Se espera que la inflación de este año en curso alcance al 13.90%, un récord de los últimos 40 años, que le costara a las familias solo en alimentación un incremento anual de £650 (€750). A eso hay que adicionar el incremento energético, que será de al menos 2.5 veces mas que el año anterior como consecuencia del conflicto bélico del Este Europeo. En este marco, el consumo de pescados y mariscos está en fuerte caída, por lo que la única variable de ajuste es el precio. Es un extraño modelo, habida cuenta que por lo general los modelos inflacionarios tienen que ver con desajustes macroeconómicos donde la oferta de producto y servicios escasea respecto al M1 o circulante de dinero. En el Reino Unido, la situación inflacionaria llega al revés, por un problema de costos altísimos de energía y una drástica reducción del acceso a otros bienes de consumo, entre los que se encuentran los productos alimenticios, también con precios ascendentes debido al reproceso fronteras adentro y a la incidencia de la energía en sus costos.
Las ventas de los precios de los comestibles aumentaron un 4,8% en el trimestre que finalizó el 2 de octubre de 2022. » La inflación sigue desempeñando un papel importante en alimentos y proteínas tales como carne, pescado y aves de corral; y el mercado sigue experimentando un alto crecimiento de los precios promedio y grandes caídas en el volumen comercializado «, señaló la consultora Kantar en su último informe.
Mientras que la carne y las aves primarias frescas registraron un ligero aumento en el valor y en el volumen comercializado; no es así en el pescado, ya que baja de precio y el volumen comercializado es ya un 20% menos comparado al mismo mes del año anterior. Lo preocupante es que nadie puede estimar la caída en precios y mucho menos en volumen; algo que no se recuerda desde hace muchos años y donde las nuevas generaciones desconocen de que se trata.
El pescado rebozado tuvo la mayor caída en las ventas, cayendo un 11,6% durante el trimestre, mientras que las ventas de mariscos con valor agregado disminuyeron un 8,9%. Las ventas de artículos empanados cayeron un 5%, las ventas de mariscos ahumados disminuyeron un 4,9% y las ventas de productos naturales cayeron un 1,1%.
Los volúmenes de venta de pescado congelado cayeron un 9,9%, el valor agregado y mano de obra disminuyó un 15,2% y el volumen de productos rebozados cayó un 16,3%.
La crisis del costo de vida “sigue golpeando duramente a las personas en su economía doméstica ” lo que se manifiesta en todos los eslabones, hasta el importador.
Los compradores se quedan con el tipo de alimentos que puedan elaborar rápidamente en casa, mientras se buscan alternativas más baratas, como las marcas propias. Las ventas de las líneas de marca propia de los supermercados aumentaron un 8,1% en septiembre, mientras las marcas principales tuvieron una caída del 4.8%.
Londres bajo presión, una generación que no estaba acostumbrada a las restricciones, hoy empieza a ajustarse ante la realidad de un mercado con precios hacia arriba y volúmenes de consumo hacia abajo. La prioridad es poder pagar las cuentas de la energía, y eso se ve reflejado es todo el comercio local y externo.
El aumento de las facturas de energía también está provocando un ajuste del gasto de los consumidores, y los compradores buscan formas más baratas de cocinar mientras intentan evitar el uso de sus hornos. Las ventas de electrodomésticos para cocinar, incluidas las ollas de cocción lenta, las freidoras y las sandwicheras, que generalmente usan menos energía, aumentaron un 53%.
Con respecto a la cadena de supercongelados, pescados y mariscos, los precios continúan en caída y los volúmenes de consumo cada vez menores, lo mas preocupante es que no se ve aun, la posibilidad de recomposición, al menos en los próximos 6 meses. Todo esto, es solo una muestra de lo que esta sucediendo en el bloque europeo, mucho mas dependiente de energía y con crecidas en precios y caída de demanda superiores, algo, que en algún momento, sin dudas, repercutirá sobre la actividad local.