En diferentes portales que tiene que ver con la nutrición y alimentación de los principales países europeos, el pescado y el marisco son dos de los grandes protagonistas en las cenas de Navidad y fin de año. Este año no será diferente, pues según el informe sobre la compra de alimentos para las celebraciones navideñas en España, el 71% de las familias consumirán estos alimentos durante las fiestas. En Italia el 69% y en Francia el 67%.
Este estudio afirma que tanto el pescado como el marisco serán los más consumidos por todos los grupos, excepto los jóvenes de entre 18 y 34 años, que prefieren la carne. De hecho, la carne ocupa el segundo lugar.
Por su parte, el vino y los espumantes, serán los mas bebidos en toda Europa sin distinción segmentada de edades.
En estas próximas fiestas navideñas todos los países adoptaron una alimentación mas sana y saludable, con una fuerte reducción del consumo de dulces, aunque los champañas y espumantes se sostienen con un crecimiento al alza.
El marisco seguirá siendo el rey de las fiestas, especialmente los langostinos de origen argentino, cigalas , astice (macho de la langosta), langostas y ostras que estarán en las mesas del 29% de los hogares.
Asimismo, se prevé que el tiempo medio destinado a cocinar será de aproximadamente 159 minutos, 6’ menos que en 2020 y 13’ menos que hace dos años. El objetivo sigue siendo reducir el tiempo en la cocina y se aspira a cocinar menos de dos horas, un deseo que se mantiene inalterable en los últimos dos años.
Argentina, consumo y mercado interno
El mercado interno de nuestro pais goza de una tendencia bajista, por varias razones, la falta de actividad económica producto de la evolución pandémica COVID-19, por un lado, la tendencia bajista en la calidad de alimentación producto de años de retracción en materia de poder adquisitivo de la sociedad y el anclaje de los principales pescados y mariscos a precios internacionales, erosiona la idea de revertir la tendencia. Pero por sobre todo, los hábitos alimenticios de los argentinos llevan a la alimentación mas basada en productos cárnicos.
No obstante, esa idea moderna e inteligente de modificar las dietas por productos mas sanos, de fondo, podría ser el punto de inflexión para el consumo de pescados y mariscos de nuestra sociedad, mediante una campaña de concientización y educación culinaria para saber como cocinar esos productos de origen marino.
Fijar el día 19 de cada mes, si bien es un inicio para concientizar que el pescado debe estar en la dieta de todos los argentinos, creemos que el resto del mes, o al menos 2 veces a la semana, es un buen intento por tener en la mesa un producto, más allá de lo nutricional, producto de tanta mano de obra, de tanta gente que con pasión, esfuerzo y trabajo, llevando al extremo la capacidad y el riesgo de su vida en una de las actividades mas peligrosas del mundo, el premio y reconocimiento de la sociedad a esa gente.
Si bien en nuestro país hay una tendencia a difundir que los 19 es día de pescados y mariscos, el fondo de la cuestión apunta que de a poco la cultura del consumo de pescado debe ser prioritario en la dieta de todo argentino, incluso desde los primeros años de vida, debido al aporte de innumerables micronutrientes, pero especialmente fosforo y potasio que son tan necesarios para el cerebro y su crecimiento.
Hay mucho por hacer desde los medios de difusión, desde las cámaras que nuclean a barcos, industria manufacturera, pescaderías, puntos de venta y además, desde el Estado Nacional, que necesita llevar adelante una nueva generación de gente que debe usar la materia gris para hacer que nuestro país prospere, exportando productos terminados, agregando valor a las riquezas naturales y por sobre todo, conocimiento.
Eso se logra con una sociedad bien alimentada desde la gestación en el vientre de la madre. Argentina posee proteínas naturales, de un mar salvaje y bioseguro que se debe aprovechar todo el mes, no solamente hoy 19.
Es un verdadero sacrilegio pensar que en nuestro país se sostiene en forma indecente la línea de desnutrición, mala alimentación y carencias en materia alimenticia. Tomemos conciencia que el mar puede ser el marco para cambiar hábitos y poder evolucionar llevando esos tristes índices a valores en donde Argentina jamás debió estar, por historia, por capacidad pero por sobre todo por riquezas naturales.
Argentinos, al trabajo.