Otro día más de intensa actividad para la Prefectura Naval Argentina. En solo 48 horas debió aeroevacuar a tres tripulantes de buques pesqueros que se encontraban trabajando a bordo.
En la víspera dábamos cuenta de un rescate en altamar a raíz de una indisposición que sufrió uno de los tripulantes del BP Arbumasa I, a unos 250 kilómetros del puerto chubutense de Comodoro Rivadavia.
Ahora, en una misma jornada, personal de la Fuerza debió realizar dos aeroevacuaciones más, en sendos operativos, que como siempre destacamos, son una precisión elogiable, pero que tienen un alto riesgo para todos los involucrados en las maniobras.
En apenas 48 horas, la Autoridad Marítima Argentino realizó tres operaciones de rescate de este tipo. Personal especializado y medios aéreos de la Fuerza se encargaron de atender a los navegantes que necesitaban atención médica urgente. Con estas, la Estación Aérea Comodoro Rivadavia completó 200 aeroevacuaciones exitosas.
Merced a los buenos oficios en los despliegues de los operativos y con un trabajo coordinado en equipo, el personal que se especializa en este tipo de acciones y que reviste en la Prefectura Naval Argentino, a bordo de medios aéreos, debió realizar en una misma jornada dos aeroevacuaciones de tripulantes de buques pesqueros argentinos que sufrieron una emergencia médica mientras navegaban en el Mar Argentino y necesitaban atención inmediata.
El primero de los operativos se inició en momentos que el capitán del B/P “MARÍA EUGENIA”, de bandera argentina y con asiento en el puerto de Mar del Plata, se comunicó con la Fuerza debido a que un marinero de 51 años y con antecedentes de diabetes e hipertensión, se había descompensado y presentaba dificultad respiratoria con dependencia de oxígeno suplementario y cianosis (coloración azul), además de visualizarse un edema en los miembros inferiores.
Luego de evaluar el cuadro del paciente y debido a que contaba con oxígeno escaso para seguir asistiendo al tripulante a bordo –de acuerdo a lo que informó oficialmente la Prefectura Naval- una médica de la Institución indicó su evacuación inmediata, cuando el buque se encontraba a 40 millas náuticas (alrededor de 64 kilómetros) del puerto de Comodoro Rivadavia.
Horas más tarde, el capitán del B/P “EMPESUR V”, también de bandera argentino, dio cuenta mediante una comunicación con la Autoridad Marítima argentina, que un marinero, de 42 años, presentaba un cuadro compatible con peritonitis, por lo que también se indicó su inmediata evacuación aérea del buque, que en este caso navegaba a 138 millas náuticas (más de 220 kilómetros) de Comodoro Rivadavia.
En las dos situaciones, desde la Estación Aérea Comodoro Rivadavia de la Prefectura decolaron un avión y un helicóptero con personal especializado en este tipo de operaciones y una médica a bordo.
Las maniobras realizadas fueron de similares características, ya que una vez que el helicóptero se ubicó sobre los buques, se descendió una canasta sanitaria y se izó a los tripulantes, quienes recibieron las primeras atenciones a bordo del helicóptero y recibieron los diagnósticos de “insuficiencia cardíaca” y “abdomen agudo” respectivamente.
Mientras se realizaba la milimétrica maniobra de rescate, el avión sobrevolaba la zona para brindar apoyo y, en tierra, mientras que en el aeropuerto de Comodoro Rivadavia aguardaban sendas ambulancias para trasladar a los pacientes, para su posterior traslada al Hospital Regional de la mencionada ciudad chubutense, donde permanece internado el tripulante del “Arbumasa I” desde el día martes.
En las últimas 48 horas, la Prefectura realizó tres aeroevacuaciones completando 15 en lo que va del año, dando la Autoridad Marítima argentina una muestra más de su compromiso y capacidad operativa para atender las emergencias en el mar, salvaguardar la vida y brindar seguridad a los navegantes.
Con estas misiones, la Estación Aérea Comodoro Rivadavia cumplió 200 aeroevacuaciones exitosas desde su creación, historial que reafirma su prestigio nacional e internacional en la materia.
Hay que destacar que lo cotidiano de cada una de estas operaciones bajo cualquier condición de viento y mar, hacen que parezcan tareas sencillas. No lo son, y la coordinación de cada minuto en vuelo son años de experiencia y entrenamiento en este tipo de eventos. Los pilotos argentinos tienen la capacidad de hacer fácil lo difícil, y hay que destacarlo, más aún cuando la tarea responde a urgencias del hombre de mar tan distante de la costa y en un medio líquido donde los movimientos y la coordinación requieren de la precisión para la que están entrenados.