En el marco de la primera etapa de la Campaña Antártica de Verano (CAV) 2024/25, el rompehielos Q-5 ARA Almirante Irízar (RHAI), habiendo zarpado desde su apostadero los primeros días de diciembre pasado, ejecutó exitosamente una operación integral de reapertura y reabastecimiento de las Bases Antárticas Conjuntas (BAC) Brown, Primavera y Cámara, ubicadas estratégicamente en la península antártica y las islas Shetland del Sur. Estas acciones, lideradas por el Comando Conjunto Antártico, marcan un hito en el compromiso argentino con la preservación y exploración científica del continente blanco.
Primera escala: Base Antártica Conjunta Almirante Brown
El recorrido del emblemático rompehielos comenzó con un breve paso por la BAC Esperanza, donde se desembarcó personal del Servicio de Hidrografía Naval antes de dirigirse al Estrecho de Gerlache. En este emblemático corredor antártico, la primera parada operativa fue la BAC Almirante Brown, ubicada en la península Sanavirón, dentro de la pintoresca bahía Paraíso.
Con precisión logística, el personal militar y científico fue transportado mediante botes y Embarcaciones de Desembarco de Personal y Vehículos (EDPV). El equipo procedió a la apertura de la base, activando sistemas esenciales y asegurando las instalaciones para futuras investigaciones científicas. Paralelamente, el Grupo Playa realizó el desembarco de carga crítica, incluyendo combustible, provisiones, equipamiento científico y embarcaciones menores.
Superando desafíos en la Base Primavera
El rompehielos continuó su travesía hacia la BAC Primavera, situada en el promontorio del cabo homónimo, enfrentando condiciones típicas de la región, como grandes témpanos y escombros de hielo acumulados en la caleta Cierva. Estas formaciones, generadas por la bajante de marea, demandaron maniobras precisas y un despliegue meticuloso de los equipos en las embarcaciones auxiliares, incluida la EDPV “General San Martín”.
En Primavera, el equipo multidisciplinario reactivó los generadores para restablecer la energía eléctrica y montó la emblemática tirolesa, un dispositivo clave para trasladar carga a las casas elevadas desde la costa. La operación, favorecida por condiciones climáticas benignas, permitió el desembarco eficiente de alimentos perecederos y no perecederos, materiales de mantenimiento y otros suministros críticos.
Reapertura de la Base Cámara: Abnegado espíritu operativo en condiciones adversas
La última escala fue la BAC Cámara, ubicada en la isla Media Luna, una posición estratégica junto al cordón montañoso de la isla Livingston. Cerrada durante dos años, esta base fue reactivada bajo la dirección del Capitán de Navío Sebastián Musa y con la coordinación en terreno del Teniente Coronel Eric Dorado.
A pesar del mar de fondo y los vientos persistentes, las primeras horas de operación permitieron trasladar a los equipos, quienes desplegaron una operación sincronizada para desembarcar carga esencial, reabrir las instalaciones y restaurar servicios básicos. Las dotaciones estarán operativas hasta marzo, realizando tareas científicas y de mantenimiento que garanticen la seguridad y habitabilidad de las instalaciones.
El compromiso argentino con la Antártida
Estas operaciones son parte de una política estratégica que subraya el liderazgo argentino en la región antártica. Desde su diseño, la Campaña Antártica de Verano no solo refuerza la presencia soberana en el continente blanco, sino que también promueve el avance del conocimiento científico en áreas críticas como la climatología, la biología marina y la geología.
Con su próximo destino en la Base Antártica Carlini, el rompehielos ARA “Almirante Irízar” continuará su misión de reabastecimiento y apoyo, consolidando su rol como símbolo del esfuerzo conjunto entre las Fuerzas Armadas y la comunidad científica para el desarrollo sustentable y seguro en la región antártica.