Luego de las disrupciones a las cadenas globales de suministro ocasionadas por la pandemia de Covid-19 y otros conflictos de orden internacionales, durante el año 2022 el transporte marítimo fue retomando su participación en el comercio mundial para satisfacer la continuidad del suministro y la disponibilidad de bienes y productos esenciales, como alimentos, medicamentos, insumos y energía.
En ese ámbito, los puertos de nuestro país experimentaron un notable crecimiento en el movimiento de buques y cargas, motivando una mayor participación de la Prefectura Naval Argentina en materia de supervisión por el Estado Rector del Puerto, para garantizar de ese modo que los buques cumplan las disposiciones de los respectivos convenios para la salvaguarda de la vida humana, la seguridad de la navegación y la prevención de la contaminación procedente de buques.
En el transcurso del año recientemente finalizado, sobre un total de 2369 buques mercantes de terceras banderas diferentes, que recalaron en puertos nacionales, la Prefectura de nuestro país inspeccionó las condiciones de seguridad marítima, prevención de la contaminación y de vida y trabajo a bordo de la gente de mar en un total de 853 buques mercantes, representando un nivel de inspecciones del 36 % del total de los ingresados.
Los buques a ser inspeccionados son seleccionados a través del empleo de una metodología de riesgo utilizada por Prefectura, para identificar potenciales deficiencias e incrementar la efectividad de las inspecciones que se realizan a los buques extranjeros que recalen en puertos del país.
El perfil de riesgo del buque determina la prioridad de inspección del mismo, el intervalo de tiempo entre las inspecciones y su alcance.
Del total de buques extranjeros que fueron inspeccionados (853), 290 de ellos presentaron deficiencias, lo que equivale al 33,9%. De los buques con anomalías, 18 resultaron detenidos por deficiencias graves para la seguridad, protección marítima y la prevención de la contaminación.
Los distintos tipos de embarcaciones inspeccionadas fueron:
- Graneleros 589
- Quimiqueros 116
- Portacontenedores 48
- Pasajeros 25
- Petroleros 25
- Carga general 22
- Gaseros 20
- Ro-Ro 4
- Frigoríficos 3
- Draga 1
Las deficiencias más recurrentes resultaron ser de tipo operacionales y relacionadas con el MARPOL 73/78 (69), seguridad con la carga 4, seguridad contra incendios 37, líneas de carga 30 y dispositivos de amarre y fondeo 14.
Los datos oficiales arrojan también que los controles fueron concentrados en los puertos del siguiente modo:
- Puerto de San Lorenzo (Santa Fe) 340
- La Plata (Buenos Aires) 132
- Arroyo Seco (Santa Fe) 63
- San Nicolás (Buenos Aires) 52
- Quequén (Buenos Aires) 28
- Buenos Aires 27
- Rosario (Santa Fe) 25
- Escobar (Buenos Aires) 23
- Campana (Buenos Aires) 22
Además se realizaron controles en los puertos bonaerenses de Zárate, Ramallo, Bahía Blanca y Dock Sud, Puerto Madryn (Chubut) y Ushuaia (Tierra del Fuego).
La Prefectura Naval Argentina implementó tiempo atrás, un programa de control de buques por el Estado Rector del Puerto, en consonancia con las recomendaciones de la Organización Marítima Internacional, para verificar el cumplimiento por parte de los buques de terceras banderas que visitan voluntariamente nuestros puertos y aguas jurisdiccionales, de los convenios internacionales relativos a la seguridad de la navegación, protección marítima, la prevención de la contaminación y las condiciones de vida y trabajo a bordo de la gente de mar, en los cuales nuestro país es parte.
Ante la comprobación de incumplimientos a las normas internacionales, los oficiales de supervisión por el Estado Rector del Puerto pueden exigir al propietario o armador y al Estado de abanderamiento del buque, que se rectifiquen las deficiencias y/o hasta librar una orden de detención del buque para este fin, si fuera necesario.
El programa de control de buques de Prefectura, vigente desde la implementación operativa del Acuerdo Latinoamericano sobre el Control de Buques por el Estado Rector del Puerto, celebrado en Viña del Mar (Chile) en el año 1992, cuya Secretaría y Centro de Información también funcionan en el Edificio Guardacostas argentino, es supervisado desde la Dirección de Policía de Seguridad de la Navegación y sostenido por un importante despliegue de Oficiales de Supervisión por el Estado Rector del Puerto (OSERP), es decir hombres y mujeres que deben cumplir con rigurosos requisitos de formación, capacitación y experiencia profesional para ser autorizados a desempeñar la función.
La Prefectura cuenta con OSERP desplegados en la mayoría de los puertos que reciben la visita de buques que efectúan viajes internacionales, brindando cobertura prácticamente a todo el litoral marítimo y fluvial, incluyendo la Vía Troncal de Navegación.
De esta modo y a través de la función de control de buques por el Estado Rector, la Prefectura Naval Argentina realiza una contribución sustantiva para ayudar a las Administraciones de los estados de abanderamiento en su misión de lograr que se cumplan las disposiciones de los respectivos convenios para salvaguardar la seguridad de las tripulaciones, los pasajeros y de los buques, y garantizar asimismo la prevención de la contaminación ocasionada por buques.
Estas acciones resultan cruciales para la identificación y erradicación de la operación de embarcaciones deficientes y para reducir la probabilidad de accidentes marítimos, con la consecuente pérdida de vidas humanas y bienes y/o daños para el medio marino y costero, como así también contribuir al desarrollo sostenible de las operaciones portuarias y el comercio por agua.