La actividad pesquera tiene destino exportaci贸n en un 90% de su producci贸n, en este escenario marcado por una inflaci贸n a la baja pero con menor pendiente que la devaluaci贸n de la moneda fluctuando casi como Tipo de Cambio anclado, los exportadores argentinos argumentan que las recientes medidas del Banco Central de la Rep煤blica Argentina (BCRA) exacerban la p茅rdida de competitividad en los mercados internacionales.
La decisi贸n de reducir el 芦crawling peg禄 mensual del 2% al 1%, anunciada para entrar en vigor el 1 de febrero, ha desatado un debate profundo en los c铆rculos econ贸micos, especialmente entre los actores del sector exportador y tambi茅n el industrial pesquero.
Ese diferencial entre porcentajes del IPC vs Tipo de Cambio provoca una menor competitividad en el marco internacional del comercio, pues las empresas incrementan costos por IPC y cobran por un desagiado Tipo de Cambio. Comen como pajaritos y eliminan como elefantes para que se entienda.
El sector pesquero, por su parte, ha expresado su preocupaci贸n sobre el impacto de los Derechos de Exportaci贸n, que considera una carga adicional insostenible en el actual contexto. Esta carga, sumada al aumento de costos derivado de la inflaci贸n y al tipo de cambio estabilizado, ha dejado a diversos productos sin capacidad de competir en los mercados globales o, en el peor de los casos, con m谩rgenes de rentabilidad negativos.
La estrategia de anclaje cambiario, adoptada con el objetivo de mitigar la inflaci贸n a corto plazo, consiste en mantener el tipo de cambio por debajo de su nivel de equilibrio. No obstante, esta pol铆tica ha repercutido negativamente sobre la competitividad de las exportaciones argentinas. En la medida en que los precios internos aumentan m谩s r谩pidamente que el tipo de cambio oficial, los bienes y servicios nacionales se encarecen en t茅rminos relativos, reduciendo la capacidad del pa铆s para generar divisas.
La industria pesquera ocupa actualmente el octavo lugar en el ranking de complejos exportadores de Argentina, manteniendo una estabilidad en la generaci贸n de divisas. Sin embargo, este desempe帽o podr铆a mejorar sustancialmente si se optara por la eliminaci贸n de las retenciones a las exportaciones pero sobre todo por el incentivo que necesita la actividad oprimida dentro de m谩rgenes negativos en funcion del capital invertido y de los riesgos de la actividad en torno a un mercado internacional sumamente vol谩til a la baja y sin demanda.
Con el inicio del mes de febrero, se abre una nueva fase en el plan econ贸mico impulsado por el presidente Javier Milei, en la que el 芦crawling peg禄 se ajusta del 2% al 1% mensual. Este esquema cambiario, dado a conocer por el BCRA el 13 de diciembre de 2023, apenas tres d铆as despu茅s de la asunci贸n presidencial, ha sido el marco bajo el cual se ha gestionado la devaluaci贸n del peso hasta la fecha. Aunque no se especific贸 un plazo para su finalizaci贸n, la nueva medida marca el comienzo de un cambio gradual que tiene en principio un impacto de lleno en la actividad que, hasta finales del 2024 presentaba una falta de competitividad creciente como consecuencia de una devaluaci贸n de la moneda de casi un 25% mientras los costos en pesos se ajustaron al menos en valores de IPC del orden del 117,68%. Proyectando para el 2025, un desempe帽o similar que agregar铆a un marco de menor competitividad. Preocupante.
El objetivo de reducir la tasa del crawling peg al 1% es doble: por un lado, busca reducir la inflaci贸n en los pr贸ximos meses; por otro, anticipa que, una vez logrado un comportamiento estable del tipo de cambio en torno al 1% durante dos o tres meses consecutivos, el presidente Milei proceder谩 a eliminar el crawling peg y establecer un esquema de flotaci贸n cambiaria controlada; algo riesgoso al momento de una apertura al mercado internacional por precios No obstante, la evoluci贸n de estas pol铆ticas est谩 condicionada por las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), cuyo respaldo financiero estar铆a condicionado, entre otras cosas, a la implementaci贸n de una 芦correcci贸n cambiaria禄 鈥 una devaluaci贸n expl铆cita. A pesar de ello, el ministro de Econom铆a, Luis Caputo, ha desestimado p煤blicamente tal escenario.
El retraso artificial del tipo de cambio, dise帽ado como una herramienta para anclar la inflaci贸n, tambi茅n tiene efectos significativos sobre la estructura productiva del pa铆s. Al encarecer los costos en moneda extranjera, se desincentivan las inversiones, lo que conduce a una creciente primarizaci贸n de la econom铆a argentina pero a lo que se someti贸 en las 煤ltimas d茅cadas.
El sector pesquero enfrenta, adem谩s, un aumento desmesurado en los Derechos de Extracci贸n (DUE), cuya justificaci贸n resulta incierta y carece de un criterio de equilibrio en relaci贸n con la evoluci贸n de los precios de las distintas especies y en su sana armon铆a interespecie, adem谩s de la inexistente explicaci贸n que justifique tama帽o atropello. En comparaci贸n con los valores registrados en 2023 y los primeros meses de 2024, estos derechos se han incrementado hasta siete veces en t茅rminos de d贸lares, configurando un esquema que contradice abiertamente los principios delineados por el propio gobierno. Mientras la administraci贸n actual sostiene un discurso orientado hacia la desregulaci贸n, la reducci贸n de la intervenci贸n estatal y la eliminaci贸n de cargas fiscales innecesarias que afectan al sector privado, la implementaci贸n de esta medida parece avanzar en la direcci贸n opuesta, imponiendo una carga que compromete a煤n m谩s la competitividad de la industria pesquera.
En el caso del sector pesquero, en 2024 m谩s del 80% de las exportaciones correspondieron a productos sin procesar. La combinaci贸n de un tipo de cambio desfavorable, las retenciones y los altos costos internos han llevado a que, en muchos casos, resulte m谩s econ贸mico exportar productos para semi-elaborarlos en terceros pa铆ses, como bloques de langostino con una retenci贸n del 9%, para ser posteriormente reprocesados, en lugar de realizar productos con valor agregado en Argentina, donde hoy agregar un nylon, y su mano de obra, directamente incide en la competitividad del sector. Algo no funciona bien. Esta realidad refleja una tendencia preocupante para el futuro de la industria pesquera y de otras ramas de la econom铆a nacional.






