Bajo el título “La desregulación de las actividades navieras en Argentina. Alcances, perspectivas y oportunidades”, a través de la plataforma Zoom, el Dr. Eduardo Adragna, apunta a debatir la actual situación en materia de política del sector desde la naviera hasta la naval, con una mirada puesta en la actividad de las autoridades de aplicación y haciendo un profundo análisis del rol del cabotaje como desarrollo económico.
La primera de las exposiciones estará a cargo del titular de Derecho de la Navegación de la Universidad Católica de La Plata, Dr. Eugenio Arregui, quien abordará la situación actual de las autoridades a partir de la disolución del Ministerio de Transporte, puntualizando sobre la Administración General de Puertos y el rol de la Subsecretaría de Puertos, Vías Navegables y Marina Mercante.
Los inconvenientes que sufre el cabotaje nacional y la integración fluvial en el Mercosur, será el tema que aborden los abogados Pedro Menéndez San Martín y Eduardo Ammatuna, en el tramo referido al cabotaje nacional y regional.´
El Dr. Adragna, organizador del evento y profesor de Derecho de la Navegación de la Universidad de Buenos Aires, disertará sobre Tonnage Tax (impuesto sobre el tonelaje aplicable a empresas navieras) y Crédito Naval, para dar paso al Dr. Alejandro Vega –consultor en seguros marítimos- hará su presentación referida a la problemática de los seguros marítimos en nuestro país para buques y cargas y cuál es la incidencia en el comercio exterior.
Vale destacar que desde hace días circula un borrador donde quedaría reducida a una mínima parte del cabotaje fluvial y marítimo lo que se conoce como Flota Mercante de Ultramar.
Hoy la flota mercante de nuestro país tiene apenas 18 buques en funcionamiento –entre los de bandera argentina y extranjera pero con tratamiento argentino- enmarcada en la Ley de “Desarrollo de la Marina Mercante Nacional e Integración Fluvial Regional”, donde se admite el abanderamiento local a condición de que los tripulantes sean argentinos.
Prácticamente todos los buques están dedicados a transportar hidrocarburos desde los puertos patagónicos, con destino a las destilerías que hay en el resto del país y apenas dos de toda la flota se manejan con contenedores entre Ushuaia –con electrónicos y lanas- hasta los puertos bonaerenses.
De acuerdo a lo que trascendió, los costos que implica mover un buque tanquero, son casi iguales en todo el mundo, desde el punto de vista de combustible y provisiones, ya que están ajustados al precio del dólar, pero no así el gasto que generan las tripulaciones, dado que en la Argentina se paga prácticamente un 400% más que en otros países que tienen buques similares como Libia y Panamá por citar solo dos ejemplos.
La idea del Gobierno argentino es abrir tanto el transporte marítimo como fluvial de cabotaje a todas las empresas que quieren realizar las rutas, ya sea aquellas compañías nacionales o que lleguen desde el exterior.
“De no modificarse el sistema de contratación de buques por parte del Estado, la flota argentina, que se limita solo al cabotaje ya que ningún buque hace navegación internacional, corre el riesgo de desaparecer, ya que hasta en tráficos extensos, como el transporte a puertos patagónicos el camión es más competitivo”, sería para del informe que recibió el Ministro de Economía Luis Caputo.
Esta situación es contraria a lo que hoy en día sucede en puertos como el de Mar del Plata, donde analizando costos y seguridad, las empresas ya están optando por trasladar sus cargas mediante la terminal portuaria, dejando de lado paulatinamente el transporte terrestre.
Asimismo, desde la redacción de PESCARE hemos mantenido contacto con algunos operadores del sector marítimo, que ven con una profunda preocupación la inminente derogación de la ley de cabotaje nacional, que implica el fin de las operaciones de las empresas de bandera argentina. Las grandes navieras chinas miran como una buena alternativa las operaciones dentro del territorio nacional.
En las primeras horas de la administración de Javier Milei, el ministro de Economía, Luis Caputo, anunció medidas urgentes para «contener las devastadoras consecuencias de la situación heredada.»
Uno de los aspectos del decreto, aún en proceso de finalización, es la derogación de la ley de cabotaje nacional (19.492 y sus modificatorias), vigente desde 1944. Esta ley establece que todo el transporte de mercancías con origen y destino en puertos nacionales debe ser realizado por buques argentinos, con oficialidad argentina y al menos un 25% del personal subalterno de la misma nacionalidad. Algo por estos días, que se pone en duda despues de un intento de desregulación que seguramente será el eje de la discusión en este seminario virtual.
Todo apunta a una apertura y competencia internacional donde las navieras nacionales podrían sufrir la embestida de grandes consorcios internacionales de fletes marítimos.