La reunión que habitualmente se realiza con todos los participantes del sector, entre distintas cámaras, miembros del CFP y principalmente el programa crustáceos del INIDEP junto con las especialistas de bycatch de merluza, congrega la atención y especialmente este año.
Es que en medio de la renovación de cuotas de merluza, surge como idea, que lo próximo a cuotificar sería esta especie, con los bemoles que se desprenden de la misma. Nada fácil, por tratarse de un recurso cuya vida está situada en torno a los dos años, y una cuotificación, -como la actual de merluza a 15 años- genera un dilema de la ciencia, pues se está legislando con vectores matemáticos sobre la presunción futura de una especie de la cual su stock, depende de al menos 6 generaciones adelante.
Sin dudas, aunque el programa de langostino del INIDEP, es el que con dedicación, capacidad, esfuerzo e idoneidad encontró niveles muy bajos entre el diferencial de las predicciones anuales y las capturas fehacientes declaradas, con un seguimiento milimétrico desde el punto de vista del rigor científico, la base de sustento tiene condicionantes que pasan por fuera del recurso, como es la tecnificación de operatorias y tecnología de pesca, incorporación de buques, capacidades de arrastre, optimización de capturas e incluso buques que sin permiso de pesca de langostino intervienen en la actual pesquería, además de otras variables ligadas al azar, como evidentemente son las condiciones meteorológicas en la zafra, habida cuenta, que uno de los argumentos de base por los que hay mucha abundancia este año en parte, según recientes declaraciones de la propia Lic Esp. Paula Moriondo Danovaro, es como consecuencia que » hubo mayor escape de los ejemplares grandes y una menor tasa de mortalidad anual también. Todo ese langostino grande que se está pescando hoy, es lo que sobrevivió el año pasado. Con el mal clima, el año pasado seguramente ese langostino estaba disponible, pero no fue accesible. Entonces hubo mucho escape y eso fue lo que se concentró después de reproducirse, que fue lo que vimos en la campaña. «, terminó diciendo.
De esta manera, la especialista atribuye, en parte, a la fuerte incidencia de días errados de pesca por razones climáticas tengan alto impacto en la zafra siguiente, algo que no alienta el vigor científico a la hora de dar certeza fehaciente a una CMP de una pesquería, sin dudas la más importante en nuestro país, por ahora.
Por tal motivo, y en virtud de un taller realizado con un grupo de expertos, a principios de agosto, se busca llegar a valores estadísticos matemáticos y biológicos con certeza relevante que daría los fundamentos y bases para una eventual cuotificación, (presuponemos).
La reunión de hoy, de vital importancia para el futuro de la pesquería y sus participantes, podría considerarse el puntapié inicial hacia la agenda futura de una posible cuotificación de la especie.
A tal punto, que hará su debut en el seno de esta congregación de la Comisión de seguimiento de langostino, en representación de la CAFACh, el propio y legendario Adrián Awstin. No es casualidad. Su trayectoria, compromiso, capacidad de trabajo e idoneidad, avalan esa butaca.
Ergo, lo que muestra y demuestra que hay en juego cosas mucho más importantes que analizar el curso anual de esta pesquería, que por el momento, y a pesar del freno de los últimos días en las capturas y eventual suspensión de subáreas, el plato fuerte está basado en el futuro, y el futuro, tiene que ver con la cuotificación de esta importante especie.