El secretario de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, Dr. Julio Cordero, se refirió este lunes a la crisis que atraviesa la industria pesquera, en particular el segmento de los buques congeladores dedicados a la captura de langostino. En diálogo con el periodista Eduardo Feinmann en el programa “Alguien tiene que decirlo”, habló sobre las negociaciones paritarias, el rol de los sindicatos y la intervención del Estado nacional.
Consultado sobre la situación actual del sector, Cordero explicó: “La pesca empezó siendo un problema de renegociación de un convenio colectivo de trabajo, pero ahora, especialmente con el langostino, se profundizó en otra cosa. Realmente es algo que nos ocupa seriamente”.
El funcionario aseguró que “la mayoría de los trabajadores quiere salir al mar a realizar su tarea, pero un grupo minoritario ha recurrido a amenazas e incluso a la violencia para impedirlo”. Y añadió: “Esto pasó de ser una negociación colectiva a ser una situación de mayor gravedad”.
Cordero destacó el compromiso de la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, en garantizar el derecho individual al trabajo y erradicar la violencia y el acoso laboral: “Hay personas dentro del SOMU que utilizan mecanismos absolutamente intolerables en una república democrática. Mandan fotos, amenazan a los trabajadores que embarcan, y sus familias quedan en tierra recibiendo esos mensajes. Es gravísimo”.
El secretario remarcó que se están tomando medidas con el Ministerio de Seguridad, y que el Estado argentino está obligado por tratados internacionales a actuar frente a estos hechos.
Durante la entrevista, Cordero mencionó que “de cuatro gremios, dos de los más grandes ya aceptaron y que el SOMU no firmó el acuerdo”. Sin embargo, omitió mencionar al SIMAPE (Sindicato Marítimo de Pescadores), que también forma parte activa del conflicto. Lo hizo con una referencia imprecisa: “El SOMU, que es el principal, el otro también está…”.
Esta forma vaga de aludir al SIMAPE denota un manejo superficial de la situación, especialmente tratándose del funcionario nacional responsable del área laboral. La falta de claridad o de información completa sobre los actores involucrados debilita la capacidad del Estado para intervenir eficazmente en un conflicto que ya debiese haber finalizado con una gestión mas activa por parte del Estado nacional.
Más adelante, al ser consultado sobre las consecuencias económicas del conflicto, Cordero sostuvo: “Hay barcos que pasando las 200 millas están ahí. Hay barcos extranjeros pasando esas 200 millas. El langostino no respeta una frontera. Esto es un tema de desarrollo nacional”.
Esa afirmación muestra el desconocimiento de la actividad, ya que en la milla 200 no se realizan operaciones de pesca destinadas a la especie por la flota nacional ni la extranjera . El área en cuestión, ubicada fuera de la Zona Económica Exclusiva Argentina, es conocida por la presencia de buques extranjeros dirigidos principalmente a otras especies, como calamar y merluza.
El langostino argentino se concentra en aguas jurisdiccionales argentinas a una profundidad no mayor a 100 metros y su pesca está estrictamente regulada dentro y fuera de la ZVPJM como así también en los Golfos y en el Mar Territorial de cada una de las provincias del litoral marítimo. Vincular el conflicto gremial actual con la actividad fuera de la milla 200 revela una falta de precisión técnica por parte del secretario, aunque en segundo lugar.
El conflicto tiene como eje la negociación de un nuevo esquema salarial y de condiciones laborales para los tripulantes de buques congeladores tangoneros. Aunque parte de los gremios firmaron acuerdos —en particular, el Sindicato de Capitanes y el de Maquinistas Navales—, el SOMU y el SIMAPE mantienen posiciones críticas y denuncian presiones empresarias, condiciones inseguras a bordo y falta de representación en las negociaciones.
Mientras tanto, cientos de marineros siguen varados en tierra y los barcos, inmóviles en puerto, arrastran pérdidas millonarias para el sector exportador y un profundo daño social en comunidades que dependen vitalmente de esta actividad.
La ausencia de acuerdos sostenibles y la creciente gravedad del conflicto, ya en la agenda nacional, llevaron al secretario de Trabajo a convocar una reunión clave para hoy a las 11 horas. Trascendió que, ante la inminente pérdida del 70% de la temporada del segmento tangonero congelador —con apenas tres mareas posibles por delante—, el funcionario podría endurecer su postura en un último intento por rescatar lo que aún queda de una zafra que, para muchos, ya se da por perdida.