción de aproximadamente 255 mil metros cúbicos de sedimentos acumulados en las áreas de muelles y antepuerto.
Como medida de preservación ambiental, los sedimentos extraídos serán depositados en el medio marino, a una distancia de 6,5 kilómetros de la línea costera, en una cuadrícula de 800 x 800 metros. Para garantizar el cumplimiento de las normativas y la supervisión de la actividad, observadores ambientales e inspectores de obra estarán a bordo del Ortelius durante los trabajos.
Se proyecta que esta intervención optimizará la operatividad del puerto durante al menos 15 años, hasta que surja la necesidad de un nuevo mantenimiento. El dragado asegurará una profundidad mínima de 7 metros en el antepuerto y de 10 metros frente al muelle de Ultramar, permitiendo un funcionamiento ininterrumpido las 24 horas del día.
La ampliación del calado en el muelle supondrá un impulso significativo para el comercio exterior y el desarrollo de diversos sectores productivos, incluidos los parques eólicos, la industria petrolera y gasífera, la pesca, la producción de cemento, como Petroquímica Comodoro Rivadavia, y potenciales proyectos de Hidrógeno Verde.
Según Favio Cambareri, Administrador Portuario, «con este dragado se recuperarán las condiciones de profundidad que tuvo el primer dragado en 1996, permitiendo la entrada de buques de hasta 10 metros de calado (33 pies), que es el estándar de los principales puertos de Argentina«.
Además, existe la posibilidad de que la obra concluya en un plazo de 30 días, mucho antes de lo previsto inicialmente. «A pesar de que el plazo de ejecución es de 60 días, la empresa ha indicado que, gracias al equipamiento que han traído consigo, podrían reducirlo a la mitad si las condiciones climáticas lo permiten«, señaló Cambareri. Esto significa que podríamos ver el fin del dragado en tan solo un mes. «Estas dragas poseen una capacidad operativa extraordinaria, lo que permite acelerar los tiempos de la obra«, agregó el Administrador Portuario.
El presupuesto total de la obra asciende a U$S 4,6 Millones, IVA incluido. Los fondos para el dragado provienen de recursos propios de la Administración Portuaria, con el respaldo financiero del Banco de la Provincia del Chubut. Según las autoridades provinciales y portuarias, esta inversión estratégica se amortizará rápidamente con el aumento subsiguiente de la actividad portuaria.
Por su parte, Marcelo Persichini, vicepresidente de Compañía Sudamericana de Dragados, explicó: «Dependiendo de las condiciones climáticas marítimas, el plazo de la obra se estima en cuarenta y cinco días. Estas se llevarán a cabo reafirmando nuestro compromiso con el medio ambiente y la sustentabilidad, atendiendo a las demandas especiales de esta zona«.
Para ello, la empresa instalará en el puerto equipos que permitirán monitorear en tiempo real las alturas y valores del mar, proporcionando esta información a toda la comunidad. Se realizarán monitoreos diarios de las condiciones del agua, sedimentos y pluma de turbidez para evitar cualquier daño ecológico, y la operación estará cubierta por seguros medioambientales.