La flota viguesa de Malvinas, integrada por 16 buques y en torno a mil tripulantes, ha comenzado por transitar la segunda marea en una nueva zafra de calamar en las islas australes con la expectativa de mantener los niveles de los últimos cinco años, y alcanzar unas 50.000 toneladas, que se considera excepcional, clave para la industria pesquera española. Y con la expectativa de ampliar el acuerdo con el Gobierno de las Islas Británicas (GIB) que finaliza en 2030 por licencias de pescas en “sus” aguas lindantes.
El presidente las cooperativas de armadores de Vigo, ARVI, Sr. Javier Touza, dejó entrever que cada grupo empresario debe tener una propia negociación con el GIB para alargar o no, ese contrato inicial hasta el 2030, en principio.
Por el momento y por como viene la pesca del calamar este año, se supo que ya varias empresas están tratando de hacer contactos con el GIB para buscar previsibilidad en vistas de lo que pueda pasar más allá del año 2030, ya convenido. Ya hay algunas empresas que hablan de renovarlo por 25 años mas.
Desde las empresas armadoras de Vigo, hicieron saber que este año ya llevan capturados un volumen 8% superior al capturado en año anterior desde el inicio de zafra hasta el 15 de abril, con lo que se espera nuevamente para este año una captura excepcional de calamar.
La flota, que partió desde España, 40 días antes del inicio de zafra el 27 de febrero pasado tiene una capacidad de bodega de 23.000 toneladas de producto terminado o semi procesado abordo. Tienen como objetivo previsto alcanzar las 50.000 tn de calamar en los 60 dias que dura la licencia de pesca y la zafra. Hoy, creen poder superar esa expectativa, por lo que el recurso sigue brindando la cantidad suficiente para justificar que esta flota de modernísimos pesqueros de última generación lleguen todos los años.
“No hay improvisación, y la búsqueda de la eficiencia tiene que ver con la planificación, no puede haber fallos, los días perdidos en el mar, son irrecuperables, lo que no se pescó hoy, mañana no se pesca el doble, así que se testean los sistemas y las modificaciones de artes de pesca y maniobras que, producto de la experiencia de nuestras tripulaciones se van modificando para lograr en el menor tiempo posible una mayor cantidad y calidad de las capturas” explico un armador que tiene base en Marín, España.
El mismo, ya entrada la segunda marea de su barco, señaló con buen atino que “este año las expectativas ya son muy altas, primero por la cantidad de recurso, y fundamentalmente porque nos han llegado informes científicos que revelan la buena gestión del caladero. La expectativa para 2022 sigue siendo como mínimo el promedio, aunque siempre hay dudas porque son recursos naturales, pero estaríamos ya hablando de más de 57.000 toneladas, equivalentes a una facturación promedio por buque de 10.5 millones de dólares”
Esta flota, llega con el doble de la tripulación operativa, para poder hacer dos turnos rotativos de guardias y trabajo en planta. La mayoría son marineros gallegos, pero cada vez menos por la falta de relevo, una circunstancia en la que los armadores inciden de forma reiterada “porque parece que nadie quiere embarcarse, cuesta mucho trabajo encontrar gente dispuesta en Vigo, así que reclutamos marineros de afuera», explica el presidente de la Cooperativa de Armadores. No obstante, destaca Touza que lo importante «es que los mandos son gallegos”. Un informe de 2021 del Servicio Público de Empleo señala que nueve de cada diez puestos de trabajo con mayores dificultades para ser cubiertos en Vigo son del ámbito marítimo-pesquero. El listado abarca 20 perfiles, de los que la inmensa mayoría (18) están vinculados con la pesca y son los que las empresas detectan más problemas a la hora de encontrar personal. Entre ellos están técnicos de frio naval, jefes de máquinas de buque mercante, segundo, ayudantes, engrasadores, maquinistas navales, mecánicos navales, pilotos de buques mercantes y oficialidad en general. No obstante, no es una situación exclusiva de Vigo, por estas latitudes, ocurre lo mismo.
Por el lado de Malvinas, el caladero lo explota en exclusiva la flota viguesa gracias a un acuerdo sobre derechos de explotación pesquera firmado con el GIB, que vence a fines del año 2030. De ahí que ya hayan avanzado los contactos de las empresas armadoras de cara a renovar por 25 años más las licencias para la pesca del calamar, un cefalópodo endógeno y de alto valor comercial que tiene un ciclo vital corto: se reproduce de forma masiva y en poco tiempo se convierte en un ejemplar maduro y muere (2 años aproximadamente), por lo que el plazo para la gestión del caladero está tasado y controlado a base de informes científicos que constatan su situación real y su probable evolución. “Hay empresas que ya optan a extender desde ahora la relación durante más años para así tener garantías para poner al día la flota, cada empresa libremente decide entre seguir hasta 2031 o ya renovar desde ahora con un derecho nuevo”, señala el presidente de los armadores. La idea es prorrogar los derechos exclusivos para así poder realizar fuertes inversiones en nuevos congeladores. Como se ve, una planificación muy previsible que ya esta tomando decisiones para el año 2030.
Fotografía portada, Gentileza Revista IP