En la botadura del B/P “Huafeng 828” realizada en el Astillero Contessi y de la cual damos cuenta en nuestro portal, entre las autoridades presentes uno de los oradores fue el Dr. Carlos Liberman.
“Esta es la pesca y la industria naval que buscamos y por la que trabajamos todos los días. Soñamos con una industria pesquera en que los barcos sean todos de industria nacional, con más marineros trabajando y mayor exportación de productos procesados, más alimentos para el mundo que nos enorgullezca a los argentinos. Desde el estado nacional tenemos el mismo objetivo común, hacer de la pesca una actividad cada vez más trascendente. Este objetivo se alcanza si investigamos, si estudiamos y respetamos los ciclos biológicos, si pescamos cada vez con mayor responsabilidad en tierra y a bordo de los barcos, hay una sola pesca posible y es la que respeta al medio ambiente, alcanzar la sostenibilidad a la hora de pescar hace que todo tenga mayor sentido”, sostuvo el Dr. Liberman.
Tras la ya clásica reunión privada que se realiza luego de las botaduras, entre el armador, las autoridades del astillero y actores de la pesca, el Subsecretario de Pesca y Acuicultura accedió a dialogar con PESCARE gentilmente.
De algún modo no pensábamos que estuviese presente por los intensos viajes que viene realizando en los últimos días, pero finalmente pudo estar.
Si, por supuesto. Más allá de la distancia, son acontecimientos que plasman objetivos de gestión también, naturalmente vamos a estar y vamos a acompañarlos. Objetivos de gestión, lo dijimos durante el acto, nosotros pensamos y concebimos una pesca nacional con más argentinos y argentinas participando de una producción que nos enorgullece y nos enriquece como Nación, además de enriquecer a localidades enteras.
Esa pesca nacional que concebimos es una pesca en la que todo comienza desde situaciones como estas. Buques que se construyen en la Argentina, que tienen pabellón nacional, que luego tienen tripulantes argentinos que descargan la materia prima argentina en puertos argentinos y como también nos dimos una política que modificó toda la estructura en materia de derechos de exportación y de reintegros para favorecer la transformación del recurso acá.
Esa pesca argentina continúa transformando la materia prima en la Argentina y que nos permita terminar un producto terminado es también parte del objetivo, es el inicio con el buque construyéndose en la Argentina y el final con la transformación de la materia prima gracias al trabajo de nuestra gente en las plantas en tierra y con el acompañamiento del Estado, que concibe al productor, a la empresa pesquera como un socio estratégico.
Como un socio estratégico porque tratándolo de esa manera y articulando de esa manera es que vamos a lograr que los componentes sean, estos componentes que te describí recién, sean nacionales, sean argentinos y finalmente podamos ahí sí, tener el orgullo de, o consumimos el pescado acá o si lo exportamos, lo que vemos en el exterior es un alimento terminado, con su packagin argentino, donde no nos quedó algún eslabón de esa cadena por realizar fuera de la Argentina. Ese es el objetivo y por eso en un momento como este indubitadamente íbamos a estar.
Hace pocos días tuvimos la ocasión de dialogar con el Ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca Lic. Julián Domínguez en el desarrollo de la Expo Agro en San Nicolás. Le planteábamos que ante esta situación bélica que vive una gran parte del mundo, como quedaría la Argentina, a lo que nos manifestó, entre otras cosas, que el mundo va a reclamar alimentos de calidad y nuestro país los tiene.
Correcto, es así. Y trajo la particularidad, la vicisitud que atendiendo a que exportamos el año pasado 80 millones de dólares en pescados a Rusia y 20 millones de dólares en pescado a Ucrania, el desafío que estamos transitando este año, junto a las empresas es, como reencausamos ese 5% de nuestras exportaciones que es un número muy importante. Estamos trabajando con las empresas y con las cámaras. En algunos casos ya pudimos relocalizar en contenedores dándoles nuevo destino y en otros casos todavía estamos trabajando para ver hacia donde reencausamos algunas exportaciones que tenían destino en este momento a Ucrania y a Rusia.
Como cualquier situación que genera semejante “golpe de tablero, semejante patada en la mesa”, lo que tenemos que hacer es coordinar, trabajar, como siempre lo hicimos en la pesca. Siempre abordamos la temática del sector articulando gremios, Estado Nacional y Cámaras. Por lo menos ese es nuestro objetivo y es la forma única forma en la concibo la gestión cotidiana.
¿Ya ha recibido algún informe sobre lo que se vivió en la Seafood Expo celebrada en Boston hasta hace unos días?
Sí porque estoy en contacto con nuestras empresas allá. El panorama está siendo bueno, hay demanda de nuestros productos. Además tenemos un contexto en el que ahora el precio de la merluza es un precio muy favorable. El precio del calamar, donde en algún momento hubo alguna expectativa o algún temor que se produjera alguna baja, eso finalmente no ocurrió, las operaciones están en torno a los números de cierre del año pasado o inclusive alguna un poquito más.
