La Organización Marítima Internacional (OMI), agencia especializada de la ONU, dio un paso sin precedentes al aprobar el primer marco jurídicamente vinculante que combina la fijación de precios del carbono con límites obligatorios de emisiones para el transporte marítimo internacional. La medida, adoptada por el Comité de Protección del Medio Marino (MEPC 83), se aplicará a partir de 2027 e incluye una nueva norma global sobre combustibles y un mecanismo económico mundial.
El objetivo es claro: lograr emisiones netas nulas de gases de efecto invernadero (GEI) provenientes de los buques hacia 2050, como máximo. Para ello, se exigirá a todos los buques de más de 5.000 toneladas de arqueo bruto —que representan el 85 % de las emisiones del sector— que reduzcan progresivamente la intensidad de carbono de los combustibles que utilizan o compensen su exceso mediante un esquema financiero.
El nuevo marco se incorporará como capítulo 5 del Anexo VI del Convenio MARPOL, el instrumento internacional que regula la contaminación proveniente de los buques. Las reglas introducen dos instrumentos clave:
- Norma mundial sobre combustibles: obliga a reducir la intensidad de carbono de los combustibles (GFI), calculada bajo el enfoque “del pozo a la estela”.
- Medida económica global: los buques que excedan los límites deberán adquirir unidades de recuperación o contribuir al nuevo Fondo Net-Zero de la OMI, mientras que quienes utilicen tecnologías limpias recibirán incentivos.
Este fondo se destinará a fomentar la innovación tecnológica, fortalecer capacidades en países en desarrollo, apoyar la transición energética y mitigar impactos en Estados vulnerables, como las naciones insulares o los países menos adelantados.
El plan contempla la adopción formal de las enmiendas en octubre de 2025 durante una sesión extraordinaria del MEPC, con entrada en vigor prevista para 2027. También se desarrollarán directrices de aplicación durante 2026.
Durante el MEPC 83 también se aprobaron acciones clave como:
- El Plan de Acción 2025 contra la basura plástica marina.
- Enmiendas a la normativa sobre eficiencia energética (CII).
- Un plan de trabajo para regular el uso de sistemas de captura de carbono a bordo (OCCS).
- Avances hacia una regulación vinculante sobre incrustaciones biológicas para frenar especies invasoras.
El secretario general de la OMI, Arsenio Domínguez, destacó el consenso alcanzado entre los Estados miembros y llamó a continuar el trabajo conjunto: “La OMI cumple sus compromisos climáticos, pero necesitamos mantener el diálogo abierto para garantizar la implementación efectiva del acuerdo”.
Aunque el acuerdo fue bien recibido por la mayoría, algunos países —como los Estados insulares del Pacífico— expresaron que las medidas deberían ser más ambiciosas, mientras que grandes productores de hidrocarburos como Arabia Saudita y Rusia votaron en contra.
La aprobación del marco climático por parte de la OMI marca un punto de inflexión para la industria marítima global. Por primera vez, se establecen reglas claras, con metas, costos e incentivos, para transformar un sector clave del comercio mundial, responsable del 3% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. A partir de 2027, navegar sin contaminar dejará de ser una opción y pasará a ser una obligación.