El reciente paso del buque rompehielos británico Sir David Attenborough por aguas bajo soberanía argentina ha generado un nuevo episodio de tensión en el Atlántico Sur; no es la primera vez que esta unidad naval reincide en este desafortunado evento de violación a la soberanía nacional.
La embarcación, una de las más avanzadas en investigación polar, surcó el Estrecho de Le Maire, entre la Isla de los Estados y la Isla Grande de Tierra del Fuego, enarbolando la bandera de «Falklands Island», la denominación británica impuesta a las Islas Malvinas. Dicho acto representa una afrenta a la soberanía argentina y una clara transgresión a la legislación vigente.
El buque, operado por la British Antarctic Survey, tiene como finalidad el desarrollo de estudios científicos en la Antártida, -desde donde provenía con destino Punto Arenas Chile-, además de proveer insumos a las bases británicas en la región. No obstante, su reciente travesía ha sido motivo de controversia, dado que transitó por aguas de jurisdicción argentina sin la correspondiente autorización. El uso de esa bandera en territorio nacional constituye una provocación que reaviva el reclamo histórico de la Argentina sobre las Malvinas, islas ilegítimamente ocupadas por el Reino Unido desde 1833.
Tras su paso por el Atlántico Sur, el Sir David Attenborough se dirigió hacia Punta Arenas, Chile, donde permaneció por varios días para realizar operaciones logísticas y el recambio de su tripulación, antes de continuar su curso hacia el Mar de Weddell, en la Antártida.
El episodio ha sido alertado por ciudadanos y observadores regionales, como el usuario de la red social X, César Quezada (@cesar_quezada), reconocido por su labor como analista y formador de opinión en temas estratégicos y militares del Atlántico y Pacífico Sur, compartió ayer por la tarde imágenes de gran interés. Radicado en la ciudad de Punta Arenas, en la XII Región de Magallanes, Quezada mostró fotografías donde se aprecian dos buques británicos: el HMS Protector y el rompehielos Sir David Attenborough, este último navegando bajo la controvertida bandera de las Falkland Islands. Junto a ellos, se distingue la presencia del Almirante Viel, el moderno y recientemente botado rompehielos y buque polar de la Armada de Chile. Las tres embarcaciones se encuentran en la bahía de Punta Arenas, en la margen noroeste del Estrecho de Magallanes, en un inusual encuentro naval que no ha pasado desapercibido.
Este incidente reaviva el debate sobre la necesidad de un mayor control y vigilancia por parte del Estado argentino en sus espacios marítimos, así como el fortalecimiento de las políticas diplomáticas para reafirmar la soberanía sobre las Islas Malvinas y su entorno. El paso del Sir David Attenborough con la bandera de Falklands Island no es un hecho aislado, como tampoco la primera vez, sino una expresión más de la estrategia británica de consolidar su presencia en la región, en desmedro de los derechos históricos y jurídicos de la Argentina.
Ante esta situación, resulta imprescindible que las autoridades nacionales refuercen sus reclamos ante los foros internacionales y exijan explicaciones al Reino Unido sobre este nuevo acto de injerencia. La custodia de la soberanía nacional y el respeto al derecho internacional deben ser pilares fundamentales en la defensa de los intereses y recursos argentinos en el Atlántico Sur.