La bonanza nunca es completa, sobre todo cuando de la actividad pesquera se trata. Como en tantas otras actividades, siempre se encuentra una traba, un pero, algo que está sobrando o que está faltando. Historia lamentablemente repetida que tiene más que ver con decisiones políticas, que por la propia operatoria.
La industria pesquera viene transitando días que son de intensa actividad. Una zafra de langostino que finalizó exitosamente por cantidad y por calidad en su gran mayoría, justamente la que requieren los mercados internacionales, exigentes para un producto PREMIUM.
Argentina estuvo casi una década sin poder ingresar con langostino a Brasil. Gestiones, pruebas, relaciones, tiempo y dinero invertido para lo que parecía aceitado en operatoria se ve truncado por cuestiones casi inentendibles, prima facie.
Y no solo ocurre con el langostino, sino también con las mercaderías en general que se ven frenadas en “las puertas” de Brasil, manzanas, limones, yerba mate, te, realmente toda la mercadería esta con problemas en la frontera desde hace tiempo.
Pero el mayor punto de conflicto que compete a la actividad de Mar del Plata y el sector pesquero en general, está con el ingreso de merluza. Situación que comenzó a generarse hace aproximadamente un mes. ¿El motivo? Condiciones sanitarias no adecuadas a decir del organismo argentino de competencia: SENASA.
Como ocurre en este tipo de situaciones, siempre hay perjudicados, y la cadena es cada vez más amplia. Choferes de camiones que no regresan hace más de un mes, condiciones sanitarias bajas, descanso lleno de incomodidad, entre otras situaciones no deseadas, sin dejar de mencionar el gran perjuicio económico para las empresas.
Con este motivo esta semana se iba a desarrollar una reunión con miembros de CAFREXPORT, pero por distintos motivos fue postergada para la semana próxima, aunque siguen atentos al tema, aún aquellos que no se encuentran en el país.
Consultado Carlos Aicega, de la empresa Frigosur SRL y miembro de la Cámara de Frigoríficos Exportadores de la Pesca, ante la consulta de PESCARE nos manifestó que “este tema nos tiene complicadísimos, imagínate que Brasil es un destino sumamente importante para nosotros, y está hoy imposibilitado de recibir nuestra mercadería. Porque mandar un camión hoy es mandarlo a que te lo rechacen. Rechazarlo para pagar los gastos, sinceramente y es de terror!!!!, no solamente se pierde la ganancia sino también se pierde un montón de dinero más.
Hay que volver con el camión, no está la plata por la venta, porque obviamente no se pudo realizar la exportación, es una serie de dificultades importantes, así que la semana próxima nos reuniremos y veremos qué acciones realizar, aunque como te imaginarás estamos permanentemente atentos al tema”.
El punto de conflicto, insistimos, tiene aproximadamente un mes y no logra un viso de solución inmediata que es lo que se necesita. No queda en claro si las cuestiones sanitarias por las cuales rechazan la mercadería en plena frontera argentina-brasileña son las que argumenta la autoridad sanitaria argentina (SENASA) o sus pares brasileños (DIPOA).
A la hora de deslindar responsabilidades y de buscar un punto de inicio de solución, muchos miran para otro lado, sin ir más lejos, el SENASA en un comunicado oficial, entre algunos considerandos, señala: “con el sentido de reducir demoras y rechazos del ingreso de mercancía de origen nacional destinada a la exportación con destino Brasil, se solicita fortalecer la instrucción a los Responsables Elaboradores respecto de la necesidad de cumplimentar los requisitos del destino”.
Dicho de otro modo, la autoridad sanitaria de competencia señala que la mercadería no puede ingresar por culpa de quienes elaboran la mercadería y no han cumplido con el circuito sanitario correspondiente.
Si reflexionamos y ponemos los “pies sobre la tierra” es prácticamente inimaginable que alguien envíe mercadería tantos kilómetros, con los gastos que ello implica y con la posibilidad a futuro de que se corte esa cadena comercial, enviando mercadería que contenga parásitos como argumentan en los controles sanitarios.
Demasiados días de demora para algo que ya tendría que haber estado resuelto, sobre todo en temas sensibles, cuando en la cadena comercial están involucradas tantas personas.
Por otro lado, nos consta, que esta semana ha tomado intervención directamente el Subsecretario de Pesca Dr. Carlos D. Liberman, junto al Sr Ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación Dr. Julián Domínguez para dar por resuelta la situación.
Por otro lado, desde el sector logístico, hablan de una superposición de problemas de índole gremial entre medidas de fuerza del sector aduanero en Brasil y la cesación de actividades del sector administrativo fiscal.
Lo concreto es que desde el sector pesquero se están instrumentando medidas para solucionar el inconveniente pero, la actitud de Brasil está sobre andariveles distintos, o es un problema financiero de balanza comercial con nuestro país, o es una defensa de su industria; el “invento” aplicado sobre la calidad del producto, repetimos, tiene que ver mas con una barrera paraarancelaria en protección de sus intereses, que el mismo origen del problema, ya que desde la frontera de la Republica Oriental de Uruguay, también estuvo ocurriendo lo mismo.
Mientras tanto, la merluza está en U$S 3.400-3.500/Tn., pedida y sin poder ingresar por vía terrestre.
Por Gustavo Seira