Mar del Plata continúa siendo uno de los puertos más relevantes en la industria pesquera argentina, destacándose en la cifra de desembarques de capturas marítimas a lo largo de 2024. Según los últimos datos oficiales del informe de Desembarques de Capturas Marítimas Totales, el puerto marplatense ha mostrado un superlativo desempeño, con un total de 362.475,7 toneladas descargadas entre enero y diciembre de este año, consolidándose como el puerto con la mayor actividad pesquera del país.
A lo largo de 2024, los desembarques del «Coliseo de la Pesca Argentina «, fluctuaron mes a mes, con una tendencia general al alza en comparación con otros puertos nacionales. Enero comenzó con una cifra destacada de 15.087,6 toneladas, mientras que los meses siguientes, especialmente entre febrero y mayo, marcaron picos excepcionales, con valores que superaron las 40.000 toneladas mensuales. En particular, mayo alcanzó las 41.551,6 toneladas, un gran noticia para el puerto marplatense.
El descenso en los desembarques de Mar del Plata se evidenció a partir de la segunda mitad del año, pero los números siguieron siendo robustos. A pesar de una caída en diciembre con solo 14.642,5 toneladas, registradas hasta el 17 de diciembre, la cifra anual de 362.475,7 toneladas reafirma el papel fundamental que juega el puerto marplatense en la economía pesquera local y argentina, sin error de cálculos en informes oficiales que llegan a la conclusión que el 57% del PBI de la ciudad es generado por el sector pesquero local, con el derrame de mano de obra y trabajo que de ello se desprende, y muchas veces, su potencial, no tiene la difusión que tienen otros sectores de menor relevancia y potencial pero de mejor prensa.
El sector pesquero de Mar del Plata, que involucra tanto a empresas de pesca como a trabajadores portuarios y de la industria de la transformación de productos del mar, continúa siendo un motor clave para la economía regional. Los desembarques en este puerto representan una proporción significativa del total nacional, lo que refleja tanto su infraestructura como su capacidad para recibir y procesar grandes volúmenes de capturas.
Este destacado desempeño también tiene un impacto directo en la cadena de suministro de alimentos y productos derivados del mar, lo que refuerza la importancia de Mar del Plata no solo como un centro pesquero, sino como un punto logístico para el comercio marítimo internacional. Los esfuerzos por mantener y mejorar la infraestructura portuaria serán clave para sostener este liderazgo en los próximos años, a pesar de las amenazas que otras industrias (sísmica y alimenticia) quieran impulsar en franca competencia con los espacios reducidos y operativos que la pesca, desde el propio nacimiento del puerto local, transita por su propia evolución.
El segundo lugar en cuanto a volumen de desembarques lo ocupa la provincia de Chubut, con un total anual de 266.859,5 toneladas. Este dato refleja la importancia de puertos como Puerto Madryn y Rawson, que han experimentado un flujo constante de desembarques a lo largo del año, aunque con una particular concentración en los primeros meses del 2024. En particular, Puerto Madryn, con 156.907,4 toneladas, ha sido el más destacado de la región, mostrando una estabilidad que contrasta con la alta estacionalidad observada en otros puertos pesqueros del país.
Con más de 803.000 toneladas de desembarques registradas en 2024, la actividad pesquera argentina sigue siendo un pilar fundamental de su economía, el trabajo , la inversión y por sobre todo la generación de divisas para el país. A pesar de las fluctuaciones estacionales y la concentración de desembarques en ciertos meses, los puertos de Mar del Plata y Chubut continúan siendo los grandes protagonistas del sector, destacándose tanto por el volumen como por la calidad de las capturas.
El desafío para las autoridades que deben encontrar un punto de equilibrio en estructuras y modelos tributarios más justos y equitativos, como políticas monetarias que alienten las exportaciones y la inversión en la actividad; mientras las empresas pesqueras buscan innovar y competir a nivel mundial para llevar al punto más alto esa premisa que es convertir un pez en un alimento para millones de ciudadanos en el mundo, para mantener esta tendencia positiva en los próximos años, mientras se trabaja en la sostenibilidad de los recursos marítimos y la optimización de las operaciones logísticas, pero por sobre todo por recuperar la rentabilidad de las empresas, caso contrario, estos valores podrían situarse en el techo de la actividad.
No existe modelo económico en la historia de la humanidad ni empresas que intervengan, sin rentabilidad positiva. Sin lugar a dudas, estos puertos seguirán siendo clave en el futuro de la producción, industria, comercio y el trabajo argentino.
Por último, los datos estadísticos son herramientas útiles para medir y comparar una actividad, pero su verdadera relevancia radica en lo que subyace tras cada cifra. Cada número encierra historias de compromiso, ilusión y la inquebrantable esperanza de un mañana más próspero para las familias que, de manera directa o indirecta, encuentran sustento en esta labor. Detrás de cada tonelada descargada hay hombres y mujeres que, con sacrificio, esfuerzo y un admirable espíritu de perseverancia, desafían día tras día la vastedad de un medio tan imponente como impredecible, el mar argentino. Este es el auténtico valor de cada kilo de pescado: la proyección de sueños y anhelos que aspiran a construir un futuro digno y mejor para las generaciones venideras.