El Sindicato Unidos Portuarios Argentinos (SUPA) de Chubut emitió un duro comunicado en el que cuestiona el enfoque oficial y empresarial sobre la actual situación que atraviesa el sector pesquero. “La crisis en la pesca no nació en el muelle, ni en los barcos. Nació en las oficinas donde se toman decisiones sin consultar a quienes sostienen la actividad con su cuerpo”, expresaron.
Desde el sindicato señalaron que mientras se promovía un discurso basado en la competitividad y el aumento de las exportaciones, se multiplicaron los permisos, se sobreexplotó el recurso y se profundizó un modelo extractivo sin control estatal. “Quien decidió esto? Ciertamente no fueron los trabajadores, no fue la estiba, y no fueron los marineros”, denunciaron. Según el SUPA, las decisiones fueron tomadas por “el Estado, el empresariado y el poder económico”.
La organización gremial afirmó que la actual caída de precios responde a una sobreoferta generada por una política sin planificación ni límites, y rechazó la idea de que se trate de una “crisis estructural”: “No es una crisis, es la consecuencia lógica de un modelo voraz y cortoplacista. Y lo más grave, ahora quieren que esa factura la paguen los trabajadores”.
El SUPA también criticó los intentos de ajuste sobre salarios y condiciones laborales. “Quieren que los trabajadores resignen derechos, ganen menos y vivan peor. Pero acá no van a encontrar silencio. Van a encontrar una organización sindical que no se deja culpar ni disciplinar”, subrayaron.
En el comunicado, el gremio reclamó una reforma profunda del modelo pesquero, con ordenamiento de la flota, control estatal y participación de los trabajadores en la toma de decisiones. “Queremos una actividad pesquera sostenible. Queremos preservar los recursos. Queremos diálogo”, afirmaron.
Finalmente, el SUPA defendió el rol del sindicalismo y rechazó la estigmatización del sector trabajador. “El futuro de la pesca no se construye con amenazas ni aprietes, se construye con planificación, equidad y respeto a la dignidad de todos quienes formamos parte de la actividad. La responsabilidad de esta crisis es de quienes con el sello y su firma cargaron el sistema más allá de su capacidad”, concluyeron.
El comunicado del SUPA pone en evidencia el creciente malestar entre los trabajadores portuarios ante un modelo que consideran agotado y excluyente. En un contexto de tensiones crecientes dentro de la actividad pesquera, el gremio exige ser parte de las decisiones que marcarán el futuro del sector.