Las nuevas metodologías de trabajo, los nuevos implementos y herramientas y por sobre todas las cosas los conocimientos, son pilares fundamentales del crecimiento de la industria. Naval.
Venimos escuchando repetidamente sobre la “tecnología 4.0”, concepto que por primera vez se utilizó hace una década en la Feria de Hannover (en el Salón de la Tecnología Industrial) y que dos años más tarde fuera presentado en la misma feria y defendido a través de distintos trabajos e investigación.
La industria 4.0 no es una tecnología. Es un concepto, por lo que es útil comprender sus antecedentes. La industria 4.0 tiene sus raíces en Alemania, un país donde la fabricación representa el 20% del PIB. En los primeros años del siglo XXI, la gente en Alemania se preguntaba cómo el país podía mantener el liderazgo en la fabricación a medida que enfrentaba nuevos desafíos, como la aparición de competidores de bajo costo en Asia y la creciente inclusión de software y piezas electrónicas en automóviles y máquinas. instrumentos.
En 2010, el gobierno alemán desarrolló su estrategia de alta tecnología para 2020. Una de las acciones de seguimiento propuestas fue analizar más en profundidad lo que se convertiría en la Industria 4.0. En abril de 2013, la publicación de un informe de 80 páginas «Asegurar el futuro de la industria manufacturera alemana: recomendaciones para implementar la iniciativa estratégica Industria 4.0» mencionó un nuevo tipo de industrialización, sucesora de tres revoluciones industriales anteriores: mecanización, electricidad e información. tecnología (TI). Esta cuarta revolución industrial es la convergencia del mundo virtual (ciberespacio) y el mundo físico en forma de sistemas ciberfísicos, Internet de las cosas (IoT) y servicios. Se espera que estos conduzcan a innovaciones técnicas como fábricas inteligentes, productos inteligentes y cambios organizativos con empresas que establezcan redes que vinculen a clientes, productos, equipos de fábrica y proveedores. Para conocer de qué se trata y qué posibilidades hay de su incorporación a la industria naval y pesquera, PESCARE dialogó con el Ingeniero Naval Alejandro Vaccari, quien es Ingeniero egresado de la UTN Regional Mar del Plata, quien además de desarrollar su tarea en forma particular, es Director del Departamento de Ingeniería Naval y docente de la cátedra de Introducción a la Ingeniería Naval, materia que se cursa en el primer año de la carrera.
¿De qué se trata la tecnología 4.0?
El 4.0 está ligado a que es la cuarta Revolución Industrial. La primera fue cuando nace la máquina a vapor, la segunda se dio con el petróleo y la generación eléctrica y la tercera cuando aparece la informatización. La cuarta está fundamentada en la innovación y el sustento de todo eso es la gran capacidad de procesamiento de datos que hoy tenemos.
¿Qué vinculación tiene la tecnología 4.0 con la industria naval?
La tecnología 4.0 está focalizada en abaratar costos y tiempo en procesos, mediante la toma de datos uno puede mejorar los procedimientos. Hay que optimizar, ese es el fundamento del 4.0 apoyándose en toda la electrónica y la capacidad de cálculo y proceso que hoy tienen los servidores, las computadoras, hay tanta tecnología a disposición hoy.
Hoy tenemos un “super” procesador o un gran centro de cómputos que permite hacer millones de cálculos en poco tiempo y tomar datos –por eso se habla de Big Data-.
Big Data es un centro de datos que recolecta justamente datos de un proceso o de una máquina que puede estar dando datos en todo momento. Lo llevo por el lado de la máquina porque es una forma sencilla de explicarlo y es un ejemplo claro que existe:
Una máquina que está realizando un procedimiento: esa máquina siempre trabaja a una cierta temperatura, un cierto consumo de energía eléctrica o realiza una cierta cantidad de movimientos y si vos detectás una variación en esa curva, “ahora está trabajando a otra temperatura, ¿qué está pasando?”, está indicando que el proceso está cambiando, que esa máquina está teniendo un mal funcionamiento o está avisando que se puede llegar a romper.