El precio del langostino también está siendo muy bueno. De modo tal que eso se vio reflejado en Boston y trataremos de que siga siendo así el resto del año.
Hoy en su discurso volvió a decir que “la pesca es una sola”, más allá de un pensamiento propio y de convencimiento, ¿fue un mensaje para algún sector? ¿o simplemente un recordatorio por el camino en el que se está?
Es sobre todo una concepción. Más que un mensaje a alguien en particular es una concepción que plasmamos y que me toca plasmar como subsecretario de Pesca y Acuicultura.
La realidad que hoy vivimos, el día festivo que tuvimos se vincula enormemente con el estado del recurso y en particular con el estado del langostino.
El langostino creció en la Argentina hasta el año 2018, me refiero a la biomasa, y a partir de ese momento y por primera vez después de muchos años empezó a decrecer. De 2018 a 2019 se descargó casi un 20% menos de langostino. Si nosotros no hubiéramos tenido la oportunidad y la visión de tomar las definiciones que tomamos en torno al langostino, como por ejemplo tener una nueva política de administración para lo que denominamos langostino del norte.
Eso molestó en algún momento a alguien hasta que entendió de qué se trataba…
Correcto. Si no hubiéramos tenido una nueva lógica y una nueva mirada para la administración del langostino del norte. Si no hubiéramos trabajado como trabajamos y si no hubiéramos modificado la fecha de inicio y de clausura de la zafra del sur, que también fue materia de discusión y si no trabajamos a la par el concepto de pescar bien, lo que ponemos en riesgo es la salud de un sector que hoy se puede mostrar, como un sector que atravesó la pandemia sin que haya una sola empresa concursada.
Un sector que se puede mostrar exportando en el año 2021, 2.000 millones de dólares en plena pandemia y confrontando esos valores contra los del año 2019, vemos un crecimiento de casi 200 millones de dólares. Por esto es que se hacen buques, por esto es que se contrata gente. Las empresas pescan porque necesitan ganar dinero, no pescan por deporte.
Para poder pescar necesitamos un caladero saludable. Por eso yo me voy a cansar de repetir, o pescamos bien y en consecuencia pescamos mejor y más o el negocio entra en jaque. Se puede pescar mucho, se puede pescar poco. La única forma es pescar bien. Si se pesca bien hay futuro. Hay norte, hay sostenibilidad del negocio y del stock.
Yo me cansé de ver en la historia argentina y también cuando uno se confronta contra la situación de salubridad de otros caladeros, escenarios en los que se pescó poco pero muy mal. ¿Cuándo se pesca poco y mal? En mi visión nosotros en el 41, hasta que tomamos la modificación que llevamos adelante en el año 2020, se pescaba mal, porque se pescaba entre un 53% y un 60% de hembras impregnadas o maduras, es decir, langostinos en momento de reproducción.
Se ha llegado a pescar en esa zona 20 mil toneladas, 10 mil hembras, 10 mil machos –el langostino se distribuye casi en partes iguales-.
El 53 al 60% de esas hembras estaban impregnadas o maduras. Es decir, entre 5.300 y 6.000 toneladas de las 10 mil toneladas de hembras, se las pescó en pleno proceso reproductivo.
Cuando nosotros tuvimos la agudeza de tener una política de administración del Golfo de San Jorge, del langostino que está dentro de la gran zona de veda, logramos saltar de 30 mil a 200 mil toneladas.
Entonces, si las 20 mil que se pescaban en el Norte, las pescamos mejor, ¿no podremos logar un nuevo salto? ¿Así como se logró en el sur? Entonces, se puede pescar muy poco y pescar muy mal y se puede pescar bien y en consecuencia pescar mucho más. Eso es lo que buscamos.
Cuando el año pasado inclusive cerramos zonas que también discutimos mucho con el sector porque aparecían entre 22, 24% de langostino juvenil o cuando la cantidad de merluza superaba el 20%, siempre discutimos mucho con las empresas y con los gremios en torno a esas decisiones. Pero lo que les digo siempre es que si cuidamos ese langostino, ese langostino queda en el agua y después lo vamos a pescar nosotros mismos.
Con la convicción que lo caracteriza, decidido y siempre en la misma línea de trabajo, terminamos la cita con la certeza de la impronta con la que el actual Subsecretario de Pesca se preparó durante su carrera para desempeñar el cargo que ocupa. A la altura de las circunstancias marcando el camino de la cartera, por una pesca sustentable y sostenible, sin conflictos y resolviendo lo que se le presenta, a veces, con coraje ante ciertas presiones de grupos que no son fáciles de llevar. Audacia, personalidad y preparación. Le sobra lo que a otros le falta.
Fotografía: Martin Garay