En una jornada cargada de sentido institucional, el pasado viernes 24 de abril, la Asociación Bonaerense de la Industria Naval (ABIN) celebró su Asamblea General Ordinaria, dando inicio a un nuevo ciclo de liderazgo y renovación. Marcelo Domínguez, reconocido empresario y titular de la firma Punto Técnico, asumió la presidencia de la entidad, tras una votación unánime que reafirma la solidez democrática y la cohesión de esta organización emblemática.
La ceremonia no solo marcó el traspaso de mando formal, sino también renovó el compromiso histórico de ABIN de promover, estimular y fortalecer la industria naval, uno de los pilares estratégicos del desarrollo productivo argentino.

La nueva Comisión Directiva, que acompañará a Domínguez en esta etapa, quedó conformada por destacados referentes del sector: Rafael Guiñazú como vicepresidente primero; Sandra Cipolla, quien deja la presidencia con un legado de institucionalidad, asume como secretaria; Hugo Olmos como vicepresidente segundo; Mario Bernachi como prosecretario; Eugenia Zanotta y Laura Maroni como tesorera y protesorera, respectivamente. Completan el equipo Mariano Villarino, Oscar Arce, Sebastián Giorgio, Jesús Rodríguez y Jorge Pereda como vocales titulares; Nicolás García y Hugo Obregozo como vocales suplentes; mientras que Patricio Barros y Alejandro Vaccari serán los revisores de cuentas.
Un momento de reflexión y proyección
En su primer discurso como presidente, Marcelo Domínguez destacó el profundo valor simbólico de la asamblea, con visible emoción, el flamante presidente, evocó los albores de la asociación, recordando la vigencia de su estatuto y los principios que, a lo largo de los años, han sabido sostener y enriquecer: “Somos la voz de los que, a pesar de los desafíos, nunca dejaron de construir, innovar y apostar por el trabajo nacional ”.
“Hoy compartimos una jornada muy importante. Asamblea de renovación de autoridades con un marco de asociados que dieron quórum para nuestra renovación de comisión directiva, donde agradezco la oportunidad y el apoyo para dirigir ABIN”.
“En este contexto emotivo fue imposible no repasar los inicios fundacionales de hace más de 22 años. Cuando se conforma nuestro estatuto vigente que claramente expresa los ejes centrales, objetivos que marcan nuestro rumbo. Promover, estimular y desarrollar la industria naval. Representar a sus asociados con el objetivo de fortalecer las actividades productivas. Hacer comprender, difundir y promover la importancia de reconocer e incluir a la Industria Naval como uno de los sectores estratégicos productivos para el crecimiento y desarrollo industrial Argentino. Y claramente venimos sosteniendo y enriqueciendo estos ejes a través de 21 años”.
Por su parte, Sandra Cipolla, quien deja su cargo después de cuatro años al frente de la ABIN, señaló: “A lo largo de este período de gestión 2021-2025, ABIN ha fortalecido su presencia institucional, promovido una agenda estratégica para la industria naval y consolidado su rol como referente del sector, defendiendo los intereses de las pequeñas y medianas empresas que conforman nuestra cadena de valor”.
“Quiero expresar mi profundo agradecimiento a todas las empresas asociadas por el acompañamiento permanente, por su participación activa y por confiar en este camino colectivo. Ha sido un honor presidir esta Cámara, representando a un sector que, a pesar de los desafíos, continúa apostando al trabajo, al desarrollo productivo y al crecimiento del país”.
Mas adelante, en su sentido discurso, señaló que “ ha sido un honor liderar esta entidad, fortaleciendo su presencia institucional y defendiendo a nuestras pymes, verdaderas protagonistas de la cadena de valor naval. Agradezco profundamente a las empresas asociadas su compromiso inquebrantable con el trabajo colectivo y la construcción de consensos ”.
La defensa de la producción nacional: postura histórica ante la importación de buques usados
Más allá del proceso de renovación interna, la asamblea también sirvió para ratificar con firmeza la histórica postura de ABIN frente a la importación de buques usados, una práctica que consideran lesiva para el tejido productivo argentino.
Al concluir la votación, la asamblea ratificó por unanimidad un documento que refuerza la postura histórica de ABIN respecto a la importación de buques usados. En dicho documento se subraya que esta práctica es una anomalía para cualquier país con capacidad de producción local de estos bienes de capital. Esto se vuelve aún más relevante cuando el objetivo es propender a un desarrollo económico sostenible.
El documento aborda cómo, a lo largo de los años, la normativa vigente (Resolución 909/94 #MEOySP y sus modificaciones) ha tenido efectos adversos sobre la flota de bandera nacional, causando su constante envejecimiento y afectando negativamente a la industria naval argentina en su conjunto.
Los puntos clave del posicionamiento de ABIN son los siguientes:
- La importación de buques usados debe ser considerada una excepcionalidad, dentro de un marco de políticas globales orientadas a la reconstrucción de la marina mercante de bandera nacional. En este sentido, ABIN propone que se establezca un plazo temporal para esta norma que habilite la importación de estos bienes, en el marco del Capítulo 89 de la Nomenclatura Común del Mercosur. Dicho plazo no debería superar los 5 años.
- Compromisos de construcción nacional: La importación de buques usados debe estar vinculada a compromisos claros de construcción local. ABIN subraya que no se deben bloquear los proyectos de armadores que deseen contribuir al fortalecimiento de la marina mercante nacional, sino más bien fomentar un marco normativo equilibrado que favorezca la reconstrucción de la flota de bandera y la recuperación de los mercados de fletes, sin descuidar la capacidad industrial nacional. Se propone que por cada buque usado importado se construya uno en el país.
- Unidad de medida: Tonelada de Registro Bruto (TRB): ABIN considera que la TRB debería ser la unidad de medida para definir los compromisos de construcción nacional. Esta medida es clave para la regulación de tarifas portuarias, derechos de paso, y otros tributos asociados.
Preocupación por la eliminación del Certificado de Importación de Bienes Usados (CIBU)
ABIN también ha expresado su preocupación por los decretos 70/2023 y 273/2025 del Poder Ejecutivo Nacional. Ambos documentos contribuyen a la desregulación de la importación de buques usados, especialmente con la eliminación del Certificado de Importación de Bienes Usados (CIBU).
Ante esta situación, ABIN considera urgente una nueva audiencia con las autoridades nacionales pertinentes para plantear una propuesta que contemple compromisos claros de construcción nacional, algo que permitirá desarrollar la industria local y generar mayores perspectivas de crecimiento para astilleros, talleres navales, estudios de ingeniería y toda la cadena de valor del sector.

Nueva etapa, los mismos valores
Con la impronta renovadora de Marcelo Domínguez y la experiencia consolidada de dirigentes como Sandra Cipolla, la Asociación Bonaerense de la Industria Naval inicia una nueva etapa con un objetivo claro: consolidar a la industria naval como un motor estratégico del desarrollo argentino.
Fiel a sus raíces y su espíritu asociativo, ABIN sigue navegando con rumbo firme, guiada por la convicción de que un país que construye sus propios barcos es, también, un país que construye soberanía, trabajo, futuro y desarrollo para la comunidad.