Los pasivos acumulados rondan los 75 millones de Euro y la imposibilidad del acceso al crédito o a una absorción por parte de empresas de mayor porte queda desdibujada ante un mercado que no reacciona, sin demanda y con precios decididamente en baja.
Las condiciones del mercado han cambiado significativamente, y el leonino sistema financiero de las grandes casas bancarias españolas, en buenos momentos, dieron crédito a tasas bajas y cuando el mercado cambió, el costo del dinero subió rápidamente, producto de ciclos de la vida económica y monetaria de la pos pandemia y guerra del Este europeo. Los bancos desaparecieron, algunos pocos elevaron la tasa a niveles usurero para aquel evolucionado mercado y el único destino de la pesquera procesadora parece que es la quiebra.
Ahora, casi dos meses después de acogerse a la ley concursal, los contratos de buena parte del plantel de trabajadores, de fuerte impacto indemnizatorio, queda supeditado a una actividad casi inexistente.
Con toda la planta permanente de personal suspendida, no hay actividad ni liquidez para enfrentar los compromisos asumidos. Por ende, el concurso preventivo no solamente recae en Fandicosta sino en cada empresa satelital de la misma, como Peixemar y Casa Botas, ambas dos, dentro del mismo concurso preventivo asumido hace algunas semanas atrás.
De acuerdo a la documentación remitida a la filial del juzgado en lo comercial administrativo de Pontevedra, el pasivo asciende a 75 millones de Euro; cifra imposible de remontar aún en un mercado de consumo nacional e internacional demandante.
La empresa había facturado cerca de 300 millones de Euro el año pasado y la actividad no genera rentabilidad para poder acceder a un mecanismo de refinanciación de pasivos, menos aún sin el apoyo de los bancos del sector, que otrora le dieron cuerda, y ahora le exigen.
La documentación remitida al juzgado tiende a responsabilizar a los bancos que han compensado cuentas unilateralmente sin la autorización y firma de la empresa. “Si bien no hay ejecuciones judiciales ni administrativas en curso, las entidades financieras están llevando a cabo la compensación unilateral de los pagos realizados por clientes en las cuentas que los solicitantes tienen en dichas entidades”, según le adelantaron a la reconocida periodista gallega, Lara Graña para Faro de Vigo.
En tanto el estudio jurídico defensor manifestó al Juez que “ paralice de inmediato estas prácticas, tratándose de créditos de titularidad de las empresas solicitantes de esta comunicación ”. Por cuanto la situación tiende a ser algo más compleja de lo que es de fondo.
Aunque la defensoría, adelanto que “ mientras se encuentren vigentes los efectos del preconcurso (equivalentes al concurso de acreedores), no podrán iniciarse ejecuciones sobre los bienes o derechos necesarios para la continuidad de la actividad suspendiéndose las compensaciones unilaterales que se puedan llevar a cabo por las entidades financieras ”.
Es al menos un pequeño lapso de tiempo que podría alentar a continuar negociaciones para evitar daños mayores y evitar la quiebra, aunque ya comenzaron, desde la empresa, vendiendo partes de la misma, por cuanto el futuro no es el más favorable para una empresa pujante que se sobregiró y abuso del crédito barato, con un cambio de escenario evidentemente no previsto por sus asesores económicos.
Esta situación, a diferencia del mercado argentino, cuyo atenuante es que las inversiones y el capital de trabajo es con capital genuino de las empresas y sin financiación por parte de entidades financieras, es para tener en cuenta, frente a un cambio repentino en el marco de las variables de un modelo restrictivo que pueda tener el mercado financiero y del consumo argentino, ante el cambio de gobierno, donde la desaceleración del elevado consumo producto de pesos excedentes, podrían cambiar rápidamente el escenario en el mercado interno, que hoy sostienen la paralizada y poco rentable actividad exportadora. A tener en cuenta.