¿Qué se hace en ese caso del ejemplo que da?
Se hace un mantenimiento predictivo al estar arrojando valores que son distintos a los que veníamos siguiendo. No es que una persona revisa lo que está arrojando, sino que el mismo sistema emite una alarma y si el sistema está completo, es decir, la máquina “tira” un error, tiene una variación en el procedimiento, eso lo detecta una computadora que puede tener inteligencia artificial y si está interconectado puede hacer una nota de pedido de reparaciones y si se sabe que la falla por datos, por estadísticas, el sistema puede saber que es una pieza que está averiada y la pide directamente a un proveedor que también está interconectado.
¿Argentina en qué punto o en qué parte estaría?
No quiero hablar tanto de Argentina sino de la industria naval puntualmente. En la industria naval no estamos con “el arco y la flecha”, estamos en el inicio donde ciertos astilleros pueden estar implementándolo. Acá se está invirtiendo en software, que sería el principio de esa carrera.
Esto no es necesariamente esa máquina que detecta el mal funcionamiento también puede ser la utilización de robótica o lo que hoy se llaman cobots que es un robot colaborativo. Estamos acostumbrados a ver un robot que funciona en una línea de producción como puede ser la autopartista en la construcción de un automóvil como lo vemos en la televisión.
¿Podría ser por ejemplo un pantógrafo?
Un pantógrafo es en realidad una pieza mecanizada. La diferencia está que en la zona donde el pantógrafo está funcionando o un robot que está funcionando, no puede haber personas. Porque el pantógrafo “camino” y si hay un brazo lo corta. Un robot en una línea de montaje, si tiene que girar sobre un eje y hay una persona lo va a golpear. Eso es lo que se conocía hasta ahora. Ese concepto se está cambiando y por eso se habla de cobots. Tiene visores, sensores que detectan la presencia de un obstáculo que puede ser un humano. Giran, se paran, porque saben que hay alguien detrás. Esa es la nueva tecnología a la que se está apuntando.
Se está hablando también de exoesqueletos que nacieron para, en la medicina, hacer caminar a gente que tenía problemas motrices. Un exoesqueleto se puede utilizar para asistir a un operario como puede ser un soldador que está realizando una soldadura “sobre cabeza” como por ejemplo en una chapa que está justamente sobre su cabeza. Esa soldadura tiene un límite, que es hasta que se le cansa el brazo al operario, en cambio con esto donde se coloca una estructura que se coloca sobre el brazo puede sostener el brazo del soldador del operario, de manera que la tirada de soldadura es mucho más grande y más productiva.
¿En los buques que se puede hacer con toda esta innovación?
Hay astilleros en el mundo que está trabajando con lo que se llama “gemelo digital”, que es un buque gemelo al que se construyó, pero modelado de forma digital. Cuando hablamos de modelo digital no es solamente el cascarón sino que son todas las maquinarias, todos los elementos que tiene a bordo. Motor principal, motor auxiliar, una bomba, artefactos eléctricos, electrónicos, pero principalmente son las piezas que tienen desgaste. Una vez que se modeló ese gemelo digital, el buque que existe físicamente, tiene sensores por ejemplo en un escape, en una admisión, en un motor, en la temperatura, un sensor que tome el número de vueltas, en una bomba, el caudal que sale, la temperatura a la cual funciona, de esa manera el gemelo digital va recolectando todos los datos que emite ese barco y así podemos saber si algún elemento, alguna pieza de ese buque está teniendo alguna anormalidad, una anomalía en los datos, detectamos que hay algo mal y así podemos actuar de la manera que corresponde, haciendo mantenimiento predictivo o un cambio o buscando ver como optimizar reemplazando lo que funciona mal y ver que habría que hacer para subsanar eso.
