Con una protesta que incluyó la quema de neumáticos y la permanencia durante toda la noche en los accesos al parque industrial pesquero de Puerto Madryn, el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) profundizó este sábado el creciente conflicto laboral que atraviesa el sector pesquero langostinero en la provincia de Chubut. La medida, que interfiere directamente con la operatoria de plantas, camiones y tareas de descarga y procesamiento, refleja una tensión que ya no se contiene en negociaciones infructuosas ni en comunicados ambiguos.
El origen del conflicto es doble: por un lado, las empresas del sector se niegan a convalidar aumentos salariales a niveles del IPC; por tal esquema corre una Conciliación Obligatoria dictada por la Secretaria de Trabajo desde el viernes 9 de mayo pasado y con vencimiento el próximo 30 de mayo, (posiblemente extendible hasta el 6 de junio próximo).
Por otro lado, desde las cámaras del sector representativo de la flota congeladora, impulsan la posibilidad de tratar el valor de referencia del langostino congelado a bordo, porque claramente en los CCT marca u$s 5.800 la tonelada cuando en el mercado internacional quedó muy por debajo de esos valores (y además sin demanda real), lo que impacta directamente en los valores de la producción del personal embarcado haciendo la ecuación -según las empresas- inviable desde el punto de vista económico, por lo que prefirieron no salir a realizar operaciones de pesca a pérdida.
Por otro, la falta de intervención concreta por parte del Gobierno nacional, que ha sido fuertemente cuestionada por autoridades provinciales y sindicatos, alimenta un clima de hartazgo generalizado en los puertos patagónicos. Este último punto, -cuestionable-, « refleja el hábito de la búsqueda de soluciones en la intromisión del Estado en asuntos que hoy claramente son entre privados «, esgrimieron off the record desde el oficialismo, entrada la noche de ayer.
Apenas se conoció la notificación oficial de la Subsecretaría de Recursos Acuáticos y Pesca, que suspendía la prospección de langostino prevista para el 28 de mayo por la escasa convocatoria de buques, el SOMU de Puerto Madryn convocó de inmediato a una manifestación en el parque industrial de esa ciudad, aunque algunos referentes dicen que fue motivada por un grupo de autoconvocados que exigen solución de fondo al planteo en cuestión. Cualquiera de ambas vertientes, terminan de completar el peor escenario, pesca paralizada y marineros en la calle.
En el marco de una asamblea improvisada, sostenida al calor de los fogones encendidos en los accesos al parque industrial de Puerto Madryn, el secretario del SOMU de Puerto Madryn, César C. Zapata, tomó la palabra ante un numeroso grupo de trabajadores para delinear los próximos pasos a seguir en el conflicto. Aunque las imágenes que nos hicieron llegar presentan una calidad técnica limitada, el contenido del registro adquiere especial relevancia por la firmeza y el tenor de sus declaraciones.
La protesta se llevó a cabo a la espera de una posible reunión en la Secretaría de Pesca o incluso directamente en la Gobernación para hoy a las 08:00 horas, aunque por el momento dichos encuentros no han sido confirmados oficialmente. Lo cierto es que los trabajadores, bajo un frío intenso, se mantuvieron firmes durante toda la noche, sosteniendo su reclamo con una presencia visible y decidida al costado de la rotonda de ingreso.
Desde el sector empresario, la postura se mantiene sin modificaciones: argumentan que el aumento de los costos operativos de la mano de obra del personal embarcado y la presión fiscal vuelven inviable sostener los actuales convenios colectivos de trabajo. Sin embargo, desde los gremios advierten que ya no se trata solo de variables económicas, sino de condiciones humanas básicas y del derecho elemental al trabajo, además de contar en su haber de CCT firmados, homologados por la secretaria de Trabajo y en curso asumidos por ambas partes. Denuncian maniobras de presión por parte de las empresas para que las plantas no compren marisco de los barcos que estaban dispuestos a salir, hecho que terminó de detonar una situación largamente insostenible.
En las últimas semanas se intensificaron los contactos entre armadores, sindicatos y autoridades provinciales y nacionales, pero sin avances significativos. El SOMU anticipó que las medidas de fuerza continuarán hasta tanto se destrabe la situación en aguas nacionales y se logre un acuerdo que permita el regreso a la actividad con condiciones laborales dignas para la marinería. Exigen que se respeten los convenios colectivos vigentes y que el Estado, en todos sus niveles, asuma la responsabilidad de garantizar una salida concreta y duradera.
Hoy, más de 20.000 trabajadores vinculados directa o indirectamente a la actividad pesquera en Chubut continúan a la espera de una resolución que no llega. La temporada permanece en suspenso, y con ella, el sustento de miles de familias que sienten que ya no pueden seguir esperando en medio de una incertidumbre por el futuro económico y social.