A las acciones que viene desarrollando uno de los Defensores del Pueblo, el Dr. Fernando Rizzi, se suma ahora la propuesta del concejal Horacio Taccone –uno de los dos ediles operativos en el recinto el día que se presentó el tema en el HCD junto a Nicolás Lauría-.
Ver nota La historia grande de las lanchas amarillas.
Ver nota Las lanchas amarillas coparon el HCD de Gral. Pueyrredón.
De este modo, el proyecto impulsa la creación de una “comisión especial para la preservación de la lanchas amarillas descubiertas de la banquina del Puerto de Mar del Plata, que tendrá como objetivo realizar el análisis correspondiente para reconocer la actividad pesquera de las lanchas amarillas y asegurar su preservación”.
El proyecto fue presentado en virtud de la necesidad de trabajar en el aspecto reglamentario en base a las exposiciones que surgieron de la Mesa de Trabajo que se llevó a cabo
La iniciativa se presentó a partir de la necesidad de trabajar en reglamentaciones en base a las exposiciones que surgieron de la Mesa de Trabajo que se realizó el último 29 de septiembre, que tiende a promover medidas para la preservación de este pedazo de la historia marplatense.
De acuerdo al proyecto, la Comisión que se conforme deberá tratar en primera instancia, convocar a actores del sector de la banquina chica propiamente dicha, en concordancia con sus pares del ámbito político.
De acuerdo al expediente con el que ya cuenta el Cuerpo Legislativo, la mencionada Comisión debe estar compuesta por representantes del Consorcio Portuario Regional de Mar del Plata, la Secretaría de Desarrollo Productivo e Innovación, el Ente Municipal de Turismo, los propietarios de las respectivas lanchas, los Defensores del Pueblo y concejales que se encuentren ya en la Comisión de Industria, Comercio, Pesca, Innovación y Trabajo.
Horacio Taccone puso de manifiesto al respecto que “es necesario trabajar en reglamentaciones específicas para el sector, ya que las lanchas amarillas son un símbolo reconocible de nuestra ciudad tanto cultural como turística, además de ser una fuente laboral tradicional. Al ser nuestro puerto el más importante de la Argentina, la historia excede a nuestra ciudad y amerita el cuidado y preservación del aporte que hicieron en su momento tantos inmigrantes dándole su impronta”.
Seguramente pocos pueden entender lo que significa ese pedazo de historia. Porque ya no es una simple actividad productiva –castigada por cierto- es la historia misma de decenas de familias que abrigaron ese lugar para trabajar, educar, construir, progresar, desarrollarse, multiplicarse, pero no solo en forma personal o individual, sino en forma conjunta.
Algunos crearon empresas, otros, a través de su entrañable lancha, le dieron refugio a niños y jóvenes, como alguna vez le contó a PESCARE Saverio Romano “me llevaron ‘al agua’ para sacarme de la calle”, o el mismo José Moscuzza quien cuenta que su “locura era pararse en la proa de la lancha y que el agua lo salpicara”, cuando apenas tenía 3 o 4 años de edad.
En buena hora que alguien se ocupe de lo poco que le queda a la banquina de los pescadores de Mar del Plata, que va más allá de una simple postal que seguramente será modernizada en los próximos días.
Eso sí, que no se diluyan las ideas y los papeles entre escritorios y cajones, porque el tiempo pasa para todos.