La incorporación de estas nuevas tecnologías ¿no quita mano de obra? ¿o puede generar otro tipo de mano de obra?
Esto es lo que siempre pasó en todas las revoluciones. En la primera Revolución Industrial se decía que iba a faltar mano de obra, en la segunda también y en la tercera también. En la cuarta, obviamente está ese temor, siempre está ese temor.
No quita mano de obra sino que la cambia. Estos sistemas hay que desarrollarlos, los datos hay que procesarlos. Si bien hay inteligencia artificial hay que desarrollarla también.
Para este tipo de tecnología 4.0 la capacitación que necesita ese operario no va a ser un operario que va a estar, no va estar destinado a hacer una tarea repetitiva como sucedió en otras revoluciones, sino que va a estar más del lado de los sistemas.
La desventaja que tenemos acá es que ese desarrollo para un servidor que puede funcionar en cualquier parte del mundo, se puede hacer precisamente en cualquier parte del mundo. Ahí es donde el Estado tiene que adelantarse y por más que la tecnología todavía no esté, tiene que empezar a formar a las personas que van a desarrollar esos programas.
Independientemente de los avances 4.0 que puedan tener los astilleros o la industria en general lo que tenemos que pensar como Estado, ser los que vamos a programar y desarrollar todo ese sistema.
¿Cómo se puede convencer a una industria tan tradicional en muchos aspectos, de todos estos cambios?
En la industria naval el convencimiento tiene que venir mirando el impulso que hoy tenemos por el langostino. Todos sabemos que esos procedimientos son cíclicos. Ojalá el langostino durara 50 años, que no quita que haciendo una pesca razonable lo podamos lograr. Hay que aprovechar toda esta ola para invertir. La industria privada está invirtiendo mucho, cualquiera que pasa por el Puerto de Mar del Plata se da cuenta que los astilleros crecieron y que hay una inversión muy grande, principalmente en los tres astilleros más grandes. Y después toda la industria satélite. Hay que aprovechar para invertir, porque en el momento en que quizá, ojalá que no, se da una baja en la actividad en la Argentina, tenemos que estar capacitados para aprovechar todo este know how que estamos adquiriendo ahora, aprovecharlo para poder ofrecer nuestra industria al mundo.
La manera de ofrecer la industria al mundo es siendo competitivo. Si el mundo se está optimizando con la industria 4.0 nosotros también lo tenemos que hacer, por la sencilla razón de que nos vamos a quedar afuera por una cuestión de costos.
¿Esto también serviría para la pesca extractiva o es solo aplicable a la industria naval en lo que a “nosotros” nos refiere?
Acá estamos aprendiendo mucho con los buques pesqueros porque hay un desarrollo grande impulsado porque las empresas pesqueras lo pueden pagar. Se están haciendo barcos porque hay alguien que lo paga. Estamos aprendiendo mucho de pesqueros.
Un buque pesquero es un barco polivalente. Es un barco que es pesquero, que adentro tiene alojamientos, estamos hablando que es un hotel, que tiene una fábrica, si es langostino el proceso es más sencillo pero si va a merluza que es la otra especie que tenemos fuerte, adentro tiene una factoría, tiene una fábrica que elabora el pescado.
Un barco nos da mucho conocimiento, ¿cuál es el miedo de alguien que diseña un buque pesquero de hacer otro tipo de buque? Si bien no hay que subestimar a otro tipo de embarcación. En la Argentina podemos conocer sobre pesqueros, conocemos sobre remolcadores y que a mi entender son barcos muy complejos, son barcos relativamente pequeños y en ese interior tenemos que meter un montón de cosas.
Para un proyecto de un buque pesquero hay que pensar mucho, lo demás es a gran escala, no me asustaría si en la Argentina, en algún momento, dicen “queremos volver a hacer buques más grandes”. Teniendo el know how de un buque pesquero estamos aptos para hacer otro tipo de embarcaciones.