La comisión, creada por Resolución del Consejo Federal Pesquero N° 27/2009, contó con la participación de funcionarias de la Subsecretaría de Recursos Acuáticos y Pesca —Gabriela Navarro, Arturo Idoyaga Molina y Vera Rozycki—, representantes del CFP, como Julia Mantinian (Vicejefatura de Gabinete del Interior), integrantes del INIDEP y representantes de las principales cámaras empresarias.
Durante la jornada, la Dirección de Planificación Pesquera presentó el Informe Anual de Variado Costero 2024, que incluyó la evolución de los desembarques desde 2020 hasta el presente. Posteriormente, el INIDEP expuso el estado de los recursos, destacando que la corvina se encuentra en situación de sobrepesca y sobreexplotación, aunque con algunos signos de recuperación en ciertas variables. Por su parte, el pez palo está en estado de sobrepesca, pero no sobreexplotado, mientras que el lenguado, el besugo y la pescadilla se encuentran subexplotados.
En cuanto al monitoreo, se recordó que la última campaña global costera se realizó en 2005, y una campaña parcial se ejecutó en 2019 en el ecosistema bonaerense norte. Además, se efectuaron cuatro campañas específicas sobre corvina con el buque Mar Argentino. Según informó el INIDEP, la campaña global está incluida en el cronograma de trabajo para 2025.
Los representantes empresariales plantearon inquietudes sobre la estratificación de la flota y la estandarización de los parámetros empleados. También advirtieron sobre una posible afectación en la calidad del pescado vinculada a cambios en la temperatura del mar, lo que a pesar de mejoras en la conservación a bordo, estaría impactando en las plantas procesadoras. Asimismo, mencionaron que las capturas se están registrando en zonas más alejadas y meridionales, con un comportamiento diferente del recurso, más levantado del fondo y con mayor movilidad.
Ante esta situación, la DPP explicó que se vienen realizando campañas específicas en el marco del Programa Ambiental desarrollado con la Comisión Técnica Mixta, con el objetivo de comprender las modificaciones del ambiente marino. Sin embargo, advirtieron que se requieren series temporales extensas para obtener conclusiones sólidas.
Desde el INIDEP se destacó una reducción del esfuerzo pesquero y cierta recuperación de biomasa en algunas especies, aunque se alertó que esta disminución está condicionada por variaciones en la actividad de otras pesquerías como langostino y merluza. En ese sentido, se subrayó la necesidad de prever medidas ante posibles incrementos del esfuerzo y se reiteró la importancia de contar con observadores a bordo.
El Programa Pesquerías de Condrictios del INIDEP presentó avances en la evaluación del gatuzo, el pez ángel y las rayas costeras. En el caso del gatuzo, se expuso la primera evaluación global, concluyendo que el recurso está sobreexplotado, aunque con posibilidades de recuperación a largo plazo si se mantienen los niveles actuales de desembarque.
Respecto al pez ángel, la biomasa actual se ubicaría por encima del rendimiento máximo sostenible en la mayoría de los escenarios evaluados, aunque persisten incertidumbres en el diagnóstico de los últimos cinco años. En cuanto a las rayas costeras, se indicó que la biomasa es superior a los niveles de referencia y la mortalidad por pesca se encuentra por debajo de esos umbrales, pero persisten inconsistencias en los índices de abundancia utilizados, lo que genera incertidumbre en el diagnóstico.
Las cámaras de embarcaciones costeras señalaron que, dadas las condiciones económicas, el esfuerzo pesquero está dirigido únicamente a las especies más rentables, como la corvina, capturada principalmente mediante pesca a la pareja para compartir costos operativos.
Como conclusión, el INIDEP insistió en la necesidad de realizar campañas globales costeras de manera periódica y reforzar el sistema de observadores a bordo para reducir la incertidumbre en los diagnósticos y asegurar una gestión sustentable de la pesquería.