Última semana, previa al inicio de la temporada de calamar illex, es en el puerto local donde hay algunas actividades que se reflejaron hasta últimas horas del viernes 23 y en la mañana del 24 de diciembre. La escasa y casi nula actividad es dominio solamente de la flota potera que se alista para iniciar la aventura de una nueva zafra.
En el recorrido habitual por el muelle, muchos de ellos cargando elementos de pesca, anclas de capa, muchas de las cuales habían quedado en stock con los últimos ingresos desde Portugal. No hay repuestos, tampoco insumos, como otros años. Las dificultades se hacen sentir en la reposición de lámparas, lámparas de profundidad, poteras y elementos de pesca; a decir verdad la dificultad en las importaciones incide directamente con una flota que por operatoria y por tipo de buque necesita esos elementos que no se fabrican en el país.
También es importante el tránsito de equipos completos de combustible para abastecer a cada buque potero. Hemos contabilizado 35 camiones y volúmenes cercanos a 270.000lts para cada barco, que junto a aceites, insumos y alimentos redondean números astronómicos para una inversión inicial que permita poner en zona de pesca a esta flota. A partir del día 2 de enero se habilita la zona al Sur del paralelo 49, mientras la flota testigo que opera ya desde el 15 de diciembre por fuera de la milla 201, lo hace en el paralelo 45 al 46, ahí es donde se concentra el mayor esfuerzo de pesca, y donde aun hoy, se dirigen decenas de buques que cruzan el Atlántico o bajan desde Perú por el Pacifico, ingresando por el Canal de Beagle o el Cabo de Hornos.