Fabián Ballesteros, el coordinador General de Pesca de SENASA junto al reciente Director de SENASA Centro Regional Buenos Aires Sur, Manuel Baldovino dirigidos por una importante negociación del vicepresidente del ente rector sanitario, Rodolfo Acerbi, llevaron adelante una gestión junto a miembros de la DIPOA brasileña, (ente de fiscalización y control de ingreso de productos de origen animal a Brasil) para delimitar los criterios de calidad que permitan a la Argentina poder ingresar filete de merluza congelado a través de la frontera terrestre con Brasil, que ya están desde ayer en nuestra ciudad.
Es muy probable que la comitiva brasileña tenga intensiones de flexibilizar los controles sobreactuados sobre la merluza IQF, teniendo en cuenta que los parásitos de la misma, (endémicos en el mar argentino) son inocuos y que la calidad es determinada por una negociación privada entre las partes (comprador-vendedor) que en el peor de los casos se ajustará por precio.
De esta manera, se pone fin a una situación compleja donde más de 60 contenedores con destino hacia el país vecino, fueron demorados, rechazados y reenviados a su lugar de origen en la frontera argentino brasileña como consecuencia de sobreactuaciones en los controles fronterizos de Uruguaiana y Foz de Iguazú.
Hoy, al mediodía, una delegación de la DIPOA Brasil, junto a SENASA argentina, que ayer visitaron varios establecimientos exportadores, reunirán a los principales actores que han tenido dificultad con el envío de merluza IQF a Brasil, con la idea de avanzar hacia una camino de flexibilización en los controles de frontera.
Recordemos que el aumento de cargas de filete de merluza IQF rechazadas en la frontera brasileña por cuestiones vinculadas con presencia de parásitos, problemas de rotulado y en la confección de los certificados sanitarios, puso en alerta a las plantas procesadoras y frigoríficos exportadores de Mar del Plata, desde donde salen la mayoría de los camiones con destino al país vecino, y que a raíz de esa situación, algunos establecimientos quedaron sin la pertinente autorización de exportación, al margen de los contenedores de retorno, la pérdida de dinero y el tiempo en la devolución de los mismos.
Brasil reconoció un aumento de controles en frontera dentro de una campaña donde se debía controlar hasta el 60% de los productos de origen animal que ingresaban desde Argentina.
Por otro lado, una comitiva Argentina integrada por el mismo Ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación Dr. Julián Domínguez junto al entonces embajador Daniel Scioli y el Subsecretario de Pesca y Acuicultura, Dr. Carlos D. Liberman, impulsaron un modelo privilegiando la inocuidad y dejando a criterio de comprador y vendedor el tema calidad por presencia de parásitos que son de larga data. Consultadas fuentes del INIDEP, una especialista en merluza nos decía “ cuanto menos sobre capturada sea la merluza mayor es la presencia de estos parásitos, que los hay desde hace décadas y que son endémicos en todo el mar argentino. Principalmente en lugares donde habitualmente no se las pesca ”.
Asimismo, en el día de la fecha se espera una nueva etapa donde las partes encuentren el equilibrio que le permita la fluidez que el comercio requiere, donde hubo intensas negociaciones y que hoy seguramente tendremos novedades al respecto.