Un número que puede resultar alentador si las cosas se hacen bien desde nuestro país: el 67% de Europa depende las importaciones de productos pesqueros. La cifra conocida generó un conflicto a una propuesta.
“La propuesta de la Comisión para sobre Contingentes Autónomos Arancelarios, para el periodo 2024-2025, causará dificultades dada la necesidad de los procesadores de productos del mar de la UE de obtener acceso a materias primas a precios competitivos para mantener una producción económicamente sostenible en un contexto económico desafiante y en beneficio de los consumidores de la UE”, así se manifestó la Asociación de Procesadores y Comercializadores de pescado de la Unión Europea.
La manifestación surgió luego de la presentación de la última edición de su informe anual sobre pescado blanco que muestra que el contexto socioeconómico en 2022 siguió siendo difícil, al sufrir las consecuencias de la pandemia de COVID-19 en los mercados y al no estar en pleno funcionamiento el régimen fronterizo del Reino Unido posterior al “brexit”.
Otros elementos que destacaron fueron las perturbaciones en las cadenas de suministro, como consecuencia de la invasión de Ucrania por parte de Rusia, al no haberse materializado aún los esfuerzos para renovar el acuerdo del Espacio Económico Europeo con Noruega e Islandia.
La Asociación de Procesadores también destacó que “el aumento de los costos de los insumos, combinado con la inflación general, está empujando a los consumidores hacia fuentes de proteínas más baratas y las empresas dedicadas a la transformación y comercialización de pescado y productos pesqueros siguen sufriendo una desventaja competitiva en virtud de los importes máximos acumulativos limitados de ayuda estatal impuestos por la Comisión en el ‘Marco Temporal de Ucrania’”, donde también destacaron que “el aumento de los costos de los insumos, combinado con la inflación general, está empujando a los consumidores hacia fuentes de proteínas más baratas”, algo que se vio reflejado en la CONXEMAR 2023 finalizada en las últimas horas y que hemos dado cuenta en PESCARE.
El informe revela también la dependencia de la Unión Europea en cuanto al abastecimiento de la industria transformadora, destacando que “muchas de las especies que consumimos dependen abrumadoramente, si no enteramente, de fuentes externas. Es esencial el acceso continuo a la pesca global sin barreras innecesarias para que la industria procesadora siga siendo viable. La viabilidad de los sectores de captura, acuicultura y procesamiento está indisolublemente ligada a este abastecimiento y su crecimiento colectivo es esencial para la economía de la UE y crucial para la seguridad alimentaria de la UE”.
El régimen de cuotas arancelarias autónomas sigue siendo el principal instrumento comercial para garantizar el suministro necesario para las empresas de la Unión Europea y, “si es estable, generará mayor valor añadido, creará puestos de trabajo, a menudo en zonas económicamente frágiles, y garantizará que se satisfagan las necesidades de los consumidores de la Unión Europea”, agregaron desde la Asociación.
Los números “mandan” y en este caso son indiscutibles: en el año 2022 la oferta de productos pesqueros (producción de la Unión Europea e importaciones) en el mercado de la UE ascendió a 12.092 miles de toneladas, de las cuales 3.236 miles de toneladas procedieron del suministro interno de la UE, y 8.856 mil toneladas de importaciones de terceros países.
Se exportaron 2.241 mil toneladas a terceros países dejando 9.851 miles de toneladas como consumo total de la UE (oferta interna de la UE + Importaciones – Exportaciones).
Esto, es alrededor del 67 % del suministro total reflejaba la dependencia de la UE del producto importado.
Los países de abastecimiento externo más importantes en 2022 fueron Noruega (1.851 mil toneladas, -5 %), China (810 mil toneladas, +2 %), Vietnam (514 mil toneladas, +20 %), EE.UU. (512 mil toneladas, -17 %) y Ecuador (489 mil toneladas, + 4%).