Buscan estrategias para proteger los océanos desde el sector pesquero. Europa va hacia esa dirección mientras que Argentina hace intentos desde un total desconocimiento con intentos aislados y vacíos de fundamentos, tal visto en los considerandos y argumentos del proyecto de Ley de Protección Efectiva del Mar Argentino recientemente enviado a comisiones e impulsado por el Diputado Nacional Facundo Manes.
El sector pesquero que se agrupa en la Coalición Internacional de Asociaciones Pesqueras, de la que forma parte la Confederación Española de Pesca (CEPESCA), hizo pública una resolución en la que manifiesta tres puntos vitales a la hora de abordar estrategias para proteger los océanos: el enfoque equilibrado, la gestión pesquera que les está funcionando y la alta calidad proteínica de los productos pesqueros.
Hoy, como ya hemos señalado, nuestro país no tiene ni una política pesquera concreta, ni una visión clara y precisa de cómo se deben proteger los océanos, al final de cuentas fuente del mismo recurso que se descuida permanentemente desde todos los sectores involucrados.
En el desarrollo de la 9º conferencia “Our Ocean 2024”, celebrada en Grecia, se han remarcado varios puntos sobre un enfoque no equilibrado de la conservación, la que pone en riesgo la alimentación de una población mundial que, de acuerdo a datos de las Naciones Unidas, será de 9.800 millones y 11.200 millones de personas entre los años 2050 y 2100 respectivamente.
Por ello se considera que el suministro de productos pesqueros que provienen de los océanos es vital para la seguridad alimentaria mundial, que es justamente a lo que apunta la resolución de los pescadores, dado que proporciona productos pesqueros de alta calidad nutricional y con la menor huella de carbono, tanto para las actuales generaciones como para las futuras, de ahí la consideración prioritaria para conseguir un equilibro entre la conservación de la biodiversidad, el uso sostenible de los recursos naturales y la seguridad alimentaria.
La ICFA remarcó en su resolución que la gestión pesquera activa funciona, mientras que “las líneas en un mapa” para definir un objetivo previamente establecido y sin base y argumentación científica -30% de Áreas Marinas Protegidas (AMP) en 2030-, es “eco postureo” y una medida poco fructuosa que, sin embargo, amenaza la función esencial de la actividad pesquera como proveedora de alimento saludable.
Como señalan desde la Coalición, la gestión pesquera eficaz es la herramienta más potente para proteger la salud de los océanos y fomentar al mismo tiempo el desarrollo humano, recordando que según el informe SOFIA 2022 de FAO, en los últimos años el estado de las poblaciones ha mejorado y, de hecho, el 82,5% del pescado desembarcado en el mundo en 2019 procedió de poblaciones en niveles de sostenibilidad biológica, con un incremento del 3,8% respecto a 2017.
El informe de FAO además muestra que en 2019 la mayoría (64,6%) de los stocks pesqueros mundiales estaba en niveles de sostenibilidad biológica, resultado de la suma de los stocks que se pescan dentro de los niveles de Rendimiento Máximo Sostenible (RMS) y los stocks sub explotados, que representan el 57,3%, y el 7,2%, respectivamente; mientras que las poblaciones sobreexplotadas se situaron en un 35,4%.
El potencial de la gestión pesquera activa está reflejado, según dice ICFA, en el Marco Mundial de Biodiversidad Kunming-Montreal y sus llamamientos por un uso sostenible de los recursos. De manera que, según ICFA, centrarse únicamente en la creación de AMP sin considerar el uso sostenible de los recursos marinos y las necesidades de las comunidades costeras puede tener efectos perjudiciales sobre la seguridad alimentaria y los medios de vida.
A su vez, la resolución de ICFA subraya que, en la actualidad, la economía azul es “lo más verde posible” y que la industria pesquera lleva décadas comprometida y es un participante activo en las soluciones para asegurar la resiliencia ante el cambio climático. En este sentido, ICFA insiste en que la pesca es parte de la solución para un futuro sostenible saludable y es necesario reconocer el papel fundamental que tienen los productos pesqueros por su alto valor nutricional y su baja huella de carbono, lo que los convierte en elemento importante para lograr los objetivos climáticos globales.
Asimismo hicieron un llamado de atención sobre las denominadas “Otras Medidas Efectivas de Conservación Basadas en Áreas” (OECM, por sus siglas en inglés) como instrumento eficaz para la colaboración intersectorial entre la pesca y la conservación de la biodiversidad; y subraya el carácter crítico de reunir a los responsables políticos, las ONG y el sector pesquero para desarrollar de forma colaborativa soluciones pragmáticas e implantables en las seis áreas identificadas en la conferencia “Our Ocean”: AMP, economía azul sostenible, cambio climático, seguridad marítima, pesquerías sostenibles y contaminación marina.
Al respecto, el secretario general de Cepesca y vicepresidente de ICFA Javier Garat, durante su participación en el evento paralelo organizado por la Oficina Europea para la Conservación y el Desarrollo (EBCD) bajo el título “Seguridad Alimentaria: el papel de los alimentos sostenibles acuáticos / azules en la transición verde’ en el marco de Our Ocean 2024, sostuvo que “si estamos atentos a lo que ocurre en el mundo, las OECM son las que verdaderamente están funcionando y no las AMP de papel o las grandes declaraciones de algunos políticos que, al final, son vacías”.
Vale destacar que desde el año 1988, la Coalición Internacional de Asociaciones Pesqueras (ICFA) es una voz unificada en materia de políticas pesqueras comprometida con el uso sostenible de los recursos marinos y dedicados a la seguridad alimentaria mundial. ICFA agrupa asociaciones de la industria pesquera de 24 países de Europa, América del Norte, Asia, Australia, Nueva Zelanda, África y América Latina.