Tang es sospechoso de cometer graves violaciones de la disciplina y la ley del Partido Comunista, y actualmente está siendo sometido a una revisión disciplinaria y a una investigación de supervisión, según informó la Comisión Central de Inspección Disciplinaria de China en su sitio web a fines de mayo pasado. La comisión no especificó las acciones exactas que motivaron la investigación.
Tang está implicado en una gran campaña anticorrupción liderada por la comisión, que ya ha señalado a otros diez delegados del Congreso Nacional Popular del Partido Comunista Chino. Entre los investigados se encuentran el ex vicealcalde de Beijing, Gao Peng; el ex presidente del Banco de China, Liu Liange; y Cui Maohu, ex director de la Administración Nacional de Asuntos Religiosos, según el South China Morning Post.
Tang administraba un presupuesto que incluía subsidios para empresas pesqueras y acuícolas. En 2023, lideró una intensa actividad diplomática pospandemia centrada en la cooperación agrícola y pesquera con naciones en desarrollo, especialmente en el Pacífico, y otras en el Atlántico Sur. Aunque la mayor parte de la política pesquera estaba bajo la responsabilidad del viceministro Ma Youxiang, Tang visitó Papúa Nueva Guinea y las Seychelles en 2023 para discutir la cooperación pesquera. También se reunió con su homólogo camboyano en Nanning, al sur de China, para tratar el incremento de las exportaciones de arroz y mariscos camboyanos a China, como mantuvo reuniones de menor tenor con empresarios Chinos con participación fuera de la milla 200 del Atlántico Sur y Perú.
Durante décadas, China ha otorgado grandes subsidios a su sector agrícola para fomentar la mecanización de la producción de alimentos, y las empresas pesqueras han recibido préstamos gubernamentales de bancos estatales de la forma de subsidios por compensación de combustibles y en algunos casos, financiación de campañas aguas afuera de Perú y Argentina. Ademas, se supo, fueron permisivos con la aplicación de regímenes de trabajo que llevaron a abaratar significativamente los costos operativos de flotas con el beneficio de mantener ocupación en áreas, que fueran más allá de la pesca y que tienen que ver con estrategias políticas y geopolíticas de las máximas autoridades del gigante asiático.
Sin embargo, el sistema ha estado plagado de corrupción y fraude, con numerosos funcionarios encarcelados por desviar fondos destinados a la compra y almacenamiento de granos y otros productos de origen marino.
La última aparición pública de Tang fue el 15 de mayo en una conferencia de la industria agrícola en Xianyang, provincia de Shaanxi. Tang ha sido visto como un ejecutor efectivo del objetivo del presidente Xi Jinping de garantizar una mayor seguridad alimentaria, enfocándose en un mejor uso y expansión de la superficie agrícola y la adopción de tecnología para tal fin.
Tang no es el único funcionario agrícola chino de alto perfil en el centro de atención recientemente. Una investigación de Deutsche Welle sugiere que China ha estado colocando funcionarios en organizaciones internacionales para alcanzar objetivos políticos. Según la emisora alemana, Qu Dongyu, jefe de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) desde 2019, ha nombrado a funcionarios chinos, supervisados por el Partido Comunista, en altos cargos directivos de la FAO. Bajo la dirección de Qu, la organización aprobó la exportación a África de pesticidas nocivos para el medio ambiente y la salud humana, según el informe de DW y avances en materia pesquera offshore en aguas internacionales.
De confirmarse todos los hechos imputados, -difícil con un trasfondo donde sus vínculos con la política de Xi Jinping están muy ligados- podría tener ramificaciones hasta en paises donde China mantiene la actividad cerealera y pesquera vigente.