El Estrecho de Magallanes se convierte en una alternativa al Canal de Panamá. Al menos buques “gaseros” podrían utilizarlo como lo hacen algunas embarcaciones pesqueras que provienen de otros continentes como lo hace China. Directa o indirectamente podría favorecer a la Argentina.
El cambio de ruta obviamente alarga la duración de la travesía, aunque permite evitar costos y sobre todo jornadas de espera, algo que está ocurriendo en la actualidad al no poder utilizarse de manera habitual el Canal de Panamá –que une los océanos Atlántico y Pacífico- como consecuencia de la sequía que afecta al lago Gatún.
El mencionado lago es un artificial y es el elemento clave del Canal de Panamá, ya que sirve para que naveguen las embarcaciones a lo largo de 33 kilómetros a través del istmo de Panamá, el cual demandó diez años de construcción (entre 1903 y 1913).
Las primeras embarcaciones que han decidido realizar el viaje más largo, entre el extremo sur de Chile son el tanquero químico “High Loyalty” y el gas carrier “Pyxis Pioneer”, como lo hicieron días atrás.
El “High Loyalty” es una nave fletada por la empresa “ST Shipping” de bandera Singapur, buque que cargó petróleo refinado en las costas chilenas, para luego dirigirse por Estrecho de Magallanes para colocar su proa hacia el extremo austral de América del Sur y de ahí dirigirse al puerto de Nueva York en los Estados Unidos.
Otro de los barcos –en este caso cargando 600 barriles de petróleo crudo pesado- realizó una ruta de similares características, partiendo desde Salina Cruz en México.
Por su lado el tanquero químico, por estas horas se encuentra transportando diésel con contenido ultra bajo de azufre, desde la costa Este en los Estados Unidos y dirigiéndose hasta la costa Oeste de América del Sur, puntualmente hasta la Región de Valparaíso en el vecino país de Chile.
Básicamente lo que buscan las embarcaciones evitar los intentos (infructuosos muchos de ellos) del cruce del Canal de Panamá, como consecuencia de la sequía que afecta a gran parte del país panameño, lo que hizo que se vieran afectados los niveles de agua en el mencionado lago Gatún, el cual abastece a la población local y a las esclusas de la vía de navegación.
La sequía ya data de varios días, más allá de que Panamá tiene un clima ecuatorial que lo hace uno de los países más húmedos del continente americano, pero este año las precipitaciones han sido un 30% menores en promedio, lo que hizo que se haya generado un descenso del nivel de agua en los lagos que alimentan el canal como mencionamos.
Como consecuencia de esta situación, la Autoridad del Canal de Panamá optó por restringir la cantidad de barcos que pueden atravesar la vía, lo que también hizo se implemente un sistema de subastas para asegurar un cupo que posibilite a los barcos utilizar esa ruta en el menor tiempo posible.
El Estrecho de Magallanes no es la única alternativa para evitar la congestión del Canal de Panamá, ya que -dependiendo el punto de partida o el destino final- hay navieras que están moviendo a sus barcos por los extremos meridionales de África, como puede ser el Cabo de Buena Esperanza o bien a través del cada vez más concurrido Canal de Suez en Egipto, lo que se refiere a otras rutas que posibilitan el paso de estas embarcaciones de gran porte.
Desde Panamá, sus autoridades manifestaron que “los recientes cambios en la reserva de franjas horarias están afectando esta ruta comercial crucial. Los desafíos en la navegación pueden persistir hasta el próximo año”.
En el mismo sentido las autoridades panameñas indicaron que “la situación experimentada en el Canal de Panamá no se encuentra perjudicando de manera considerable las actividades de portacontenedores y car carriers”.