El pasado lunes 15 de julio venció el plazo perentorio de la conciliación obligatoria que mantuvo en vilo a todo el complejo pesquero de Rawson. El Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) y la Cámara de la Flota Amarilla de Chubut (CAFACh) mantienen una disputa que perdura desde diciembre pasado y que ha condicionado la zafra provincial de langostino, definiéndola mucho antes que en otros años y con numerosos cortes imprevistos y transitorios.
El lunes pasado, ambas partes quedaron en libertad de acción debido a la falta de voluntad para encontrar un punto de equilibrio entre lo requerido por el SOMU y lo que las empresas nucleadas en la CAFACh pueden pagar. El mercado internacional establece un techo cada vez más bajo, y los costos operativos indexados por el IPC han terminado pulverizando la rentabilidad. Además, la disponibilidad de langostino juega un rol inoportuno en esta situación.
Ayer, tras una reunión de urgencia convocada por CAFACh a las 15 hs, la Cámara decidió retirar la oferta del 20% de un bono que había propuesto como gesto y esfuerzo por alcanzar la paz social. Además, este medio supo que liquidarán el pago por producción a $731 en lugar de los $831 propuestos anteriormente, esfuerzo que evidentemente no fue suficiente para la dirigencia del SOMU Chubut.
La expiración de la conciliación obligatoria ha llevado al SOMU a declarar un paro, impactando significativamente la flota amarilla de Chubut. Esta medida ha generado diversas reacciones entre los trabajadores, muchos de los cuales prefieren continuar operando para no perder jornadas de pesca. En la noche de ayer, se observó un marcado éxodo de buques nucleados en la CAFACh, que pusieron proa a puerto, dejando atrás las capturas de langostino y efectivizando el paro decretado por el SOMU, ya que la última instancia de negociación quedó trunca el lunes pasado.
En respuesta a la negativa de continuar con la negociación debido a la retirada del bono por parte de CAFACh y la reducción de los valores de producción, el SOMU exige la aplicación de un convenio colectivo distinto para aguas bajo jurisdicción nacional. Además del tema salarial relacionado con el valor del langostino por kilo, el sindicato ahora demanda la aplicación del convenio colectivo de los fresqueros de altura para la pesca en aguas nacionales. La CAFACh, en forma rotunda y categórica, argumentó que el CCT 708/2015 es «inapelable e inviolable», especialmente en estas condiciones, donde las empresas pierden dinero en la pesca del langostino. Destacaron que el Convenio Colectivo de Trabajo vigente, homologado por la Resolución N° 65/2000, regula la actividad laboral de la flota amarilla tanto en aguas bajo jurisdicción provincial como nacional.
Con ánimos caldeados después de una reunión en la que se confirmó el escenario previsto por el asesor letrado de la Cámara de Empresas Pesqueras del Golfo San Jorge, quien desde hace tiempo advirtió a sus representados, que esta situación era inevitable debido a los costos en el sector, frente a los precios internacionales del producto terminado con una clara desaparición de la rentabilidad; «De esta manera no se puede trabajar, el sector trabaja a pérdida y todavía hay quienes buscan mayor lucro, lo peor es que algunos alientan esta alocada situación, y ahora no saben como volver atrás«, culminó diciendo a la salida de la reunión, molesto por haber visto mucho antes toda esta situación, incluso al momento de firmarse una exagerada actualización salarial arbitraria e inconsulta por parte de otras cámaras (CAPIP) con el SOMU, en el mes de octubre pasado.
Y además, dejando por escrito y aclarado mediante Nota presentada a la Secretaria de Trabajo de Comodoro Rivadavia, a los efectos de deslindar responsabilidades y manifestando situación, en la que, en calidad de Director de la firma Pescamarina S.R.L. y como miembro de la Cámara de Empresas Pesqueras del Golfo San Jorge, el Sr. José Luis «Pino» Quercia, teniendo por objeto «fijar posición, rechazar y desconocer representatividad de CAPIP «, presentó por mesa de entrada la misiva, como lo reflejan las imágenes posteriores.
Asimismo, la CAFACh calificó de «insólita y trasnochada» la nueva demanda del sindicato, lo que parece iniciar un espinoso camino hacia un conflicto que, a pesar de los intentos, nunca se ha resuelto. El representante legal de la CAFACh, denunció la «mala fe laboral y sindical» del SOMU, especialmente del delegado Ramón Vera, acusándolo de no haber presentado ni ejecutado ninguna contrapropuesta durante el extenso período de conciliación obligatoria. Esto ha afectado la paz social, la productividad del sector, la rentabilidad y los ingresos a las arcas del tesoro provincial.