Argentina y Estados Unidos firmaron el marco comercial m谩s amplio en d茅cadas, pero el sector pesquero 鈥攓ue exporta m谩s de USD 200 millones anuales al mercado norteamericano y paga un arancel del 10% para ingresar鈥 qued贸 nuevamente excluido de las negociaciones.
El Gobierno argentino y la administraci贸n estadounidense avanzaron en un Acuerdo Marco Comercial que abarca industria, agricultura, servicios, comercio digital, propiedad intelectual, ambiente y seguridad econ贸mica, configurando la agenda bilateral m谩s amplia en muchos a帽os. Sin embargo, en esa arquitectura estrat茅gica que busca modernizar regulaciones y facilitar inversiones, la actividad pesquera volvi贸 a quedar al margen, pese a su rol clave como uno de los pocos sectores generadores netos de divisas del pa铆s.
Estados Unidos es hoy el tercer principal comprador de productos pesqueros argentinos, con exportaciones que alcanzaron las 30.331 toneladas y los USD 207,4 millones FOB durante 2024. Esa cifra equivale al 10% del valor total exportado por la pesca argentina a nivel global, lo que evidencia la importancia del mercado estadounidense para la econom铆a del sector.
La relevancia de Estados Unidos no solo se explica por el volumen, sino por el tipo de productos que absorbe. Gran parte de los embarques corresponde a mercader铆a de alto valor unitario, lo que convierte a este destino en una fuente privilegiada de divisas.
El langostino procesado es uno de los ejemplos m谩s s贸lidos: solo en 2024 gener贸 m谩s de USD 67 millones, con precios promedio superiores a los USD 10.500 por tonelada en sus presentaciones m谩s elaboradas. La merluza negra aport贸 cerca de USD 38 millones, con valores que llegaron a superar los USD 33.000 por tonelada en cortes premium.
A este desempe帽o se suma la merluza hubbsi, que export贸 por m谩s de USD 24 millones, y la centolla, que aport贸 otros USD 14 millones con precios cercanos a los USD 20.000 por tonelada. Esta estructura de ventas confirma que el mercado estadounidense es uno de los destinos donde la Argentina puede colocar mercader铆a con mayor valor agregado, lo que multiplica su impacto econ贸mico en el corto y mediano plazo.
Esa importancia se vuelve a煤n m谩s evidente si se considera que los productos pesqueros argentinos pagan un arancel del 10% para ingresar a Estados Unidos. La eliminaci贸n de esa barrera, que podr铆a haber sido discutida en el marco del nuevo acuerdo bilateral, tendr铆a un efecto inmediato en la competitividad del sector y en los precios finales que perciben los exportadores.
La ausencia de la pesca en la negociaci贸n no es un episodio aislado. Refleja, seg煤n especialistas del sector, un problema de larga data relacionado con la falta de institucionalidad, la debilidad de la representaci贸n empresarial y la escasa presencia pol铆tica en los 谩mbitos donde se define la estrategia comercial del pa铆s.
Mientras la Argentina suscribe compromisos internacionales vinculados a sostenibilidad marina, trazabilidad, certificaci贸n y est谩ndares ambientales, las decisiones que podr铆an mejorar las condiciones de acceso al mercado estadounidense se toman sin participaci贸n del sector directamente afectado.
La situaci贸n genera un contraste evidente. La pesca aporta m谩s de USD 2.000 millones anuales en exportaciones globales, ocupa el octavo lugar entre los complejos exportadores del pa铆s y sostiene miles de empleos directos e indirectos. Aun as铆, no tiene un espacio institucionalizado en las mesas donde se discuten reglas comerciales que impactan de manera directa en su desempe帽o internacional. La ausencia no se explica por falta de relevancia econ贸mica, sino por falta de voluntad pol铆tica y de articulaci贸n dentro del propio sector.
El nuevo marco comercial con Estados Unidos podr铆a haber abierto la puerta a una serie de mejoras concretas: la discusi贸n sobre aranceles, la revisi贸n de barreras no arancelarias, la promoci贸n de inversiones en procesamiento, el fortalecimiento de acuerdos sanitarios y la mejora de los est谩ndares de trazabilidad de cara a mercados cada vez m谩s exigentes. Sin embargo, la exclusi贸n de la pesca impide avanzar en un conjunto de demandas que el sector sostiene desde hace a帽os y que resultan fundamentales para consolidar su competitividad.
La estrategia bilateral, que apunta a profundizar la presencia argentina en cadenas de valor globales, deja en evidencia una contradicci贸n dif铆cil de ignorar. Mientras el pa铆s busca diversificar exportaciones y fortalecer sectores estrat茅gicos, la pesca 鈥攗no de los complejos que ya funciona con relativa eficiencia y estabilidad exportadora鈥 queda fuera de la conversaci贸n.
La firma del Acuerdo Marco Comercial entre Argentina y Estados Unidos abre un nuevo escenario para m煤ltiples actividades productivas. Pero en el caso de la pesca, la foto vuelve a ser la misma: un sector din谩mico, competitivo y generador de divisas que no logra ocupar el lugar que le corresponde en la pol铆tica comercial del pa铆s.
Con exportaciones que superan los USD 200 millones anuales hacia Estados Unidos y precios que posicionan a sus productos entre los m谩s valorizados del comercio exterior argentino, la exclusi贸n del sector no solo resulta injustificada, sino contraproducente.
Para revertir esta situaci贸n ser谩 necesario que la dirigencia pol铆tica incorpore a la pesca en las pr贸ximas rondas t茅cnicas. Si la pesca no logra hacerse un lugar en la arquitectura comercial del pa铆s, no ser谩 por falta de m茅ritos, sino por falta de voluntad estrat茅gica en el momento en que m谩s se la necesita.









