El astillero español Nodosa Group , anunció la quinta construcción de un arrastrero congelador para operar en la zona de las Islas Malvinas. La botadura está prevista para finales del 2024.
El grupo Nodosa comenzó sus tareas en 1982 con la inauguración de sus talleres de calderería y a principios de los ’90 adquirió la concesión de unos pequeños varaderos.
La empresa armadora Petrel Fishing Company, donde la conocida Pescapuerta participa en el holding, ha encargado la construcción de un buque arrastrero congelador de vanguardia tecnológica de 85 metros de eslora y 14 de manga y casi 2500 GT de proa invertida, que será bautizado bajo el nombre de PRION.
La medida GT se refiera a la capacidad de una embarcación que cuantifica el volumen de todos los espacios interiores del buque, incluidos los camarotes, y debe figurar en el Certificado Internacional de Arqueo de Buques. Precisamente la medida GT (Gross Tonnage) es lo que conocemos como Arqueo Bruto.
Esta construcción será la más grande de los buques pesqueros que ha construido el astillero para al caladero que opera en Malvinas en los últimos años, teniendo prevista la finalización para finales de 2024, siendo la construcción número 305 del astillero desde su creación hace 40 años.
El buque tendrá varias novedades técnicas que han sido encargadas especialmente por la empresa armadora, sobre todo en lo que se refiere al medioambiente, cuestiones de seguridad, habitabilidad y sobre todo confort tanto a la hora de descanso como en el momento de realizar las tareas de pesca, buscando mayor eficiencia en la navegación y haciendo hincapié en el ahorro del consumo energético.
Será la quinta embarcación congeladora que operará en la zona de Malvinas, ya que en el año 2017 botaron el Monteferro, en el 2018 el Argos Cies y en el 2020 hicieron lo propio con el Montelourido y el Falcon, todos buques de excelente diseño tecnológico con prestaciones de servicios de los mas altos estándares mundiales.
La noticia publicada causó impacto a raíz de la construcción que realizará el astillero ubicado en Pontevedra, ya que mantuvieron la noticia guardada “bajo siete llaves”, al igual que la novedad de la nueva construcción que hará el astillero Armón para una empresa Argentina con fuerte arraigo en Tierra del Fuego y en el sector de mariscos, pero de la cual aún no se han dado datos oficiales.
En el caso del Prion, PESCARE.com.ar pudo saber que tanto el motor principal como los auxiliares, cumplen con la exigente normativa del caladero en lo referido al control de emisiones y que el diseño ha sido hecho para trabajar en los mejores regímenes en cada momento, para así lograr menores emisiones contaminantes y un mayor ahorro en el consumo de combustible.
Precisiones técnicas indican que para el refrigerante optaron por el amoníaco ya que es más “amigable” con el entorno, debido a que existe este gas existe de por sí en la naturaleza, otorgando mayor capacidad frigorífica comparado con otros de su mismo tenor como el Freón 19.
El Prion ha sido diseñado con una proa invertida ya que experiencias anteriores y estudios al respecto así lo han determinado, buscando una estética distinta a lo ya conocido.
Se destaca también la elección de patentes (pintura que se va liberando y que “mata” lo que se pega al casco) de silicona para el casco, un tanque destinado a los desperdicios biodegradables durante las maniobras de izado y suelta del aparejo, un incinerador para evitar arrojar basura al mar y “pajareras” de última generación para la protección de aves marinas.
El modernísimo diseño reducirá la cantidad de personas que operen en las maniobras de cubierta y la tripulación podrá trabajar más protegida de las inclemencias del tiempo, a su vez que busca minimizar los riesgos de accidentes, contando además con una cabina especialmente diseñada para dotar de mayor comodidad y seguridad a los inspectores de pesca.
Contará con tres grúas para realizar todo tipo de maniobras en la cubierta para que éstas sean más rápidas y seguras, sobre todo en el momento de la carga y descarga.
Otro de los criterios que han tenido en cuenta, como citábamos, es la habitabilidad para que los tripulantes puedan realizar sus turnos y descansos adecuados, mejorando las condiciones de vida a bordo con un mayor número de camarotes, tanto individuales como compartidos entre dos personas.
Desde el astillero han señalado que para el diseño del buque han repetido el estudio ergonómico que tan buenos resultados les ha dado en el buque Falcon, lo que repercutirá en el trabajo de los tripulantes, reduciendo también el tamaño de los envases y evitando así el manejo de los pesos excesivos, automatizando además los procesos de desmoldeo, de carga y de descarga, reduciendo y aligerando la intervención de los trabajadores para mejorar sus condiciones a bordo.
El desafío del astillero es mantener el producto en perfecto estado, mejorando los procesos de extracción –debido a las maniobras en cubierta-, el proceso de almacenamiento temporal (hasta que se procesa el producto), dotando además al barco con una planta de ultra congelación rápida que evite el deterioro de las fibras del pescado.