Ya no se discute la recomposición para marzo y abril, sino los guarismos para mayo y junio, que también serán retroactivos, de persistir las diferencias.
La sintonía comienza a ajustarse, y la buena voluntad para encontrar un acuerdo está presente, pero al momento de la sintonía fina, vuelve el capítulo a foja cero.
“A decir verdad, no se puede trabajar de esta forma, condicionado por el fundamentalismo de quienes pretenden llevar una puja personal, por sobre los intereses de todo un sector, si fuese por mí, por los precios de la merluza en el muelle, la falta de interés por parte del comprador, por cómo está el mercado interno y los cheques que cada vez son más largos, en mi caso no le daría un solo peso de incremento por encima de la inflación; pero siempre esta quien con tal de pescar, siquiera hace números. Estamos perdiendo guita, la gente no entiende que el barco tiene uso, y hay que amortizarlo, porque cuando subís al varadero, sabes a veces cuando empezas y no cuando y donde terminas. Los fierros son así.¿ No puede ser que el 85% de la producción sea combustible, mano de obra e insumos?”, terminó el descargo un ofuscado armador con asiento en el mismo puerto, que prefirió no dar nombre por las represalias.
Pero por otro lado, hay que destacar según lo dicho por un representante del gremio: “es imposible trabajar arriba de un barco y no hacer una diferencia. Compará -pero ponelo, sentenció- que toda la vida un marinero ganaba la tercera parte del capitán, y hoy no llegamos a las sexta, séptima parte. Hoy el marinero no gana nada, comparado al capitán y al maquinista, que a decir verdad es un logro de los compañeros de puente y maquina; y esto el armador lo sabe”, para destacar ademas “nosotros llegamos a los 55 años y tenemos los huesos desechos, la cintura, las manos la columna a la miseria; si no haces una diferencia de joven, la vejez de hace pagar la vida a bordo. Hay que estar arriba de un barco para saber lo que es. Estamos discutiendo desde hace 4 meses para recomponer todo lo que perdimos el año pasado. Nuestras familias en tierra, nuestros hijos también tienen el derecho a vivir dignamente o ¿acaso los empresarios no van a hacer las compras?” terminó reflejando la situación de los afiliados, mientras controlaba con varios otros integrantes de una patrulla de muelle para verificar que el paro de quienes no aceptan una recomposición como lo exigido, rompan con la demora de zarpada, que persiste por estas horas y donde las partes, pasaron a cuarto intermedio, hasta el próximo lunes.
En síntesis, ayer -que teníamos la esperanza de solución del conflicto- las partes no llegaron a un acuerdo aunque acercaron posturas hilando fino, lo que parece llegar a su fin para esta semana próxima; aunque el “plato fuerte” del futuro diferendo, sin dudas, será una vez tratada la Ley de Bases en el Congreso de la Nación; el Impuesto a las Ganancias. Algo latente en el éter con olor explosivo.