Desde la Cámara Empresaria de Pesca del Golfo San Jorge, se refirieron a la discusión respecto al régimen de cuotas de captura y planteó las consecuencias de su implementación.
Al respecto, el titular de la Cámara pesquera, Luis Antonio Santandreu, resaltó que es importante hacer hincapié en dos puntos principales sobre el tema; ya que “en primer lugar, nos surge la inquietud de cómo se va a llevar adelante, por ejemplo, en el caso de quienes invertimos en permisos de pesca nacionales irrestrictos”.
“Desde algunos sectores buscan que ahora se deba ceder una categoría que ha puesto en valor ese tipo de licencias en pos de los que no tienen cupo de captura suficiente, una medida que desde ya cuestionamos y estamos convencidos de que no se puede llevar adelante”, sostuvo Santandreu.
Del mismo modo, puso de relieve que “como segundo punto nos planteamos el interrogante acerca de qué crisis observan quienes promueven este régimen de cuotificación, ya que nosotros percibimos la realidad y es distinta a lo que buscan instalar. En este momento el recurso de langostino no está demostrando ningún tipo de señal de agotamiento, porque además constantemente se impulsan medidas que precisamente lo preservan”.
Por último, Santandreu, titular de la Cámara de Pesca del Golfo San Jorge, expresó que “la manera de corregir cualquier problema en torno a la sustentabilidad es que cada uno pesque el cupo que tiene asignado según su permiso, esa es la medida que nosotros consideramos correcta y sustentable para la salud del caladero”.
«No es el momento, tampoco coincidimos con las formas y con el fondo de la cuestión«.
Antecedentes
Haciendo un análisis más exhaustivo respecto a esta posibilidad de una nueva administración, debemos acotar algunos puntos que sobresalen y que no se deben pasar por alto.
En principio y desde hace mucho tiempo, el INIDEP ha pregonado la incapacidad de cuotificar especies cuya vida es tan corta, como el langostino e incluso el calamar.
El INIDEP históricamente se expedía claramente a traves de sendos Informes Técnicos Oficiales, alegando que:
- Las principales características del langostino son: un ciclo de vida corto, considerado anual en términos pesqueros, una tasa de crecimiento alta y variable espacio-temporalmente y un gran potencial reproductivo. La especie no presenta estructuras rígidas permanentes que permitan la asignación de una edad relativa a los individuos. Sin embargo, por métodos indirectos, puede estimarse que vive aproximadamente dos años. La actividad reproductiva y de desove se desarrolla anualmente en un amplio rango latitudinal, con momentos de máxima intensidad entre noviembre y febrero, concentrándose los desovantes en aguas costeras, frente a la provincia de Chubut, con frentes oceanográficos. La talla de primera madurez de las hembras corresponde a una longitud de 31,5 mm de largo de caparazón. Este es el parámetro de madurez más significativo en términos pesqueros.
- Los procesos involucrados en la dinámica poblacional del langostino (al menos los medibles mediante tasas de crecimiento, reclutamiento, e incluso desove) parecen ser relativamente continuos y uniformemente variables espacio-temporalmente. Así entonces, es virtualmente IMPOSIBLE DELIMITAR claramente «bordes» espacio temporales de los procesos biológicos en cuestión y, consecuentemente, la definición de unidades «funcionales» dentro de las cuales supuestos parámetros poblacionales se mantienen constantes. Así, los conceptos tradicionales de unidad de stock (y todas sus forzadas transformaciones) y cohorte (o pseudo cohorte) , pierden sustento como herramientas válidas de análisis. Consecuentemente los modelos clásicos de la ciencia pesquera , que supuestamente describen una dinámica integral de la unidad de stock de un recurso pesquero, sobre el análisis de pérdidas y ganancias de biomasa, medibles y manejables a través de una variable definida como esfuerzo pesquero aplicado, se tornarían inútiles para describir la «realidad» de esta pesquería.
- Por último, y tiene que ver con lo político pesquero, más que lo biológico, el procedimiento para un cambio nada menos, que en el principal complejo pesquero argentino de los últimos 7 años, merece un tratamiento en el seno de cada cámara involucrada con la especie, el análisis INIDEP-Subsecretaría de Pesca de la Nación, y cada grupo empresario que trabaja sobre dicho recurso, nacional, provincial, experimental y/o artesanal; antes que llevarlo a una discusión mediática en un tratamiento que carece de sustento dentro del seno de la discusión política participativa de todos los integrantes del Consejo Federal Pesquero. Además del consenso previo que merece un cambio de esta naturaleza, donde al margen de tocar temas estrictamente económicos de las empresas, también se debe analizar profundamente el impacto sobre todo, el desarrollo y capacidad industrial generada por el material humano que interviene en la actividad. Modificar las pautas sobre el manejo de recurso, necesariamente necesita no solo el comportamiento biológico científico de la especie, sino la interactuación con toda la mano de obra generada a través del tiempo, pero por sobre todas las cosas, respetando la Ley Federal de Pesca 24.922