En una medida orientada a modernizar y optimizar la navegación en la Vía Navegable Troncal, la Prefectura Naval Argentina (PNA) ha emitido la Disposición 296/25. Este nuevo acto administrativo actualiza la Ordenanza Marítima Nro. 4-2018, estableciendo nuevos criterios para el Margen de Seguridad Bajo Quilla (MSBQ), lo que permitirá mejorar la eficiencia del transporte fluvial y reducir costos logísticos.
La normativa restituye el MSBQ a su valor histórico de 0,60 metros, eliminando la exigencia de incrementos adicionales en función del porte de los buques. Además, con esta nueva normativa, se conforma una mesa de trabajo con el sector naviera para evaluar riesgos y optimizar la hidrovia. Así como también, los capitanes tendrán la facultad de aumentar el MSBQ si las condiciones de navegación lo requieren.
El ajuste normativo ha sido bien recibido por distintos actores del sector, incluyendo al Ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, quien destacó el impacto positivo de la medida en la reducción de costos de transporte, estimados en un 7%.
En este sentido, Sturzenegger expresó, (mal utilizando el término hidrovía por Vía Navegable Troncal): «¿Se puede reducir el costo de transporte por la hidrovía en hasta 7%, así como así? La Resolución 296/25 de PNA publicada hoy, lo logra«, exteriorizó ligeramente el economista, sin contemplar el incremento del riesgo de posibles varaduras de buques, que muchas veces exceden los 180 metros de eslora y valores cercanos a las 48.000 toneladas totales de desplazamiento.
Asimismo, el Ministerio de Seguridad y otros organismos oficiales han respaldado la decisión, subrayando su importancia para la logística naviera y el comercio exterior. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, celebró la resolución, afirmando: «La Prefectura Naval Argentina acaba de hacer lo que durante años nadie se animó: flexibilizar el margen de seguridad bajo quilla para que los buques sean más eficientes y reduzcan costos sin afectar la seguridad. Menos burocracia, más productividad.«
Desde la Prefectura Naval Argentina señalaron que la disposición también responde a la necesidad de acompañar las futuras obras de profundización y balizamiento en la Vía Navegable Troncal, asegurando que los cambios operativos vayan de la mano con la protección ambiental y la seguridad de la vida humana en el agua.
La actualización normativa, que entrara en vigencia tras su publicación hoy en el Boletín Oficial, es considerada un paso clave en la adaptación del sector naval argentino a los estándares internacionales, promoviendo un sistema más eficiente y competitivo para la navegación en los principales corredores fluviales del país, pero adjudican dos inquietudes:
- ¿Menores costos operativos con mayor riesgo para la navegación? ¿y los riesgos en la seguridad de la navegación?.
- Si hoy se permite navegar con MSBQ de 0.60 mts -como lo fue históricamente-, cuando se aplicó un MSBQ de 0.90 mts, ¿qué fundamento real tuvo? y ¿qué cambios hubo para tomar esa prejuiciosa decisión?
En el trasfondo de esta decisión, se percibe con claridad la persistencia de una lógica en la que la política continúa ejerciéndose en detrimento de las instituciones. En esta ocasión, se ha concedido al núcleo de poder del sector agroexportador—representado por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) y la Cámara de Puertos Privados—una expectativa futura que permitiría a los buques completar en mayor medida la carga de sus bodegas.
Se trata de una medida cuando menos arriesgada, temeraria, que parece responder a una intencionalidad evidente y que, previsiblemente, incentivará una aceleración en la liquidación de la cosecha por parte del sector agrícola. Todo ello configura un nuevo intento del gobierno por revertir, de manera urgente y forzada, el deterioro de las reservas del BCRA y frenar la débil balanza comercial que mostró en enero pasado cuyo saldo fue superavitario de solo U$S 142 millones.
Cabe destacar que no existe un fundamento técnico que avale esta nueva disposición. De hecho, los potenciales beneficios derivados de optimizar la capacidad de carga de los buques podrían desvanecerse rápidamente frente a la previsible suba en las primas de los seguros P&I, derivada del incremento en el nivel de exposición al riesgo operativo y a posibles incidentes en la navegación. En este contexto, la medida no solo se muestra carente de sustento técnico, sino que también introduce un factor de incertidumbre adicional en un esquema económico ya de por sí frágil y sujeto a presiones exógenas a la Prefectura Naval Argentina, a pesar de la pulcritud y acabado con que sale la nueva disposición, gozando de un minucioso y destacado estudio del Departamento de Polinave, que recibe mandato para un cambio que está sujeto, condicionado y ad referéndum de los trabajos de profundizado del canal principal de la VNT.
En fin; en el vale todo de las justificaciones que ligeramente deciden funcionarios que no están capacitados para esas determinaciones, como el caso del economista Federico Sturzenegger y la Ministro de Seguridad Patricia Bullrich, hay que aclarar que el riesgo de mayores varaduras, está latente con estas medidas. El tiempo, implacable soberano, dirá.