Proponen la creación de una biorrefinería para tratar los desechos de langostinos. La idea la presentó un docente chubutense y sería una solución a un problema ambiental que se genera en las plantas luego del procesado del marisco.
Desde hace largo tiempo la ciudad de Rawson (Chubut) afronta el grave problema del tratamiento de desechos de langostinos, lo que genera un grave impacto ambiental.
Ya desde el año 2022 se está buscando bajar el impacto por los desechos de langostinos y las vísceras de otras especies, incluso convocando a instituciones de otros países para que aporten soluciones, tal el caso de un equipo de investigación que llegó a la provincia hace dos años, proveniente de la Universidad de Almería (España).
Buscando mitigar la problemática un docente y doctor, Hernán Góngora, presentó una propuesta a la Municipalidad de Rawson para la creación de una biorrefinería, para lo cual el Concejo Deliberante local ya lo declaró de interés.
Ahora deberá tomar intervención el propio intendente y los organismos que tienen injerencia para localizar un sector donde desarrollar el proyecto y el financiamiento para llevarlo a cabo.
Una biorrefinería es una estructura que integra procesos de conversión de biomasa y equipamiento para producir por ejemplo combustibles, energía y productos químicos a partir de esa biomasa justamente.
El proyecto en sí detalla que los residuos producidos por el proceso del langostino deberán atravesar distintos procesos separativos y ser integrados para el aprovechamiento total de los mismos, teniendo en principio una etapa de trituración, acidificación y centrifugación, para luego poder conseguir otros productos tales como fertilizantes agrícolas, bioestimulantes vegetales y otros derivados orgánicos que tienen un alto valor agregado.
También podría producirse aceite de astaxantina y quitina, un carbohidrato con el que se produce quitosano, un compuesto destinado a varias utilidades como por ejemplo funguicidas de constante aplicación en la agricultura.
De esta manera, de acuerdo a la idea de Góngora y a su presentación ante las autoridades locales, se podrá aprovechar de mejor manera todo el residuo a través de la conversión de los desechos del langostino, que no solo evita la liberación de gases de efecto invernadero, sino que también potencian la generación de cosechas y vegetales que adicionalmente capturan esos gases.
El proyecto además apunta a impulsar la generación de empleo en la región y fomentar la innovación en el ámbito de la economía circular, buscando colocar a la ciudad chubutense de Rawson como un proveedor de insumos claves para la agricultura y ganadería orgánica.
El creador del proyecto, Dr. Hernán Góngora, posee su doctorado en biología, es egresado de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, consiguiendo su máxima titulación en la Universidad Nacional del Comahue en la provincia de Neuquén.