Cuatro organizaciones presentaron un nuevo estudio titulado “Hacia la sustentabilidad en la pesquería artesanal de merluza común”, el cual fue desarrollado por “Oceana”, “Future of Fish”, “Advanced Conservation Strategies” y el “Instituto Milenio en Socio-Ecología Costera”, todas entidades que están realizando su aporte para distintas medidas que le permitirían al vecino país, recuperar la merluza común, en la actualidad sobreexplotada.
El investigador Rodrigo Oyanedel explicó que “intervenir en esta pesquería es un trabajo de coproducción que requiere la coordinación entre diferentes actores. Este documento presenta un modelo para analizar el efecto de intervenciones que están respaldados por evidencia nacional e internacional, además de no requerir cambios regulatorios. Sólo se necesitan reenfocar esfuerzos, utilizar instrumentos existentes de forma más coordinada, y tender redes en lugares donde han estado ausentes”.
La iniciativa fue celebrada por el Subsecretario de Pesca y Acuicultura de Chile, Julio Salas, quien destacó que la propuesta llega justo a tiempo para tener una conversación y el informe es un aporte importante para impulsar el proceso de un plan de recuperación para la merluza común.
Lo que plantea el reporte es centrar los esfuerzos institucionales en el conocimiento de la cadena de valor de la pesquería y de este modo reducir los niveles de pesca ilegal y no declarada, identificar el rol de la intermediación, además de mejorar la oferta de pesca legal de merluza común, lo que converge con las acciones que el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura chileno (Sernapesca) está llevando adelante.
Por su lado, la directora Nacional de SERNAPESCA, Soledad Tapia comentó que “la información que podemos ver en esta presentación es compatible con la nuestra, y agrega valor a la mirada integral que debemos tener en nuestras acciones fiscalizadoras. Cabe destacar que el Servicio trabaja en un despliegue de fiscalización donde también hemos puesto el foco en la cadena de valor y los intermediarios”.
Los autores del estudio pusieron énfasis en la necesidad de iniciar con celeridad un trabajo colaborativo que cuente con la participación del gobierno y los equipos técnicos de Subpesca, Sernapesca y, posteriormente, el Comité de Manejo de merluza común.
En este momento son más de tres mil pescadores artesanales de la zona centro sur de Chile los que trabajan en la pesquería de la merluza común. Su fama es transversal, siendo uno de los peces más consumidos en Chile. Sin embargo, pese a algunos signos de recuperación, desde 2013 que la merluza común ha transitado entre los estados de sobreexplotación o agotamiento. Este crítico escenario abre las puertas hacia la actividad ilegal y genera fuertes tensiones entre los diferentes actores que se desenvuelven en esta pesquería.
En cuanto a la merluza de cola, desde el 2017, segun informes oficiales de la Subsecretaria de Pesca del país trasandino, el recurso se encuentra AGOTADO (e laño pasado solo se registraron 5497Tn descargadas) y como tal sobreexplotado desde 2012 a ese año. Cabe destacar que durante años, la merluza de cola fue utilizada para elaboración de harina y lamentablemente la flota harinera -ya casi desaparecida por falta de recurso pelágico y una pésima administración- terminó agotando ese recurso, que involucra tambien reducciones considerables por encima del 85% de tallas adultas en el mar argentino. Una editorial ámplia de investigadores del INIDEP en modelos de desarrollos evolutivos de la especie sostienen que es precisamente en el Océano Pacífico donde los adultos desovan y reproducen, mientras pasan hacia el Atlántico por los canales fueguios y al sur del Cabo de Hornos, ya en mar abierto.
Lo concreto es que se han detectado en el mar argentino cantidades de juveniles menores a 33cm, por cuanto no son admisibles para las capturas y con un futuro imprevisible hábida cuenta que el recurso en Chile -lugar donde nace- se encuentra agotado. No obstante desde la administración biológica, salvo en el año 2019 y el 2022 no hay una campaña ad hoc a esa especie, por lo que las series estadísticas sufrieron una enmienda desde el 2012 a estos últimos años tomando de referencia valores declarados en descargas, algo que para la sensibilidad de la especie y las estadísticas ácidas y estrictas, pasa a ser azaroso e inexacto.
Por el lado de Chile, hoy, los recursos de las variantes de merluza se encuentran en niveles sobreexplotados para la común y agotado para la especie de cola, motivo por el cual solo se permite la captura en colonias artesanales costeras para consumo humano directo y no para la comercialización; así lo establecen los considerandos y resultados de los últimos informes de la Subsecretaria de Pesca de Chile.