El Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), encabezado por su secretario general Raúl Durdos, elevó un petitorio al presidente de la Nación, Javier Milei, para manifestar la profunda preocupación del gremio frente a la situación que atraviesan los trabajadores de la marina mercante, el sector fluvial y, especialmente, la pesca. El reclamo se centra en la derogación del DNU 340/2025, que habilita el ingreso de buques de bandera extranjera al cabotaje nacional, una medida que, según el gremio, amenaza con destruir miles de puestos de trabajo y debilitar la soberanía logística del país.
“Durante décadas, Argentina supo tener una marina mercante fuerte, que transportaba nuestras exportaciones e importaciones, generaba divisas, sostenía la industria naval y miles de empleos calificados. Hoy, eso está en peligro”, advirtió Durdos. El gremio recordó que una política similar aplicada en los años 90, con el decreto 1772/91, terminó con más de 150 buques nacionales fuera de servicio y una pérdida masiva de empleo e infraestructura portuaria.
En su misiva, el SOMU advirtió que el DNU 340 extiende de 30 a 180 días anuales la posibilidad de operar en aguas argentinas a buques extranjeros, sin cumplir las normas laborales locales ni tributar en el país. “Esto no es proteccionismo, es soberanía, es dignidad y es trabajo”, remarcaron, y citaron como ejemplo a Estados Unidos, que protege su marina mercante con leyes específicas como la “Jones Act” o el proyecto “Ships for America”.



Además, el sindicato denunció la situación crítica que atraviesa la flota congeladora tangonera, actualmente paralizada por el intento de las cámaras empresarias de imponer una baja del 30% en los salarios por producción. “No hay fundamentos legales ni económicos que justifiquen esa rebaja. No existe ninguna empresa pesquera concursada o en procedimiento preventivo de crisis. Es una acción temeraria, ilegal y sin precedentes”, sostuvo Durdos.
El gremio explicó que, en un esfuerzo por acercar posiciones sin resignar derechos, propuso al Gobierno Nacional una serie de medidas paliativas: la disminución del Derecho Único de Extracción (DUE), la reducción de retenciones a las exportaciones pesqueras, la exención temporal de impuestos al combustible y un régimen de excepción sobre los aportes a la seguridad social. Sin embargo, aseguró que “nada de eso ha sido suficiente para este inescrupuloso sector empresarial que solo tiene un objetivo: bajar el salario del marinero”.
“El SOMU no consentirá bajo ningún concepto una rebaja salarial. La dignidad de los trabajadores y la responsabilidad de esta conducción no son monedas de cambio”, concluyó el secretario general. Con este planteo, el sindicato busca que el Poder Ejecutivo nacional revierta las decisiones que, a su entender, agudizan una crisis que golpea con fuerza a los trabajadores del mar y a las economías regionales que dependen de ellos.